«Amantes liberados», parte 2 del capítulo 7, «Deja que sangre»

Pufffff, ha costado una eternidad, pero aquí están las 50 páginas de la parte 2 del capi 7 de «Amantes liberados». Por ciertos cambios en mi vida, cada vez me cuesta más encontrar ratos largos para escribir, de los que se necesitan para este tipo de historia. Entre eso y ciertos achaques de salud familiar, ha costado un huevo escribir esta parte, peeeero ya está aquí^^ La podríamos titular «La parte de las conversaciones escabrosas pero necesarias» porque, a parte de una charla larga entre Blay y su madre que tendrá lugar en el último capi, las otras están todas aquí. Blay con Layla y Saxton y Qhuinn con V y con Rocke. Vamos, que los chicos se pasan gran parte de las páginas dándole al pico… con alguna cosita calentita al final para compensar *guiño* Al respecto, tened en cuenta que los pobres no están recuperados de sus heridas todavía, así que no les pidáis nada de sexo salvaje (eso va, y en grandes dosis, en el capi 8 y último). Más bien lo que necesitan es consuelo mutuo después del susto que se han llevado.

La siguiente parte, la 3, será la última del capi 7 y nos traerá el Consejo del Princeps, con sus consecuencias, y el bautizo de cierta criaturita^^. Será también la última que me quedará por escribir de este fic, porque las dos que componen el capi 8 ya están preparadas desde hace tiempo (¡¡Afortunadamente!!). Más cositas: para los aspectos legales que menciono en esta parte (tipos de ejecución, verdugos designados, derecho de un marido a pegar a su esposa…) me he basado en el derecho antiguo, más concretamente en el Código de Eurico, que preveía diferentes tipos de justicia para la población goda o de sustrato romano. Como estos vampiros son más retrógrados que los talibanes, pues parece que les pega bien. La espada que afila V existe de veras, es un mandoble alemán con las características y el uso que le asigno. Finalmente, no sé si lo sabéis pero la familia de rol Hermandad-Hispana, que solía prestarme sus imágenes para los chicos, se ha disuelto. Aún así, espero que los fantasmas no me persigan desde el Fade por poner algunas imágenes más, en cualquier caso, siguen siendo suyas.

Aquí tenéis la parte 2:

             CAPÍTULO 7. DEJA QUE SANGRE. PARTE 2

-Estoy bien, maldita sea. No soy la princesa del guisante para necesitar cinco cojines en la espalda.

-Sólo quiero que estés cómodo.- el tono de Qhuinn era de puchero mezclado con regañina.

-Si llego a estar más cómodo será porque me habré fusionado con la cama.

Qhuinn hizo lo que llevaba haciendo esos cuatro días desde que él había despertado del coma: comportarse como una gallina clueca con un único pollito. Colocó ambas manos en las caderas, una con más esfuerzo que la otra.

-No vas a moverte de ahí hasta que el doc lo diga. Aunque tenga que atarte.

Blaylock suspiró hacia el techo de su habitación, con el agotamiento todavía enganchado a sus huesos como una capa de barniz perpetuo. Era normal, eso le dijo Manello. Había estado a un tris de sufrir un fallo multiorgánico, de lo cual se había salvado in extremis sólo gracias a Payne y a V. A pesar de todo, sus órganos quedaron hechos papilla.

Le había costado un día entero recordar exactamente lo ocurrido en los astilleros y aún ahora había detalles borrosos, como si alguien hubiera pasado una goma de borrar a medias por las secciones de su cerebro que guardaban esos recuerdos. Durante otro día y medio, el simple hecho de abrir los ojos le había supuesto una migraña infernal. Ahora era capaz de sostener una conversación y de moverse; la pierna destrozada ya no le dolía, pero todavía no había probado a ponerse en pie apoyándola en el suelo. Y aún llevaba la garganta y parte de la cara vendada.

Antes muerto que confesar que temía como al mismísimo demonio la visita de Manello para quitarle las gasas de las quemaduras.

-Eh, ¿cómo te ves para poner la tele? Lo mismo pillamos una reposición de “Gossip girl”.- su macho le miró de reojo con media sonrisa puñetera, mientras hacía pesas con la mano derecha sentado en una silla al lado de su cama.

El brazo de Qhuinn, que Blay recordaba haber visto destrozado, tenía mucho mejor aspecto. Su piel todavía presentaba una extraña coloración amarronada hasta el codo y de un rosa subido en el resto, porque aún se estaba regenerando. Pero ya no usaba cabestrillo y su brazo había aumentado de grosor casi hasta su tamaño habitual, conforme los músculos y la carne crecían.

Blay le había visto soportar con estoicismo las sesiones de regeneración con Payne, mordiéndose la lengua para no gritar y bromeando después con que apenas dolía. Mejor ni pensaba en lo que Qhuinn habría sufrido los primeros días. Ahora, cuando su macho no mariposeaba a su alrededor tratándole como a una princesita, practicaba la movilidad con los ejercicios que Manello le había recetado: psicomotricidad fina, control de la fuerza con una pelota, pesas para ayudar a su masa muscular a regenerarse. Qhuinn se había propuesto estar al cien por cien en cuestión de días y por sus huevos que lo estaba consiguiendo.

-No veo esas mierdas.- replicó, arrugando la nariz-. Pero sí, pon la tele.- al menos así Qhuinn haría algo más que mirarle.

La pantalla de plasma parpadeó y Qhuinn empezó a recorrer los 57 canales con el mando, pasando por seriales, películas de misterio y dibujos animados hasta que un rostro familiar le impulsó a detenerse en el canal 24 horas de la CNN.

-¿De la Cruz?- Qhuinn frunció el ceño, intentando distinguir al detective de Homicidios abriéndose paso con aspavientos entre una auténtica marea de periodistas, a las puertas de comisaría, en una imagen en diferido que se mostraba en la esquina superior de la pantalla.

La presentadora, mientras tanto, resumía lo que parecían los hechos conocidos.

“… más de veinticinco muertos y decenas de heridos en los antiguos astilleros. Según el Comisario Jefe, el balance equivale al desmantelamiento de la capacidad operativa de ambas bandas en Caldwell. La Policía se encuentra ahora a la espera de que los heridos reciban alta médica del Saint Francis para ponerles a disposición de la Fiscalía, que ya ha avanzado que será inflexible. Los pandilleros se enfrentan a cargos de tenencia ilícita de armas, homicidio en varios grados, asesinato, posesión de estupefacientes, extorsión y asociación delictiva. En todos los casos, el testimonio de este policía –la presentadora desapareció de la pantalla para ampliar la imagen del mexicano- será clave para el desarrollo del juicio. El detective De la Cruz es también quién dirigió la operación que, en la noche de ayer, permitió a la Policía y al FBI incautarse de un abundante arsenal de armas semiautomáticas. Aunque el Juez de Instrucción ha decretado el secreto del sumario, fuentes conocedoras de la investigación apuntan que este golpe al tráfico de armas en Caldwell podría tener ramificaciones en las empresas privadas de seguridad que trabajaron para el Gobierno de los Estados Unidos durante la guerra de Irak. –vuelta al primer plano de la presentadora-. En cualquier caso, el liderazgo del detective De la Cruz le ha valido la candidatura a recibir la distinción al Mérito Excepcional de…”

Qhuinn bajó el volumen a la tele con un silbido.

-Menudo lío han tenido ahí afuera estos días, joder. Ese poli estará contento.

-Fijo que Butch también.- Blay se apoyó sobre ambas manos para incorporarse en la cama, pero tuvo que levantar un dedo de urgencia cuando Qhuinn ya prácticamente saltaba sobre él-. Por amor del cielo, voy a sentarme, no a suicidarme.- gruñó-. Ya sé que estás preocupado y es… bueno, tierno y todo eso. Pero no me pasa nada, sólo estoy cansado.

Qhuinn se quedó plantado a un paso de la cama, como si su chip interno hubiera perdido el software con las instrucciones, asintiendo con la cabeza gacha. Blaylock frunció el ceño, obligándose a despejar sus telarañas mentales, porque en la actitud de Qhuinn había algo más que preocupación.

-¿Qué pasa?- acabó de sentarse combatiendo el asalto del mareo-. Hay algo que no me estás contando, ¿verdad? ¿Por qué parece que te sientas culpable?- abrió mucho los ojos-. Oye, ¿no estarás cometiendo la estupidez de creer que mis heridas son culpa tuya?

Para su alivio, Qhuinn bufó y negó con la cabeza. Menos mal, su macho había progresado algo: ya no asumía todas las faltas del planeta.

-¿Pues qué es?

El moreno abrió y cerró los puños, paseó la vista por toda la habitación jugando con la bolita de su lengua y luego le miró a los ojos con angustia. En aquellos cuatro días, entre su debilidad y las visitas preocupadas no habían tenido ocasión de hablar en serio de nada.

-No te ayudé cuando estabas en coma. No supe.- murmuró-. Joder, estabas ahí tumbado, delante de mí, y ni siquiera pude… yo qué sé, tocarte o hablarte para ayudarte a volver.- se pasó las manos por el pelo, erizándoselo-. Payne tuvo que darme una patada en los huevos. Yo… supongo que me estaba compadeciendo así que… me había rendido. Ella me dijo que tú estabas peleando por volver.

Blay lo miró como si su macho fuera una aparición.

-¿Eso te dijo?- Qhuinn asintió-. No lo recuerdo. Quiero decir… mi sensación se parecía más a ir traspasando capas de sueño hasta que llegué a la superficie. Cuando lo hice, tú me estabas esperando allí. Me parece que esa hembra te ha liado.- sonrió un poco y alargó la mano, cogiendo a Qhuinn por la muñeca hasta que lo sentó en la cama, a su lado-. Tú también cumples lo que prometes: que nunca te marcharías. Eso dijiste. Y aquí estabas cuando desperté. No tienes de qué mierda sentirte culpable, ya hemos pasado por bastante. Si tú…- cerró un momento los ojos, agotado-. Si yo hubiera estado en tu lugar no sé qué habría hecho. Además, por esa regla yo también puedo ser culpable de haberte abandonado.

-¿Todavía tienes el cerebro del revés? ¿Abandonarme? ¿Tú?- Qhuinn puso una cómica expresión de desconcierto genuino.

-Sí. En la jaula. Arrojarme contra Lash fue un suicidio. Acepté que me estaba muriendo, me resigné a ello, y sólo pensé que, al menos, mi muerte te daría la oportunidad de acabar con él.- suspiró, cerrando los ojos porque esa sensación de estar despidiéndose de Qhuinn sí la tenía grabada con un hierro candente en la memoria-. No pensé en otra estrategia más inteligente, en si había alguna posibilidad que nos sacara a ambos con vida de allí. Así que ya ves, o nos sentimos culpables los dos o, hazme un favor, deja de castigarte tú solo, ¿sí?- levantó la mano, feliz al ver que conseguía dirigirla hasta el brazo de Qhuinn para apoyarla allí- ¿Sabes lo que he aprendido?- sonrió ante la mirada ansiosa de su macho-. Que nunca debo rendirme porque sé que estarás esperándome. Lo sé.

Debería tener una cámara de fotos siempre a mano en la mesita de noche para captar esas expresiones de Qhuinn. Esa rara sonrisa de crío pequeño inocente que le iluminaba los ojos.

-Eres un hijoputa suicida con complejo de héroe.- le regañó su macho-. Te tiraste en plancha contra Lash, joder.

Él se encogió de hombros.

-Pero fue una buena entrada, ¿eh?

-De puta madre. Pero prefiero las de la liga de rugby en vez de las tuyas, mamón, casi me da un paro.- le dio un suave puñetazo en un hombro.

-Haré lo posible por no repetirlo.- prometió, más en serio.

Estaba a punto de hacer el esfuerzo del milenio e incorporarse para poder besar a Qhuinn cuando picaron a la puerta de su habitación. El ambiente ligero que acababan de crear se fue directamente a tomar por culo, al menos para él. Manello entró en la habitación con las manos en los bolsillos de su bata, seguido de Ehlena con una bandeja metálica repleta de chismes médicos y… Layla.

Yuju. El pelotón de ejecución al completo.

Blay puso en la balanza qué le hacía sentir peor, si el doc quitándole las gasas para dejar sus cicatrices al descubierto o enfrentarse a la hembra a quién había amenazado. Hembra que, según le habían contado, casi había dado su salud haciéndole de donante.

Encontró que la balanza estaba pavorosamente equilibrada.

-Muy bien, hijo, vamos a quitarte esa porquería y luego a darte un batido energético. Qhuinn, espera fuera, ¿quieres?- Manello se plantificó con las piernas separadas mientras Ehlena reemplazaba a su macho, sentándose en el borde de la cama.

-Claro. Aprovecharé para hacer… algo pendiente.- Qhuinn dirigió al doctor la misma mirada grave de cada vez que le visitaba, como si le estuviera recordando que Blay era algo serio que tener entre manos. Luego inclinó la cabeza hacia la Elegida vestida de blanco-. Layla.

-Hasta luego, Qhuinn.

Blay casi dio un brinco de la cama, haciendo que Ehlena estuviera a punto de cortarle la nariz en vez de las gasas. ¿Qhuinn? ¿Qué había sido del “sire”? ¿Es que eran tan íntimos que habían dejado a un lado el tratamiento protocolario? ¿Y si…?

-Blaylock, quédate quieto o acabaré por hacerte daño.

-Lo siento.- murmuró contrito mientras la enfermera retiraba las vendas y él se esforzaba por meter un poco de sentido común y de confianza en su pareja en su cerebro empecinado en despeñarse por el acantilado de las dudas.

Como para ir sermoneando a Qhuinn…

A pesar de todo, no pudo evitar espiar a Layla de reojo mientras Ehlena trabajaba. La Elegida era la habitual viva imagen de la compostura, de pie junto a la puerta con las manos enlazadas, aguardando a que le tocara el turno. Pero a Blay le pareció detectar un cambio en ella. Mientras que, hasta el momento, su serenidad siempre se le había antojado más por hábito aprendido que por sentimiento, ahora Layla emanaba un auténtico reposo. Su mirada verde claro repasaba la habitación sin prisas, quizás reparando en las pertenencias que Qhuinn había trasladado allí desde su cuarto y, cuando le sorprendió espiándola, sonrió con auténtico calor. Nada de morderse el labio y bajar los ojos.

Le debía una disculpa. Una detrás de otra, más bien.

-Ouch.- se quejó cuando Manello empezó a toquetearle la mejilla.

Había estado tan distraído que no se había dado cuenta de que le habían desvendado. El aire acondicionado de la habitación resultaba agradable en la piel desnuda, al menos hasta que el humano comenzó a tocar las cicatrices.

-No te quejes, están mucho mejor que si fueras un homo sapiens, te lo aseguro.- las cejas morenas de Manello estaban fruncidas-. No has necesitado ni siquiera injertos de piel y en pocos días estarán cicatrizadas del todo.

¿Injertos? Blay espantó la mano de Manny con un espasmo en el estómago.

-Quiero verme en el espejo.

Los ojos castaños lo miraron con fijeza.

-Yo no lo haría. Será mejor que esperes un par de días.

Lo cual, lejos de tranquilizarle, acabó de hundirle en la miseria.

-Quiero verme.- empezó a moverse para levantarse y Manello le cogió del brazo.

-Despacio, hijo, tu pierna está desentrenada.

Pero aguantó. Blay se apoyó en el humano hasta sostenerse sobre sus dos pies, temblando de pies a cabeza con un mareo de tres pares de narices. Tuvo que cerrar los ojos hasta que el mundo volvió a encontrar su propio eje de gravedad. Dio un par de pasos, encogiéndose interiormente al recordar el dolor de sus huesos quebrándose. No sintió nada de eso, sólo una leve desconexión entre sus órdenes cerebrales y el modo en que su extremidad las ejecutaba. Tenía la pierna algo tonta y anquilosada, eso era todo.

Manello le acompañó al baño hasta que él pudo apoyar las manos en la pica para mirarse al espejo, a punto de vomitar de ansiedad.

-Joder.- agachó la cabeza al momento, provocándose un vahído.

Era un monstruo, un ser marcado.

Una diminuta red de cicatrices blanquecinas surcaba su mejilla izquierda, extendiéndose desde el párpado hasta la comisura del labio. Algo parecido cruzaba su garganta, siguiendo el patrón de la mano de Lash cuando le había aferrado. Como si su carne hubiera sido, por un momento, cera derretida y ahora hubiera cicatrizado dejando las marcas de los hilillos. Los restos de tintura de yodo de las curas, que tenían la piel nueva de amarillo reseco, tampoco ayudaban.

-Curará, Blaylock.- la voz profunda de Manello sonó a su espalda-. No tienen ni punto de comparación con cómo las tenías cuando te trajeron. Havers dice que cicatrizáis todo lo que no contenga sal, en un par de días más podrás salir en la portada del “Vogue”. Aún no han desaparecido por completo porque tardáis más en sanar quemaduras que roturas de huesos o lesiones de órganos internos, eso es todo.

Cerró los ojos un momento, apretando los labios. Nunca se había mirado al espejo y se había considerado atractivo pero, joder, aquello… No podía presentarse ante Qhuinn así.

-¿Puedes volvérmelas a tapar hasta que curen?- preguntó, por encima del hombro.

-No. En este momento, necesitan oxigenarse para acabar de cicatrizar. Sería contraproducente.

Genial. ¿Cabría la posibilidad de que Vishous le permitiera encerrarse en su fragua hasta entonces? ¿O en un rincón del sótano?

-Ya…

-Lávate la cara con agua tibia, te sentirás mejor. Layla te está esperando para alimentarte.- había empatía en el tono del doctor-. Cuando te hayas duchado y comido empezaremos con la rehabilitación de tu pierna. Has de estar corriendo perfectamente en cuestión de días, Wrath tiene planes para ti.

Eso consiguió que se girara hacia el humano. El Rey había venido a verles el día anterior, felicitándoles por su combate contra Lash –John ya había hecho correr el relato detallado por toda la casa- y animándoles en su recuperación. Sin embargo, no les había dado las gracias en ningún momento. No es que Blay lo necesitara, saber que aquel hijo de perra sombrío ya no amenazaría a nadie más era satisfacción suficiente pero, qué demonios, habría estado bien. ¿Y ahora Wrath ya quería liarles en otra cosa?

-¿Qué planes?

El doctor se encogió de hombros antes de salir del baño.

-No tengo ni la más remota idea. Él os envía a que os trinchen. Yo os curo. Es un buen trato, ¿no?- abandonó la habitación cediéndole el paso a Ehlena y saludando hacia atrás con la mano-. Te dejo con Layla.

Yep. Pistonudo, vamos.

Blay siguió las indicaciones de Manny, lavándose suavemente la cara para eliminar el yodo y secándosela con toques delicados de la toalla. También se mojó el pelo y se lo peinó, tratando de parecer, al menos, presentable. Al final se quedó sin más que hacer en el baño y tuvo que volver a su habitación, cojeando un poco, para enfrentarse a Layla.

La Elegida estaba de pie junto a la puerta corredera abierta que daba a la terraza, con los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás, al parecer disfrutando del olor dulzón de los jardines que la brisa nocturna del verano empujaba hasta allí. Al escucharle salir del lavabo abrió los ojos y le dirigió una sonrisa.

-Tenéis mucho mejor aspecto, sire. Me alegro de veros en pie por fin. Han sido unos largos días esperando a que despertarais.

Sonaba sincera. En serio. Como si de verdad estuviera contenta por él, después de que le había gritado y amenazado. Su complejo de alimaña rastrera creció exponencialmente. Dio un par de pasos titubeantes hasta apoyarse en la cómoda, cerca de ella.

-Layla, yo…

-Gracias, sire.

¿Cómo? Blay frunció el ceño, tratando de reunir lo poco que sabía de las hembras para aclarar por qué demonios a Layla se le ocurría agradecerle algo. Se quedó en blanco.

-¿Por qué?- tuvo que preguntar al fin, como un idiota.

La Elegida se volvió del todo hacia él y, a pesar de sus tendencias, Blay tuvo que admirar la belleza de aquellos serenos ojos verdes.

-Por mostrarme a lo que aspiro, sire. Salvasteis mi vida aquel día en los… vestuarios, ¿se llama así esa habitación? Cuando os vinculasteis con Qhuinn.

Perfecto. Machos y hembras eran dos razas distintas, no sólo sexos opuestos. Dejó que todo su “pero qué coño” se le reflejara en la cara.

-No te entiendo, Layla. Deberías odiarme por cómo me porté contigo. Te grité y te amenacé, eso jamás se le hace a una hembra, y menos a quien nos ha estado… alimentando.- meneó la cabeza-. Y luego tú me salvas la vida a mí. Ehlena me ha explicado que casi enfermas por darme tu sangre. No lo entiendo.

La sonrisa de Mona Lisa de la Elegida debía ser otra de las armas del repertorio femenino, porque, ante ella, Blay estuvo por creer que no pasaba nada, que todo tenía sentido y que se alcanzaría la paz en el mundo.

-Veréis, sire, en realidad es sencillo ¿Me permitís dejar a un lado el protocolo y hablaros con sinceridad?- él asintió con énfasis, a punto de desenroscarse las vértebras-. Os lo agradezco.- Layla hizo una pausa, ordenando sus ideas-. Cuando conocí a Qhuinn creí que él era lo que quería y, durante un tiempo, así fue. Servirle como ehros representaba todas mis aspiraciones. Luego…. luego quise más. A él, sólo para mí. Aunque en mi interior me diera cuenta de que únicamente me daba una parte pequeña de él cada vez que estábamos juntos. No sé si esto tiene sentido.

Vaya si lo tenía. Joder, había sido la canción de su vida hasta hacía poco. Blaylock se habría conformado con lo que fuera de Qhuinn: un beso, un revolcón, cualquier cosa. Aunque, cuando lo había tenido, después de aquellos encuentros fugaces cargados de frustración, tan sólo le había servido para darse cuenta de que quería a todo Qhuinn. La explicación de la Elegida habría podido salir de sus labios. Cambió el peso del cuerpo de una pierna a otra cuando la herida se le resintió.

-Tiene todo el sentido del mundo, Layla.- tomó aire, batallando entre decir lo que pensaba y ser sutil. Pero ella había querido ser sincera, ¿no? La miró a los ojos-. Querría decir que lamento haberte quitado a Qhuinn pero… discúlpame, pero no es así. Aunque él no lo supiera, en realidad… -mierda, no sabía cómo decirlo para no herir sus sentimientos.

-Él nunca fue mío. Podéis decirlo libremente, porque es la verdad. Y he decidido que no voy a seguir viviendo de acuerdo a mentiras.- Layla alargó un brazo para apoyar una mano suave sobre la suya-. Por eso os agradezco que le reclamarais como vuestro, porque pude ver lo que es la auténtica devoción. Eso es lo que quiero para mí, sire, no voy a conformarme con medias tintas. ¿Veis cuánto hicisteis por mí? Me ayudasteis a despejar mi camino. No os sintáis culpable, sé que vos nunca maltrataríais a una hembra. Jamás.

Blay se quedó mudo, con la lengua hecha un nudo, durante un buen rato. No sabía si era cosa de las Elegidas, pero Layla había conseguido darle la vuelta a su sentimiento de culpa para transformarlo en uno de “oh, vaya, ¿eso hice yo? Caray”. Y, encima, el argumento de la hembra tenía lógica. Sonrió y el gesto fue más relajado.

-No sé si los machos de este mundo están preparados para ti, Layla. Eres más hembra de lo que muchos podrían manejar y esto es un cumplido.- aclaró-. Pero igualmente quiero pedirte perdón, es inexcusable que te amenazara. Ojalá pudiera… compensártelo de alguna forma.

Layla retiró su mano y las enlazó por delante de su túnica, enarcando las cejas rubias en una expresión pícara, con la cabeza ladeada.

-Si eso os da serenidad, acepto vuestras disculpas. Y, si os hace feliz, sí que existe una manera de compensármelo, aunque no haya motivos.

-Explícamelo.- Blay se sorprendió sintiéndose relajado en la cercanía de la hembra. Quizás tenía que ver con que ya no se sentía amenazado, o a lo mejor era la seguridad de ella.

-Me gustaría poder seguir siendo vuestra donante. De Qhuinn y de vos.

-¿Q-qué? Quiero decir, me gustaría, porque… -inspiró. Al demonio-… porque eres una de las pocas hembras con las que, ah, bueno… podría llegar a sentirme… cómodo, pero ya sabes que nosotros estamos… juntos y…- apretó los labios, muy consciente de que parecía un crío de tres años balbuceando delante de toda la clase mientras ella le miraba con aquella calma budista- ¿Estás segura? –optó por preguntar, antes de enterrarse en un pozo de miseria.

-Sería un honor, sire. Tanto como que me concedierais la merced de poder llamaros por vuestro nombre.- la sonrisa de ella se hizo más ancha, iluminándola como a un ángel-. Creo que ya estamos más allá de las rigideces del protocolo, ¿no os parece?

Joder con la hembra, pensó. Habría que estar loco, ser gay o estar enamorado de otro para no caer rendido a sus pies.

-Sí. Claro.- se pasó una mano por el pelo, soltando el aire y, con él, los restos de su incomodidad con ella. Alargó la mano para coger la suya y habló con la solemnidad de la Lengua Antigua-. Layla, Elegida de la raza, te agradezco el don de tu sangre, que salvó mi vida. Tenéis mi gratitud y mi estima, contadme como uno de vuestros defensores si os vierais en necesidad. Desde hoy, me incluyo entre los afortunados de haberos conocido.

Ella hizo una pequeña reverencia, sin que se borrara su sonrisa.

-Gracias, Blaylock.- giró la muñeca que él le sostenía para mostrarle las venas de la cara interna-. Ahora bebe, por favor. Necesitas recuperarte por completo.

Un rato después, Layla salió de la habitación entre el susurro del repulgo de su túnica blanca arrastrando por el suelo, dejando tras de sí su fresco aroma y a un Blay con la tradicional mezcla de desconcierto, arrobo y admiración de un macho que acaba de conocer a una gran hembra.

¿Cómo narices no se había dado cuenta antes de que Layla lo era?

OOO

El sótano de la mansión de la Hermandad era un enorme vientre a oscuras, con olor a humedad y a polvo. Ni siquiera los doggens perdían el tiempo limpiando allí, sólo se aseguraban de depositar los muebles usados en una ordenada hilera protegidos por sábanas y los cuadros de sobras en cajas de madera. Si uno se esforzaba, probablemente sería capaz de encontrar la rueca de la Bella Durmiente allí.

Vishous no había bajado exactamente para eso.

Encendió el interruptor y las filas de fluorescentes respondieron con presteza, una muestra de que los doggens no limpiaban pero sí conservaban el sótano. Caminó con parsimonia por el pasillo despejado entre los trastos apilados, sin molestarse en intentar adivinar las formas ocultas bajo lienzos y en cajas. Su objetivo se encontraba al final de aquel lugar.

La cámara acorazada propiedad de la Primera Familia ocupaba un tercio del sótano y sólo podía accederse a ella mediante un escáner ocular y la introducción de un código. Únicamente tres personas estaban autorizadas a intentarlo: Wrath, Beth y él mismo, con un código cifrado distinto al de los Reyes que quedaba grabado en la memoria del dispositivo –al que él no tenía acceso desde sus Cuatro Juguetes- y que le delataría como ladrón en el caso de que sustrajera alguna pertenencia.

Ja. V podía ser muchas cosas, pero no un bandolero. Al menos, no con sus reyes.

Introdujo el código y acercó la cara al lector. Medio minuto después –apertura diferida-, la puerta metálica de seguridad se abrió con un sonido de vacío. Las luces que se encendieron en la cámara acorazada le dieron la bienvenida a un espacio salido de alguna novela de Dan Brown: forrado de paneles de acero para evitar desmaterializaciones, con cajas metálicas bien apiladas, todas con clave y control de temperatura, donde sabía que Beth guardaba las obras de arte que le había legado personalmente Darius, su padre.

Una de las largas paredes albergaba una estantería con puertas de cristal termoselladas, idéntica, por ejemplo, a las de los archivos vaticanos de los humanos. En el interior se sucedía tomo tras tomo de las Crónicas de la raza, el pergamino y el cuero preservado de los estragos del tiempo gracias al termómetro de humedad y temperatura que controlaba las condiciones de la librería. De nuevo, sólo él, a parte de la Primera Familia, podía acceder a las Crónicas, aunque –gracias al cielo- la tecnología le había echado una manita y las poseía en formato digital encriptado.

Vishous pasó de largo de todo eso y registró la cámara con rapidez, deseando salir del ambiente viciado. Le recordaba demasiado a su casi asfixia en el túnel. Allí estaba. Lo que buscaba era una caja alargada de casi un metro y medio, de buen acero, ennegrecido y algo herrumbroso por el paso del tiempo, con candados de antes de que existieran las ruedecitas de las maletas. Inspiró con fuerza, juró por lo bajo y se agachó para levantar la pesada caja. El sello real destacaba bien claro, grabado en la tapa superior.

Mieeeeeerda puta. No todo el mundo podía despegar aquel trasto del suelo, lo cual formaba parte de la idea: no todo el mundo podía usar lo que descansaba dentro.

V se acomodó la caja contra la cadera, ensayando la mejor postura para cargarla hasta su fragua. Maldijo sus putos ancestros hasta el primero de ellos, pero abandonó la cámara acorazada y salió del sótano, apagando las luces y cerrando la puerta. Para cuando pudo descargar el dichoso armatoste sobre la rejilla de su fragua, los insultos ya los mascullaba en ruso. Se tomó un momento para recomponerse las muñecas y crujir el cuello, reacomodándose los músculos, antes de sacar la llave que Wrath le había entregado. Incluso se tomó la molestia de aceitar los dos jodidos cerrojos antes de introducirla; las cerraduras gimieron como perra follando, pero se abrieron.

Levantó la tapa de la caja con el ceño fruncido, sabiendo bien que aquello era necesario, pero odiando los recuerdos que despertó, bien puntuales, la contemplación del arma guardada.

La maldita cosa era de lo más siniestro que Vishous había visto en su vida –y tenía un catálogo bastante amplio. La espada medía más de un metro de largo. De esa longitud, ochenta y tres centímetros los ocupaba sólo la hoja, con los filos paralelos en vez de triangulando y acabada en una punta recta, no punzante. Más bien parecía un machete enorme. Pero claro, lo importante de aquel cacharro eran sus dos filos letales y el peso: casi tres kilos. La empuñadura era más larga incluso que la de una espada bastarda común, a fin de cuentas, esta monstruosidad estaba diseñada para esgrimirse a dos manos y dejar caer todo su peso.

Sobre el cuello del condenado a muerte.

V extrajo la Espada del Verdugo de la caja y la depositó sobre la rejilla, pasando las yemas de los dedos por los grabados en la hoja. Por si alguien tenía dudas de su función, el herrero lo explicaba con dibujos, como a los críos: se había esmerado grabando un empalamiento, un ahorcado, un reo en la hoguera… En realidad, los grabados tenían la misión de recordar al condenado a morir decapitado por esa hoja la suerte que tenía. Según la Ley Antigua por la que se regían los vampiros, los nobles de la glymera eran los únicos hijos de puta con derecho a una ejecución limpia a espada, en caso de crímenes mayores. Los civiles nunca habían disfrutado de ese privilegio. Según la época, eran ajusticiados como al Rey de turno le saliera de las pelotas, si es que su caso llegaba a tan alta instancia, o como el Princeps de su zona considerara más ejemplarizante. A finales del siglo XIX, cuando los nobles se volvieron súuuuuuper civilizados y tildaron de bárbaros aquellos castigos, sencillamente encerraban al civil en un patio forrado de metal, con esposas de hierro puro para que no se largara de allí, y dejaban que el sol hiciera el trabajo.

Cobardes.

Sólo había una enseñanza que Vishous considerara sabia del Sanguinario: si juzgas que el castigo de un vampiro ha de ser la muerte, ten los cojones de aplicarlo tú mismo. A fe que su padre había vivido de acuerdo a esa máxima. También se había rodeado de los mejores en su campo: los mejores guerreros, muchos de los cuales habían sido ascendidos a los rangos de la Hermandad; los mejores exploradores de campo; los mejores informadores… y el mejor herrero.

El hijo de puta no sólo sabía manejar la aguja de hueso para tatuar ni las tenazas para castrar. Fue un maestro armero de tres pares de cojones.

Vishous recorrió su marca con los dedos, en el punto de la hoja más cercano a la cruz, justo donde él tenía por costumbre grabar la suya en sus propias creaciones. Había enseñanzas difíciles de borrar… igual que las cicatrices.

Cabreado con el rumbo de sus pensamientos, levantó la espada con una mano en la empuñadura y otra sosteniendo la hoja para examinar los filos a la luz. Um… la cosa tenía casi 300 años y, aunque varios herreros se habían ocupado de mantenerla en unas condiciones bastante decentes para una antigualla, no le vendría mal un pulido antes de afilarla. Wrath querría que la hoja cortara el cuello al primer golpe, nada de espectáculos de peli de zombies y, a ser posible, que no se partiera al darle uso de nuevo desde hacía tropecientos años. Tampoco estaría de más cambiar el trenzado de cuero de la empuñadura para que la espada no resbalara en el momento clave. Las tiras que llevaba estaban podridas.

Vishous llevaba casi media hora puliendo aquel artefacto infernal, controlando que el acero no se tornara quebradizo, cuando, al apartar la hoja de la máquina, oyó golpes en la puerta de la fragua. Masculló por lo bajo, molesto por que le interrumpieran a medio trabajo, y abrió la puerta de un tirón seco.

El chico. Qhuinn.

-¿Qué te pasa?

El chaval sacó una mano del bolsillo de los tejanos y señaló la fragua.

-¿Puedo pasar?

-¿A llevarte mi sofá?- era perverso, lo sabía, pero qué coño, desde esa noche aún no había podido restregarle el asunto por las narices como Dios manda. Adoptó su mejor expresión de caníbal de caniches.

A juzgar por cómo se le escurrió el color de la cara al chico, funcionó.

-¡No! Er… no se me ocurriría, joder. Quiero decir, mira te debo una disculpa.- el crío empezó a pasarse las manos por el pelo-. No pensé y…

V dejó que Qhuinn balbuceara como un auténtico idiota y le dio la espalda, entrando de nuevo en la fragua. El chaval lo siguió como un molesto pollo de cacatúa, insertando un “perdón” cada dos palabras, hasta que él se giró a mirarle con la Espada del Verdugo en las manos.

-Cierra el puto pico ya que me estás resonando en la cabeza y dime qué mierda quieres.

Los ojos de Qhuinn se pegaron a la hoja y crecieron dos tallas.

-La madre que… Joder, ¿qué es eso?

-Esto es lo que cortará el cuello de Eckle después de que Wrath lo acuse de alta traición.- Vishous volvió a colocar la hoja bajo la máquina de pulido, muy consciente del silencio de ultratumba de Qhuinn.

¿Algo brusco? Ya, bueno.

-Dulce Virgen… -le oyó murmurar.

Cuando le miró de reojo, Qhuinn estaba a punto de sentarse en su sofá. Más bien, de desmoronarse.

-Ni se te ocurra volver a rozar mi sofá con tu culo. Si quieres sentarte, tienes el suelo.- advirtió, dando los últimos toques al pulido de la hoja. Nadie podría conquistar un castillo esgrimiendo esa reliquia, pero al menos aguantaría para hacer su trabajo.

V se puso en pie y se acomodó frente a la rueda de afilado, con una pierna a cada lado de la máquina para sostener bien la hoja, mientras Qhuinn le tomaba la palabra. El crío se limitó a sentarse en el suelo irregular de hormigón, con los brazos sobre las rodillas y los ojos como platos, mirando cómo él sacaba chispas de los filos.

-¿No puede… encontrar alguna defensa?- acabó por preguntar al cabo de un rato, alzando la voz por encima del chirrido de la rueda.

Por toda respuesta, Vishous le miró de reojo con una ceja enarcada ¿Defensa? Joder, habría que introducir un nuevo párrafo en la Ley Antigua sólo para condenar a aquel hijo de perra que había estado dispuesto a vender a quien fuera de su raza a cambio de que asesinaran a su hermano de sangre. Qhuinn asintió al ver su gesto y se estrujó las manos. En el fondo, compadecía al chico.

-¿Quién lo hará?- insistió en una pausa de los chirridos del afilado.

V lo estudió un momento y luego dejó la espada a un lado para sacar un liado y encenderlo. Dio una larga calada antes de contestar.

-No tenemos un verdugo designado, nunca ha existido.- cogió un cenicero de cristal que amenazaba con desbordarse y añadió un poco más de ceniza a la pila-. Según la Ley, cuando el Rey ha de aplicar una sentencia a muerte o lo hace él mismo o elige a un ejecutor entre quienes le hayan jurado fidelidad o que ocupen un cargo de designación real.

-Y Wrath es… ciego.- Qhuinn apuntó lo obvio en voz baja, como si quisiera evitar que el Rey le oyera y se lo masticara vivo para luego escupir sus huesos.

-Por eso tendrá que nombrar a un verdugo.- expulsó el aire hacia el techo y dejó que el silencio cuajara unos minutos antes de volver a mirar al chico- ¿Has venido a buscarme sólo para charlar sobre decapitaciones?

Qhuinn bajó de las musarañas con rapidez, tenía que reconocerlo. Meneó la cabeza y se crujió los nudillos de la mano sana. Ajá… así que ahí había algo personal. V escondió la sonrisa.

-En realidad, no. Fritz me ha dicho que estabas aquí… lo que me ha venido al pelo y… sé que últimamente no andamos como… en buenos términos.- Qhuinn dio tal ojeada culpable al maldito sofá que Vishous tuvo que esforzarse por controlar la risa sardónica y poner cara de póker-. Pero… esto es muy, muy importante para mí. Envíame a la mierda si tienes que hacerlo, ¿vale? Pero piénsalo al menos.

-Si me dijeras qué tengo que pensar usando frases coherentes, podría empezar a hacerlo.- más caladas tranquilas al cigarro-. Sujeto, verbo y predicado.

-Ah, claro… -Qhuinn tensó la camiseta al respirar hondo-. Sé que soy un puto crío de pañales en herrería. Joder, no tengo ni zorra idea, por eso… vengo a pedirte ayuda.

Qué bien venía tener un cigarro en la boca para evitar sonreír. Para que luego dijeran que fumar era un mal vicio.

-¿Con qué?

-Me gustaría forjarle unas dagas a Blay.- Qhuinn lo soltó de corrido y V se habría apostado la perilla a que el chaval se encogió.

Enarcó una ceja.

-¿Unas dagas? Interesante. Creí que ya tenía unas, se las forjé yo.

-Lo sé, pero éstas… éstas quiero que sean especiales. No quiero decir que las tuyas no lo sean… – Qhuinn se puso en pie con trabajos, como si tuviera escorpiones aguijoneándole el culo-. Mira, él va a dirigir ese cuerpo de vigilancia, estoy seguro ¿Sería muy… extraño que tuvieran sus propias dagas?- empezó a manotear de tal manera que sería la envidia del mismísimo John Matthew-. Ni de acero ennegrecido, como las de la Hermandad, ni de acero simple con la empuñadura negra, como las nuestras de reclutas. Algo nuevo, que pudieran llevar todos los miembros. Las suyas serían las primeras. Especiales.

Dale con la palabrita. V tamborileó sobre una bota con los dedos.

-Ya has visto la forma en tu mente, ahora explícamela.

Qhuinn caminó un par de pasos arriba y abajo, moviendo las manos con los ojos entrecerrados. Excepto por aquel bailecito de corista de Beyoncé, reconoció la concentración del herrero en él.

-La hoja tendría que ser de acero de Damasco. Sin ennegrecer, pulida y brillante. Del mismo tamaño que las nuestras, pero algo más ligera. A Blay no le gusta llevar peso, aunque algo le haría falta porque se tira demasiado a fondo en las estocadas.

-La hoja puede llevar una guía. Eso la aligeraría y le daría resistencia.- apuntó sin dejar de observar a Qhuinn-. Y el pomo puede ser hueco con un pesillo de plomo fijado dentro para equilibrar las estocadas a fondo.

-¡Por ejemplo! Bueno… tú sabes más.- tuvo la decencia de añadir.

-¿Y la empuñadura?

-Blanca. Eso es seguro, de lo que sea, pero ha de ser blanca.- asintió como un poseso.

-¿Marfil? ¿Asta de ciervo pulida?- dio varios golpecitos al cigarro en el cenicero, observando cómo caía el polvillo gris.

-Para los demás vigilantes me da igual, pero para Blay sólo lo mejor. Si tengo que arruinarme para conseguir el material, lo haré. Si tengo que ir a buscarlo al puto culo del mundo o cazar un ciervo a flechazos, también. Lo mejor.- Qhuinn no se atropelló con esas palabras-. Vishous, me… ¿me ayudarás con esto? Es importante.

-Eso ya lo has dicho.- aspiró una buena dosis de nicotina antes de aplastar la colilla junto con sus compañeras y levantarse. Le hizo una seña a Qhuinn con el dedo para que le siguiera al fondo de la fragua, a los estantes de obra donde guardaba sus barras preparadas para forjar. Señaló una estantería alta-. Coge lo que hay ahí.

Qhuinn le miró ceñudo, como si sospechara una tomadura de pelo en potencia, pero estiró el brazo sano y cogió dos barras. Dos en concreto: las mejores aleaciones de las que disponía de acero adasmacado sin ennegrecer. El chaval pasó los dedos sobre una de ellas, palpando la fría suavidad de sus marcas de ondas.

-¿Qué es esto?

-Las dagas para tu Blay. Mejor dicho, el acero para forjarlas en cuanto Manello diga que tu brazo está al cien por cien.

A Qhuinn se le abrió la boca como a los bobos mientras miraba las barras y a él y vuelta a las barras y de nuevo a él.

-¿Sabías que te lo pediría?

Vishous se encogió de hombros.

-Intuición femenina.

-¡Diosssssss…!- Qhuinn se quedó atascado con la “s” y luego se echó a reír, con las barras en las manos y alternándolo con “ays” por su cuerpo aún magullado.

De espaldas al crío, V se permitió dar rienda suelta a la sonrisa de oreja a oreja que venía reprimiendo.

En serio, a veces se preguntaba cómo los demás Hermanos soportaban convivir con un chulo hijoputa sabelotodo como él.

OOO

Un rato después, Qhuinn subió por las escaleras ocultas que desembocaban en el foyer de la mansión apoyándose en la pared para que los restos de la debilidad no le vencieran, dudando entre sonreír por el gesto de Vishous o hacer algo con el nudo que llevaba en las tripas desde que había visto la Espada del Verdugo.

Eckle iba a morir. Tan seguro como que el sol salía por el este. Cabrear a la Hermandad de la Daga Negra nunca era una buena opción, pero tocarle las pelotas al mismísimo Rey, poniendo en peligro a la raza entera, era como la Liga de Campeones de los posibles grados de traición.

Faltaba poco para el Consejo del Princeps, por lo que Qhuinn había escuchado en los pasillos de la mansión. V se había infiltrado en casa de Eckle para cambiar el dispositivo de escucha del comedor, una vez agotada la batería del que él mismo colocó. Tohrment había convencido a los trabajadores del despacho de Lohstrong, donde Eckle pasaba muchas noches, de que les informaran de todas sus movimientos, por cuestiones de seguridad, igual que a su maltratada doggen. Butch y Z vigilaban su casa. Eckle no meaba sin que la Hermandad lo supiera.

Y, a juzgar por las reuniones que se comentaba que mantenían Wrath, Rehvenge y Saxton, el cepo político y legal estaba a punto de cerrarse en torno al cuello de su ex hermano.

Qhuinn no debería tener aquella aprensión instalada en el estómago, no después de lo que Eckle le había hecho sufrir y de lo que había provocado con sus actos. Pero una cosa son los “debería” y otra la realidad. Dijera lo que dijese la Ley Antigua, Eckle era su hermano. Compartían el mismo origen, las mismas raíces y Qhuinn se sentía incómodo cada vez que pensaba que su final lo decidiría el Rey junto con un puñado de nobles y lo ejecutaría alguno de los Hermanos.

No porque creyera que Eckle mereciese un indulto, sino porque… bueno, era de su sangre.

Empujó la puerta de seguridad para salir al foyer multicolor, algo desconcertado por el ir y venir de doggens y de familias reuniéndose para la Primera Comida. Desde que Blay había sido trasladado a su habitación, Qhuinn prácticamente no se había movido de su lado. El barullo, en contraste con la calma del cuarto de su macho, le desorientó por un instante.

-¿Perdido en la multitud, primo?

Giró sobre los talones de sus botas para encontrarse cara a cara con Saxton. El abogado le estaba entregando a Fritz –en su versión chófer de Mrs. Marple- una venda oscura, con la que el doggen debía taparle los ojos cada vez que le traía a la mansión. Saxton era, como de costumbre, la encarnación del macho elegante y divino de la muerte, con su pelo rubio, su traje color perla a juego con los ojos y su cartera negra de piel lustrosa. La punzada de celos furiosos al verle seguía acechando en el centro de su pecho, pero en esta ocasión supo controlarla, al menos exteriormente. Blay era suyo, llevaba su nombre en la espalda, y Saxton se había hecho a un lado voluntariamente… ¿no?

-Eh, ¿qué haces por aquí tan temprano?

Saxton se encogió de hombros con la adecuada mezcla de profesionalidad y fatalismo.

-Su Majestad parece creer que los abogados no necesitamos desayunar. Me ha citado tan temprano que he tenido que venir en cuanto ha anochecido para poder tratar asuntos contigo y con Blaylock antes de verle.

Qhuinn cruzó los brazos sobre el pecho. ¿El nombre de su macho saliendo de los labios de su ex amante? Maaaaala combinación a primera hora de la noche.

-¿Para qué?

-¿Tú tampoco has desayunado? ¿Es la falta de azúcar lo que te pone tan quisquilloso a estas horas? Relájate, primo.- la sonrisa de Saxton se volvió más amplia, con un punto de nostalgia-. Traigo los documentos que debéis firmar para que Blaylock pueda integrarse en la casa Warrior. Tan sencillo como eso.

Bien, perfecto, ahora se sentía imbécil por el numerito de león en celo.

-Ah, vale.- se frotó el pelo corto de la nuca con la mano derecha-. Iré a buscar a Blay, debe estar duchándose.

Porque ni muerto iba a dejar que Sax entrara en su habitación. Grrrroarrrrr… El león en celo atacaba de nuevo y no había nada que Qhuinn pudiera hacer para evitarlo. Reparó en que su primo tenía los ojos fijos en su brazo herido.

-Wrath me dijo que habíais resultado gravemente heridos. Quise visitaros, pero no me dejó.- todo rastro de artificio despareció de su voz- ¿Cómo estáis?

El nivel de alerta de Qhuinn bajó unos grados ante el cambio de tono. Relajó la postura mientras flexionaba el brazo derecho, abriendo y cerrando la mano. Su piel todavía estaba algo insensible y le costaba coger cosas pequeñas, pero su brazo prácticamente tenía la misma fuerza de siempre. Sus hemorragias internas estaban curadas, aunque tampoco había probado a caminar largo rato, conducir o entrenar.

-Estaré a tope en unos días. Mala hierba nunca muere.- torció una mueca-. Blay tardará algo más, pero pronto estará pateando calles también.

Saxton asintió con alivio.

-¿Lo saben sus padres?

-¿Eh? No, ¿por qué mierda tendrían que saberlo?- Qhuinn frunció el ceño-. Blay tuvo que abandonar a su familia, qué les importa si le hieren.

El abogado suspiró, fingiendo derrota.

-A veces eres tan perceptivo como un trozo de corcho.- le regañó con un gesto dramático-. Sea su familia legal o no, son sus padres. La mahmen de Blaylock agradecería sin duda saber que su hijo está herido. Tendría la libertad de escoger si se interesa por él o no, lo cual, ten por seguro, sería un consuelo para Blaylock. Y a su padre quizás le serviría para darse cuenta de la valía de su hijo.

Capullo sabelotodo. No es que a Qhuinn no se le hubiera pasado por la cabeza plantarse en casa de Rocke para restregarle por los hocicos que su hijo gay era un maldito héroe, pero su perspectiva era distinta. Implicaba venganza y sabía que Blay no lo aprobaría. Pero Saxton lo enfocaba como un servicio informativo con posibles consecuencias beneficiosas para su macho… lo que representaba un giro la mar de interesante.

Qhuinn decidió que comprobaría esa misma noche si estaba en condiciones de conducir.

-Saxton, ¿qué haces por aquí? Me alegro de verte.

La voz de Blay desde lo alto de las escaleras le dio un susto de narices. Su macho estaba vestido con pantalones de chándal y camiseta, recién duchado y afeitado. Bajaba los escalones despacio y agarrándose a la baranda de madera, atento a su pierna maltrecha y a su coordinación aún torpe, con el pelo húmedo tapándole el lado izquierdo de la cara. Al pisar el foyer sonrió a Qhuinn como si hubiera ganado una triatlón y después sus ojos iniciaron un baile indeciso entre Saxton y el suelo.

-¿Manello te ha dado el alta?

Blay se encogió de hombros al llegar a su lado, con la mirada en el suelo.

-Puedo hacer vida normal. Empezaré la recuperación hoy mismo.- flexionó un par de veces la pierna herida-. A ver si ésta acaba de curarse.

Qhuinn ladeó la cabeza, intentando ver el rostro de su macho bajo el cabello rojizo, ahora que ya no lo llevaba vendado. Atisbó una fina red de cicatrices sobre su mandíbula, aunque no pudo tener más panorámica. Blay se empeñaba en ocultarse.

-Es un placer verte en pie, Blaylock. El Rey me informó de lo sucedido, habría querido visitarte.

La cabeza de Qhuinn se giró por sí sola hacia su primo, como la maldita niña de “El exorcista”. ¿Trato civilizado? De acuerdo, podía hacerlo. Siempre que Saxton no usara aquel tono de miel derretida con su macho.

-No habrías podido. Alguien apostó los tanques tras la puerta.- Blay le miró de reojo, con la cabeza medio agachada y una sonrisa dudosa.

Bien. Momento de poner fin a aquello.

-Saxton nos ha traído los papeles para que ingreses en la familia Warrior. Vamos a acabar con esto, seguro que mi primo tiene muchas cosas que hacer.

El muy capullo tuvo las narices de soltar una risita.

-Tan sutil como siempre, Qhuinn, pero no te falta razón.- Saxton extendió un brazo hacia la sala de billar, como si ya se conociera aquella parte de la mansión- ¿Podemos proceder?

¿Sala de billar? OK ¿Habitación? Ni de coña.

Qhuinn observó a su macho de reojo mientras se dirigían hacia las dobles puertas de madera lacada, inflando el pecho de puro alivio al verle de pie, oliendo a su colonia de siempre, a champú y a aftershave. Vivo, aunque cojeara un poco y se empeñara en radiografiar el suelo. Hablarían de eso cuando él volviera de la pequeña visita que acababa de colarse en su agenda. O, mejor, le demostraría lo poco que le importaban sus marcas.

Una vez en la sala de billar, Saxton se acercó a la barra del bar y empezó a sacar documentos de su maletín; vitelas cubiertas de caracteres en la Lengua Antigua y una hermosa pluma de escribir de ganso, que contrastaban con su Blackberry y con el equipo estéreo que adornaba la pared. Cuando se trataba de costumbres, la raza seguía anclada en “El nombre de la rosa”.

-Aquí tenéis. Por favor, verificad que todo es correcto.- les tendió los pergaminos con un gesto elegante.

-Seguro que están de puta madre.

Qhuinn ojeó por encima el contenido, mareado con tanta cita de las Crónicas y de la Ley Antigua. Distinguió el lema de su familia, los colores y localizó el nombre de Blaylock en el texto. Le bastaba con eso.

-¿Dónde tenemos que firmar?

Saxton dio unos golpecitos con el dedo al final de tres vitelas.

-Aquí. Una copia para vosotros, otra para los archivos reales y la tercera para las Elegidas. Su Majestad se encargará de hacérsela llegar a la directrix.- al ver que ambos miraban la pluma con recelo, Sax compuso una media sonrisa-. Por supuesto, debe hacerse de acuerdo a las costumbres.- les tendió la pluma blanca, con la caña afilada en dirección a ellos-. Con vuestra sangre, por favor. No es necesario que os abráis las venas, los guerreros siempre exageráis. Con mojar la punta será suficiente.

Blay y él compartieron una mirada sorprendida y un encogimiento de hombros. Su macho se pinchó el dedo índice con la punta de la pluma, esperando a que se formara una burbuja de sangre para untar el cálamo en ella. Firmó rápido, sin dudas, aunque Qhuinn detectó que sus hombros se hundieron un poco cuando estuvo hecho. Sip, definitivamente debía hacer esa visita en cuanto acabaran. Estampó su firma, grande y rústica, junto a la de Blay y después se chupó el dedo para restañar la pequeña herida.

Saxton echó secante en las vitelas, sopló los restos y enrolló cuidadosamente las tres copias por separado, atando cada una con dos cintas, una blanca y otra negra. Después le entregó uno de los rollos a Blay.

-Bienvenido, Blaylock, de la casa Warrior.- saludó en la Lengua Antigua.

-Gracias por las molestias, Sax.- murmuró su macho.

-Ninguna, es un placer. Y parte de mi nuevo trabajo.- el abogado guardó las otras dos copias de la disposición en su maleta-. Wrath me ha designado como Procurador real, me veréis bastante por aquí.

Oooooh, genial. La noticia de la noche. Qhuinn frunció el ceño y se cruzó de brazos al lado de Blay.

-Vale, felicidades y eso.- alzó una ceja, con la cabeza algo ladeada hacia la puerta- ¿Te importa? Tenemos que desayunar.

Si Saxton se molestó por sus malos modales, no lo exteriorizó. Quien le dejó de piedra fue Blay. Su macho se giró un poco hacia él, sin llegar a mirarle de frente.

-Qhuinn, ¿te importa dejarnos a solas un rato? Tenemos que hablar.

Su cara se transformó en la de un dibujo animado. Con la mandíbula hasta el ombligo, los ojos como pelotas y un montón de interrogantes revoloteando alrededor de su cabeza.

-¿Qué? ¿A los dos? ¿A… solas?

Blay asintió despacio un par de veces.

-A solas, Qhuinn.

Abrió la boca. La cerró. Apretó los puños. Los soltó. Miró a Blay. Después a Saxton. Repasó un billón de posibles excusas para evitarlo. Y no se le ocurrió ninguna si es que confiaba en su macho y no quería actuar como un gorila prehistórico. Blaylock tenía todo el jodido derecho del mundo a aclarar las cosas con su ex amante… por mucho que a él le apeteciera propulsarlo al hiperespacio más lejano esposado a un cohete.

-Está bien. Pero no te canses.- le advirtió.

Estaba a punto de darse la vuelta y largarse cuando frunció el ceño. Al cuerno, era su pareja. Le tomó por la nuca para un beso largo, duro y húmedo, de boca abierta y hambrienta. Nada como la abstinencia forzada y la aparición de un ex amante para convertir a un macho vinculado en un depredador en celo.

Se giró hacia la puerta dedicándole la mirada del tigre a Saxton. Sólo por dejar las cosas bien claritas.

No fuera a ser que a Don Mamón Perfecto le quedara alguna duda.

OOO

Blaylock tardó unos segundos en reunir el valor para levantar la vista del suelo después de que Qhuinn cerrara la puerta con más fuerza de la necesaria, tras haber dejado bien patente, por la vía gráfica, de quién era él. Lo que consiguió que su cabeza recuperara la verticalidad fue la suave risa de Saxton.

-Siempre fue parco en palabras y hábil con los gestos aclaratorios, ¿no te parece?

-¿Te… apetece algo?- cojeó hasta la nevera del mueble bar y trasteó las latas de refrescos con manos torpes-. Hay té helado y… Mierda.

Los nervios no eran los mejores aliados para sus problemas de coordinación. Sus dedos decidieron amotinarse y tiró al suelo la mitad de las latas. Saxton estuvo a su lado en dos zancadas.

-Permíteme.- recogió los refrescos con rapidez, volviéndolos a poner en la nevera, y luego se enderezó con una mirada de preocupación-. No necesito nada. Pero tú deberías sentarte.

Blay asintió, cojeando hacia un sofá cerca de la mesa de billar. Joder, cada vez que su corazón se aceleraba era como si alguien desenchufara los cables de su sistema de nervioso y los conectara en las terminaciones equivocadas. El sofá se hundió a su lado cuando Saxton se sentó con delicadeza.

-¿Qué te ha dicho el doctor que os atiende?- murmuró con suavidad.

-Que estaré bien del todo en un par de días.- Abrió y cerró las manos varias veces, con la cabeza gacha-. Odio ser un inútil.

-No lo eres. Has derrotado a un semidiós, tienes derecho a un periodo de recuperación.- Saxton se inclinó hacia delante en el asiento, para poder verle la cara a pesar de que la tenía gacha-. Y también a llevar tus marcas con orgullo. Es lo que hacéis los guerreros, ¿no? Son el recuerdo de una victoria. Además, nada en los vampiros es permanente y, por otra parte, a juzgar por lo que he visto, a Qhuinn no pueden importarle menos esas cicatrices. Creo que aún está dando gracias porque estás vivo.

Blaylock entonces sí levantó la cabeza para mirar a Saxton directamente. Por supuesto, su fino olfato había entendido a la primera su vergüenza. Y también había calibrado a la perfección la profundidad de su relación con Qhuinn. No tenía sentido andarse con rodeos. Blay le miró con fijeza, desde los empáticos ojos grises a los labios elegantes pasando por su compostura natural, y todo el discurso bien preparado que tenía se fue al demonio. En realidad, había bien poco que pudiera ofrecer como explicación.

-Ojalá hubiera podido enamorarme de ti.- murmuró, para luego desviar la vista, avergonzado.

-En un corazón ocupado no hay espacio para una segunda persona.- susurró Saxton.

Blay asintió, jugueteando con las costuras de su pantalón de chándal.

-No tendría que haber… empezado una relación contigo.- levantó la cabeza cuando reparó en cómo sonaba aquello-. Quiero decir… no es que me arrepienta, conseguiste que me sintiera como una persona por primera vez en muchos años pero… No debería. No es que quisiera… la Virgen sabe que eres un macho de valía.- meneó la cabeza-. Tienes más virtudes de las que puedo manejar e intenté… -apretó los labios, buscando la forma menos cruel de expresarlo sin encontrar ninguna-. Intenté amarte, Saxton. Pero no pude. Te utilicé y…

-En realidad, yo te utilicé a ti.

Joder, no, dos giros inesperados en conversaciones infartantes en la misma noche era más de lo que Blay podía soportar. Soltó una risa irónica y se echó el pelo hacia atrás en un gesto nervioso.

-Hoy estáis empeñados en dejarme KO. No lo entiendo.

Saxton se acomodó contra la esquina del sofá, mirándole con nostalgia.

-Quiero decir que supe dónde me metía desde el primer momento. La sombra de Qhuinn a tu alrededor era tan densa que a veces me parecía que éramos tres en la cama.- levantó un poco la comisura de la boca-. A pesar de eso, insistí en seguir viéndote después de esa primera noche. Por puro egoísmo.

La sorpresa debió reflejarse de manera bastante gráfica en su cara, porque Saxton soltó una breve risa carente de humor.

-No lo comprendes, ¿verdad? Tú me dabas todo lo que yo he ido perdiendo con los años, Blaylock.- explicó, paseando la mirada por la sala-. Cada noche que estábamos juntos me devolvías nobleza, inocencia y humanidad. Todo lo que yo fui dejando caer para transformarme en quien tú conociste.- volvió a mirarle, serio- ¿Cómo no iba a aferrarme a ti, a pesar de saber que sufrías intentando amarme sin conseguirlo? Debí haberte dejado marchar, por el bien de ambos. Pero no pude hasta que no estuve seguro de que Qhuinn lucharía por merecerte.

Blay lo observó en silencio durante un largo rato, mudo de repente. Qué difícil era juzgar a las personas, pensó. Layla había resultado ser una hembra admirable en proceso de construcción y Saxton… él se merecía un macho de valía a su lado, alguien que le amara con lealtad y sin reservas. Saxton era una persona con el potencial de cambiar el mundo en que vivían.

-Me diste tanto…- susurró, avergonzado hasta la médula de cómo habían resultado las cosas entre ellos y también sorprendido de que, en el fondo, tuvieran tan poco que aclarar. Todo había sido diáfano como el agua desde el primer momento pero ambos se habían empeñado en obviarlo.

-Tú también a mí.- su sonrisa fue lenta y algo triste, pero tranquila-. Así que, ¿que te parece si dejamos de comportarnos como si hubiéramos conspirado para asesinar a alguien y nos tratamos como amigos, Blaylock?

-Blay.- parpadeó rápido.

-¿Disculpa?

-Mis amigos me llaman Blay.

Saxton pareció sorprendido de que le dejara entrar en su círculo más íntimo usando su abreviatura cariñosa, como si le estuviera haciendo un gran honor, después de todo. El desconcierto del abogado le provocó un arranque de ternura que le impulsó a echarle los brazos sobre los hombros en un súbito abrazo. Al cabo, Sax perdió la rigidez y le correspondió con algo de torpeza, apoyando la cabeza sobre su hombro.

-Blay, entonces… -susurró contra la piel de su cuello, con una sonrisa en la voz.

-¿Estarás bien?- preguntó, con los ojos cerrados, dando gracias por las bendiciones de su nueva vida.

-Ahora sí.

Y él decidió que su lista de amigos por los que jugarse el culo y el alma, hasta entonces integrada sólo por John, Xhex y Qhuinn, acababa de ampliarse en uno más.

Alguien con quien, daba igual lo que él dijera, siempre estaría en deuda por haber frenado su sangría de autoestima cuando había estado a punto de perder la última gota.

OOO

La sede del Bank of America en Caldwell ocupaba una torre de ladrillo rojo de dieciséis pisos, construida a principios del siglo XX, y bautizada, muy originalmente, la Torre de la Banca. Comparada con el resto de los rascacielos contemporáneos de Fourth Avenue no destacaba por su altura pero sí por su aire regio. Parecía decir a las torres de cristal y acero “chulead lo que queráis, advenedizas, para cuando vosotras paséis de moda yo seguiré con mi elegancia atemporal”. Con sólo dar una ojeada al interior a través de las puertas giratorias con marcos dorados, se atisbaban las alfombras granates en el suelo, el artesonado policromado del techo y los bancos de madera labrada.

El sitio ideal para que trabajara un miembro de la glymera como, pongamos, Rocke, padre de Blaylock. Qhuinn no podía imaginarse otro lugar del mundo que le hiciera sentir más como pez fuera del agua que aquel, con la única posible excepción de un Consejo del Princeps. Pero tenía algo que hacer y ni que saliera por la puerta Donald Trump en persona con un ejército de matones iba a echarse a atrás.

Qhuinn llevaba una hora sentado en el Hummer, aparcado al otro lado de la acera de la Torre de la Banca para poder vigilar la puerta principal del edificio y le estaba doliendo todo lo que aún tenía herido tras el combate con Lash. Maldijo entre dientes cuando intentó, por enésima vez, encontrar una postura tras el volante que no le hiciera sentir que tenía erizos clavados por toda la piel. El brazo maltrecho se le había dormido hacía tanto rato que podía haber sido de madera y la cabeza aún le latía de tal forma del esfuerzo de conducir que la cadena de música del Hummer guardaba un respetuoso silencio. Yup, definitivamente la vida normal después de sus heridas aún huía de él.

En esas condiciones, lo único que le ocupaba era parpadear de vez en cuando y cerrarle el pico a la zorra de la Sra. Inseguridad que, junto con su marido, el Sr. Celos, se empeñaban en recordarle que su Blay estaba encerrado en una habitación con Saxton. Corrección, que Blay estaba hablando con Saxton en la sala de billar.

Pero muy cerca de un sofá enorme.

Calla, perra.

Donde llamas hubo, brasas quedan, ¿saben?

¡Que te calles, joder!

Cogió el volante con las dos manos y se dio un golpe en la frente. Flojo, eso sí, no fuera a ser que se provocara una hemorragia cerebral más y, además de apaleado, pareciera idiota. Virgen, cómo le había costado dejar a su macho en esa sala con su primo.

Implicaba tener la seguridad necesaria en su relación como para creer que Blay no recaería con Saxton y la confianza de que su primo no intentaría aprovechar que su chico no se podía mover para hacerle recordar viejos tiempos. Si por él fuera, habría cerrado la sala de billar con cadenas de camión y hubiera puesto alarmas anti-Saxton conectadas a minas de defragmentación. Lo cual, por supuesto, era ridículo, porque su primo había venido a ayudar al Rey y, qué cojones, a arreglar el ingreso de Blay en la prístina familia Warrior. Además de que Blaylock tenía todo el derecho del mundo a hablar de lo suyo con Saxton sin que él estuviera mugiendo en una esquina. Pero…

Ya, bueno, nadie dijo que ser un tío maduro y sereno fuera fácil, ¿no? Yup-yup.

La puerta de empleados del Bank of America, al lado de las giratorias, se abrió y Qhuinn se enderezó de golpe tras el volante en cuanto asomó un tipo. Parecía el conserje, gorrita roja y gabardina hasta los tobillos incluida. Salió a la calle y sostuvo la puerta abierta para dar paso a otro hombre… macho. Reconoció el porte alto y espigado de Rocke al segundo. Qhuinn bajó del Hummer y cerró la puerta con el mando tan rápido como le permitió su cuerpo todavía de merengue y cruzó la calle rogando que ningún taxista adormilado le hiciera puré en el asfalto delante de su suegro. A pesar de sus esfuerzos, estuvo a punto de perder a Rocke cuando el macho giró en una calle a dos esquinas del banco.

-¡Eh! ¡Señor, espere!- renqueó por la acera, maldiciendo su apariencia de mula vieja- ¡Rocke!

El nombre consiguió que el macho se girara con aire sorprendido, cartera de piel en mano y trajeado de pies a cabeza: la viva estampa del directivo de mediana edad. La expresión le cambió en cuanto le reconoció. Apretó los labios, frunció las cejas y se dio la vuelta con rigidez para doblar la esquina a paso vivo.

Maldición.

Qhuinn apretó los dientes y obligó a su cuerpo recién soldado a soportar un trotecillo indigno que hizo que sus órganos internos recién cicatrizados temblequearan a la vez, amén de que el brazo le cantó un aria en do mayor. Empezó a temblar de tal modo que temió perder el paso y besar el suelo, pero se puso a la altura de Rocke.

-¡Oiga! Sólo he venido a hablar…

Eso hizo que el macho se detuviera en seco y se girara hacia él. Dios bendito, Qhuinn nunca le había visto con esa expresión: los labios retraídos, los colmillos extendidos, la piel tirante sobre los pómulos y los ojos como ascuas. Le hizo recordar que el macho trabajaba como contable pero había sido un soldado. Y ahora era un padre que se creía deshonrado.

-¿Cómo te atreves a presentarte ante mí, a las puertas de mi trabajo, después de haber ultrajado mi casa?- se acercó un paso hacia él-. Lárgate. Olvídate de mí y de mi shellan. No quiero volver a verte jamás, ¿me he expresado con claridad?

Completamente, pero después de haber comido mierda durante veintiséis años y haberse enfrentado a un semidiós, Qhuinn empezaba a estar de vuelta de muchas cosas.

-En realidad no, señor. No lo ha hecho.- se enderezó todo lo que pudo con el cuerpo dolorido y luchando por encontrar el resuello-. Con todo el respeto, ha estado usted mezclando cosas que no tienen nada que ver y, por el bien de su hijo, vengo a pedirle que me escuche.

-Yo no tengo hijos.- lo pronunció en voz muy baja pero muy claro.

Santo cielo.

-Espero que Blay nunca le oiga decir eso porque le mataría.- joder, casi le mataba a él-. Encima de que tuvo la valentía de no mentirle y de apartarse él mismo para que ustedes no sufrieran daño…

Rocke dejó caer la cartera de piel al suelo con un “thomp” sordo que a Qhuinn le aceleró las pulsaciones. Por un instante, se preguntó si el macho llevaría algún arma oculta, pero no iba a desenvainar las dagas delante del único tipo que le había abierto las puertas de su casa. Sólo permaneció rígidamente en pie, sobre piernas inestables y cogiéndose el brazo a medio sanar con la mano buena, cuando Rocke se le acercó hasta casi rozar la nariz con la suya.

-Tú corrompiste a mi chico, ¿crees que no lo sé? Tú le metiste en la cabeza esas… esas idioteces de ser… maricón.- casi escupió la palabra-. Porque mi hijo era un buen chico, el mejor, y tú estabas solo. Querías tenerlo siempre pegado a ti, ¿verdad? Para que alguien te abriera la puerta cuando tu familia se volvía insoportable. Por eso lo sedujiste, por eso hiciste… hiciste que creyera sentir… eso por ti. Apartaste a Blaylock de su camino, lo ensuciaste y destrozaste el honor de esta familia. Todo por tu egoísmo.

Qhuinn tuvo que comprobar mentalmente que seguía teniendo dos brazos, dos piernas y cierta sensibilidad para asegurarse de que no era todo una jodida broma cruel en algún sueño de mierda de los que le habían acompañado toda la existencia. Tuvo que recordarse varias veces que llevaba el nombre de su macho grabado en la espalda con el honor de los guerreros para creerse que el mundo real era en el que Rocke estaba retorciendo las cosas de aquella manera truculenta.

-Lo ha entendido todo, todo, al revés.- exhaló el aire muy despacio, con el rostro furioso e inmóvil de Rocke a dos dedos del suyo-. Rechacé a Blay todas las veces. Todas. Primero sin saberlo y luego a conciencia. Le hice tanto daño que él… que casi nos mató a los dos.- la voz se le volvió tan ronca como si hubiera bebido dos botellas de tequila-. Intenté por todos los medios que se olvidara de mí ¿Sabe por qué? No para que dejara de ser gay, joder, porque eso no se escoge, se es. Lo hice porque creí que no le merecía. Y para que no tuviera que enfrentarse a la decisión de romper con su familia por mi culpa ¿Pero sabe qué? Fuera por mí o por otro –tuvo que tomar aire para seguir hablando- habría acabado largándose igual. Porque Blay es el tío más honrado y más íntegro que conozco. Lo único que puedo hacer yo es intentar estar a su altura. Y también es de los machos con más cojones que hay. –el temblor de sus miembros empezó a ser visible-. Por eso ahora está tirado en una cama y estuvo a punto de ir al Fade. Por honor y por valor.

Rocke parpadeó rápido, varias veces, y luego se enderezó, retirándose. Sus ojos le recorrieron de pies a cabeza, tomando nota de la postura encogida de su brazo derecho, del temblor no natural de sus miembros después del breve trote y de las ojeras de zombie que aún debía lucir.

-¿Blaylock está… herido? ¿Grave?- había alguna lucha interna en Rocke, algo que le dejó rígido como un muñeco de madera.

Justo entonces, su cuerpo le envió a tomar por culo. El esfuerzo de conducir, de moverse y de correr después de que le hubieran recompuesto como al monstruo de Frankenstein fue excesivo. Uno de los espasmos residuales que le recorrían de vez en cuando se alió con sus piernas de gelatina y Qhuinn manoteó para apoyarse en la pared. Como un auténtico gilipollas, pegó la espalda al ladrillo y resbaló lentamente hasta quedar sentado en la acera de hormigón de la pequeña calle, con los brazos encogidos entre las piernas y resollando.

-Chico…- encima el macho le hablaba con aquel tono de advertencia.

Le llevó un par de boqueadas trémulas levantar la cabeza para mirar a Rocke a la cara.

-Blaylock… y yo, junto unos amigos… tuvimos una pelea dura. Muy dura. El… nuestro enemigo… podría haber matado a todos los nobles de Caldwell. Como a usted y a su mujer.- no es que pudiera darle detalles, Wrath lo había prohibido explícitamente hasta el Consejo del Princeps-. Blay… fue quien le inmovilizó para enviarle al puto infierno. Y casi muere por eso.- jadeó un par de veces hasta conseguir que la voz le saliera sin temblores-. No vuelva a insinuar que su hijo es un mariquita de mierda sin personalidad y sin cojones sólo porque está con otro macho. No. Se. Atreva.

A la mierda la prudencia y la educación. Si el tipo no quería escuchar a las buenas, lo haría a las malas. Se lo debía a Blay. Desde su posición en el suelo, vio perfectamente el cambio en Rocke, como si hubiera recibido un derechazo en el hígado.

-Has venido hasta aquí sólo para contármelo.

¿Podría su cuerpo dejar de temblar para ponerse en pie con dignidad? Nop, parece que no. Qhuinn suspiró con un curioso asombro: a pesar de estar con el culo en suelo y de tener que torcer el cuello para mirar al macho a la cara, se sentía a su misma altura. Desde allí sólo veía a un hombre atrapado en la telaraña de la glymera mientras que él, por suerte, había cortado casi todos los hilos pegajosos.

-He venido hasta aquí para decirle que usted está deshonrando a Blaylock con su comportamiento. Que en nuestro mundo él es un guerrero respetado. Y un amigo querido. Y que cuando te juegas el culo en las calles para que personas como usted duerman tranquilas a nadie con dos dedos de frente le importa con quién te acuestes. O de qué color tengas los ojos.- Qhuinn torció una comisura-. Blay es de ese mundo, pero les sigue queriendo y siempre les honrará aunque esté fuera de la familia porque así es él. Es una pena que tenga que venir a decírselo.

Rocke dio dos pasos atrás, mudo. Sólo le miraba como si no estuviera seguro de a quién tenía delante. Hasta ahí habían llegado, Qhuinn no podía añadir nada más. Llevó la mano izquierda hacia atrás, apoyando la palma en la pared para intentar sostenerse sin mover el brazo derecho. Sus piernas se comportaron bastante bien, pero seguía sintiendo todos sus órganos como gelatina flotando en un océano de mantequilla. Temblar como si bailara el “Twist & Shout” definitivamente tampoco era una ayuda.

Le sorprendió una mano fuerte bajo su axila izquierda, que cargó con su peso hasta que consiguió levantarse del todo.

Qhuinn bajó la mirada hasta los dedos de Rocke, recorrió toda la longitud de su brazo y acabó el paseíllo en sus ojos. Mierda, el macho estaba deshecho. Cortocircuitado entre lo que debía haber mamado toda la vida y lo que el corazón le decía. Como había estado él. Y Blay. Y Layla. Y quizás Saxton.

Joder, el daño que podía causar la imposición de los códigos de la mayoría sobre la minoría.

Rocke le soltó y se aclaró la garganta.

-¿Blaylock saldrá de ésta?

-Sí, señor.- se afirmó con las piernas algo separadas hasta conseguir una postura más o menos estable-. Está bien atendido, ahora sólo necesita descansar.

El macho asintió varias veces. Apretó los labios, se agachó, recogió la cartera y la cambió de mano. Luego le miró un segundo antes de desviar los ojos.

-¿Has… venido en coche? ¿Puedes caminar?

-Sí.- señaló hacia Fouth Avenue-. Tengo el Hummer justo ahí.

Rocke volvió a asentir. Se giró, dio dos pasos hacia la avenida y después se detuvo a mirarle.

-No puedo olvidarlo.

Qhuinn torció una mueca, apoyado en la pared con una mano.

-Eso es buena señal, señor. No ha dicho “perdonarle”.

Al menos, era una admisión de que el problema lo tenía Rocke, sólo él, para aceptar que Blay era gay. Era una desilusión personal. El macho tenía la suficiente sabiduría, quizás sólo de forma inconsciente, como para aceptar que ser homosexual no era un pecado que precisara de perdón.

Qhuinn se quedó mirando durante un largo rato el punto del que Rocke se desmaterializó, antes de juntar energías para volver tambaleándose al Hummer y conducir de vuelta a casa.

Quizás, con el tiempo, Rocke entendería que su hijo era el mismo de siempre. Que quien se había formado una imagen distorsionada de Blaylock era el propio Rocke.

OOO

-¡Eh, abogado!

Rhage hizo gala de sus recién adquiridas habilidades como padre –lo que, milagrosamente, parecía incluir que le hubiera crecido un par de brazos extra- para colgarse a Ahna de un brazo como un saco de patatas mientras se levantaba de la mesa y se acababa el zumo de un trago. Por la puerta abierta del gran salón acababa de ver pasar de refilón a Saxton de camino al despacho del Rey.

-¡Hollywood!

-¡…la niña!

-¡¡Cógela bien, animal!!

Rhage dio media vuelta, con Ahna colgada boca abajo como un fardo, manoteando mientras reía, feliz con el trato, y varios Hermanos tuvieron que agachar la cabeza para evitar que el bebé se la pateara. Lo cual no era una mala manera de empezar a tratar a aquel montón de cabestros, por otra parte.

-¿Qué pasa? ¿Creéis que no sé coger a mi hija?- les frunció el ceño a todos-. Además, a ella le encanta, ¿verdad?- tiró a la niña al aire, entre los chillidos alarmados de los demás, para volver a cogerla de la diminuta cintura. Ahna estalló en una cascada de carcajadas y grititos-. Esta es mi niña, valiente como su padre.

-La Virgen nos libre de dudar de Papá Smaug.- Butch fingió la cara de espanto.

-Que sepáis que estoy montando su nueva cuna. Con mis propias manos.- levantó un índice para subrayar su proeza.

-Pobre cría.- Z arrugó el labio arruinado en un remedo de sonrisa, con su hija en el regazo.

-Nos la encontraremos durmiendo con un saco en el suelo.- Tohr le guiñó un ojo.

-Náh, me envidiáis porque yo tengo un ángel de verdad.- Rhage salió del gran salón estampando un sonoro beso en las mejillas regordetas de Ahna.

La niña le miraba con arrobo, encantada con sus meneos bruscos, como cada vez que rodaban por el suelo de la habitación entre cosquillas. Rhage acababa de encontrar algo que le recompensaba más que el estallido de un restrictor al volver con el Omega, sólo a la altura de complacer a Mary: hacer reír a su hija.

Nunca se había imaginado como padre. En los años más alocados de su juventud se quedaba con los intentos, con cuantas más hembras mejor. Después de recibir su maldición, bastante tuvo con mantener a su Bestia a raya. Luego llegó Mary, que no podía concebir. Para Rhage, el hecho de tenerla, colmando su vida, ya había sido milagro suficiente. No pensó que necesitara un hijo para redondear la lotería.

Entonces, de repente, había llegado aquella criatura. Esa niña indefensa que había despertado su instinto protector en el mismo momento en que la había sacado, sudada y sofocada, de aquel armario. Ahna le había mirado como si él fuera el centro de su universo y Rhage había caído rendido a sus diminutos pies.

No tenía expectativas como padre porque jamás se había visto en ese papel. Ni ninguna idea de qué se esperaba de él. Sencillamente hacía lo que le pedía el instinto hacia una vida pequeña e indefensa: protegerla, procurarle alimento, calor y, en el proceso, amarla. Si no lo hacía bien… bueno, nadie era perfecto, ¿no? De acuerdo, él se acercaba bastante a la perfección, pero admitía que no al cien por cien. Y tenía a Mary a su lado para ayudarle.

Su shellan llevaba un par de días liada, ayudando a Marissa a acondicionar el nuevo Refugio tras la evacuación del antiguo. Apenas volvía a casa para desmayarse en la cama, agotada. Pero Rhage había visto la sonrisa en su cara, privada y de una ternura desconocida, cada vez que se acercaba a la cuna de Ahna para comprobar que la niña dormía tranquila. No es que él tuviera mucha idea de la maternidad, pero estaba seguro de que era la sonrisa que una mahmen reserva sólo para su hija, ni siquiera para su hellren.

¿Debería estar celoso por ello? Mmmm… teniendo en cuenta que por fin había recuperado a su shellan… en todos los sentidos, estaba más que dispuesto a pasarlo por alto. Después de todo, por lo que sus Hermanos contaban, él llevaba una sonrisa de babuino baboso enganchada en la cara todo el día.

Saxton salía de la sala de billar y se detuvo con un pie ya en la escalera que conducía al primer piso.

-Hermano Rhage, ¿me llamabais?

Puf, trabajar como picapleitos para Wrath debía ser aún más agotador que hacerlo como guerrero. Saxton lucía ojeras de panda, a pesar de lo cual dedicó una sonrisa a Ahna, le cogió la manita y le besó el dorso, como a una pequeña dama. La niña lo miró bizqueando, con los ojos muy redondos, y después recompensó el gesto con un trino.

Rhage no supo si agradecer la caballerosidad del abogado o colgarlo del pararrayos de la mansión por los pulgares por haberse atrevido a acercarse tanto a su hija sin permiso.

Decidió que primero le daría una oportunidad.

-¿Trabajas sólo para Wrath?- le espetó a bocajarro. Que le mataran si es que sabía cómo hablar con un abogado finolis.

Saxton debía haberse acostumbrado ya a los modales rocosos de los habitantes de la casa, porque no dio muestras de ofensa.

-En primer lugar. Aunque trabajar para el Rey supone hacerme cargo de un círculo íntimo más o menos amplio que abarca a los residentes en esta mansión.- la sonrisa del abogado tenía un punto de agotamiento- ¿Por qué? ¿Deseáis consultarme algún asunto?

-Más bien encargarte algo.- Rhage se acomodó a la niña en un solo brazo y la señaló con la barbilla-. Mi Mary y yo hemos adoptado a Ahna, seguro que lo sabes.

-El Rey lo ha puesto en mi conocimiento, sí. Mis sinceras felicitaciones, sire, vuestra hija es sin duda un tesoro.

Cagüenél. Rhage desconfiaba de los abogados –y de toda gentuza versada en libros que no dirimiera sus asuntos de forma directa con una daga- como de la peste. Pero Saxton se las apañaba para que, al menos, pareciera que hablaba con sinceridad. Se removió el pelo de la nuca con la mano libre. Bueno, Wrath tenía mejor criterio en esto, si el Rey se fiaba del primo de Qhuinn, su opinión iba a misa.

-Ya… gracias. La cosa es que sólo la hemos adoptado de palabra. Quiero decir… no hemos firmado ningún papel… o algo.- joder qué simio se sentía hablando de mierdas que no fueran patrullas-. Además, le cambiamos el nombre y quiero que se siga llamando Ahna.- frunció el ceño-. Es importante. En fin… que no tengo ni idea de lo que dice la Ley Antigua en estos casos.

Saxton asintió como si su explicación hubiera estado a la altura de una interlocución ante el Tribunal Supremo. Consiguió que Rhage no se sintiera tan ridículo.

-Queréis decir que la habéis adoptado con el corazón pero que aún no habéis tenido tiempo para arreglar los documentos legales lo cual, por supuesto, es comprensible, dado el trance que habéis vivido estos días. Sin embargo, como es natural, queréis tramitar su ingreso en vuestra familia de acuerdo a la Ley Antigua lo antes posible, por mejor protección de la pequeña.- Saxton retiró el pie de la escalera para volverse completamente hacia él, que a esas alturas asentía a cada palabra del abogado. Le pareció que el macho rubio miraba a su hija con auténtico calor-. No sufráis por ello, me haré cargo. Tan sólo necesitaré un par de cosas de vos y de vuestra shellan.

-Habla. Tendrás lo que necesites.

La media sonrisa zorruna de Saxton se volvió más amplia al oír su tono. Como si Rhage estuviera esperando que el otro le pidiera que se flagelara en penitencia o que subiera a las Adirondacks de rodilla en peregrinación religiosa.

-Tan sólo una copia de vuestra línea de sangre, que habréis de pedir a la directrix Amalya, y también el testamento o cualquier voluntad que la madre biológica de la niña pudiera haber dejado. Junto con cualquier informe médico referente a su ingreso. Me consta que la hembra se alojaba en el Refugio, seguramente vuestra shellan podrá hallarlo con rapidez. Hay que descartar que la criatura tenga familia viva que pueda reclamarla.

La temperatura a su alrededor descendió, en plena noche de principios de agosto, un par de grados.

-Nadie va a reclamar a mi hija. Por encima de mi cadáver.- ciñó a la niña con ambos brazos.

Definitivamente, aquel abogado empezaba a habituarse a las muestras de testosterona. Ni se inmutó.

-Por supuesto, vamos a asegurarnos de que eso no ocurra. Para lo cual necesitamos toda la información disponible.- su tono era conciliador. Meloso-. Tengo entendido que la hembra que la alumbró sufrió… severo maltrato por parte de su hellren.

-Sí.- gruñó-. Su madre ingresó en el Refugio agonizante. El parto se le adelantó y estuvo a punto de morir.

Si el malnacido de su padre biológico se atrevía a reclamarla… Rhage empezó a temblar y tuvo que obligarse a calmarse antes de que su Bestia se desperezara.

-Bien. Por terrible que eso fuera, ahora que ya no podemos hacer nada por la madre, jugará a nuestro favor. Como sabéis, la Ley Antigua autoriza a un hellren a castigar físicamente a su shellan, siempre que se aplique con moderación.- Saxton pasó por alto su cara de airada ignorancia. Dios, habría que ser un hijoputa de primera para ponerle la mano encima a la propia esposa-. Si podemos demostrar que el hellren maltratador puso en riesgo la vida de la madre biológica y, por ende, del bebé, perderá definitivamente la custodia. Nunca podría reclamar a la niña, aún si se enterara de que ésta llegó a nacer y vive.

Rhage se forzó a prestar atención a la jerigonza legal a pesar de que su sangre rugía por ir en busca del macho y hacerse un collar con sus dientes.

-De acuerdo. Hazlo. Lo que mierda sea. Yo te traeré esos informes y todo lo que encuentre. Tú te asegurarás de que Ahna pueda llevar mi apellido y los colores de mi casa y de que nadie pueda dudarlo jamás, ¿estamos?

Sip, a Rhage empezaba a gustarle aquel chupatintas. Incluso comenzaba a entender por qué lo había fichado Wrath. Saxton entendió que su agresividad no iba dirigida específicamente a él, sino a cualquiera que amenazara la felicidad de su hija. Como cualquier padre haría. Esta vez, Rhage permitió sin sobresaltarse que Saxton alargara la mano para acariciar la suave mejilla de la niña y no pudo dejar de aprobar la expresión acerada del abogado.

-No dejaremos que nadie la considere indefensa nunca más, sire.

OOO

Qhuinn llegó a la mansión agotado, como si, en vez de haber conducido desde el centro de Caldwell, hubiera vuelto de un viaje al centro de la Tierra.

En cuanto entró por el foyer, apoyó las manos en los muslos y agachó la cabeza con un suspiro. Jesús, ir y volver le había tomado un par de horas. A la vuelta tenía el brazo tan dormido de conducir que había tenido que ir parando para descansar y recuperar la circulación. Mañana mismo empezaría en el gimnasio. En pocos días tenía que estar al cien por cien, listo para patear calles de nuevo, o condenaría a John a seguir encerrado en casa. Lo de haber sido nombrados hermanos siameses tenía esas repercusiones. Pero ahora iría a ver como se encontraba Blay o, más bien, admitió para sí, si la garrapata de su primo le había soltado ya.

La mansión estaba en silencio, excepto por el ir y venir de los doggens. Algunos Hermanos habrían salido a las calles a comprobar que la policía no hallaba restos de restrictores en los escenarios que investigaban, V estaría encerrado en su fragua y los demás echando una mano en la readecuación del Refugio y de la clínica de Havers. Xhex ayudaba a las Sombras a verificar que ningún pandillero latino superviviente conociera que el Iron era un local de vampiros. Los únicos que estaban descolgados de la agenda general eran ellos tres.

Qhuinn asomó la cabeza por las puertas de la sala de billar, negándose a admitir el alivio al verla desierta. Saxton no estaba. Puede que hubieran seguido con la charla en la habit… No vayas por ahí, capullo de mierda, Blay no merece que pienses así de él.

Ah, los celos posesivos. Era el número uno de la banda sonora que acompañaba a la película “Memorias de un macho vinculado”.

Subió las escaleras hasta el pasillo de las estatuas y empujó la puerta del cuarto de Blay, en el que llevaba días como okupa, con cuidado. La sonrisa se le formó al instante cuando divisó a su chico, vestido sólo con un pantalón corto del pijama, a punto de acostarse, a pesar de que quedaban un par de horas de noche.

-Eh, ¿cansado ya?- entró en la habitación cerrando la puerta.

Blaylock se dejó caer sentado en la cama, estirando la pierna herida y frotándosela con ambas manos mientras hacía una gañota.

-Primera sesión de rehabilitación. Manello es un torturador.- gruñó-. Y ha sido corta. No sé si pretende que esté a tope en unos días o rematarme.

Qhuinn rió mientras se acercaba.

-Bueno, mírame, yo sigo vivo y me han torturado él y Payne a la vez.

Dios, su macho olía de maravilla, a gel y a su propio aroma saludable. Aunque, para su gusto, faltaba algo en aquella piel pálida que forraba los músculos ondulantes: su marcaje. Los colmillos le cosquillearon en las encías y miniQhuinn se removió bajo los tejanos. Demasiados días de abstinencia forzada. Demasiado miedo a perder a Blay. La visita inoportuna de Saxton no ayudaba.

Se quitó la camiseta de un par de tirones mientras Blay se espatarraba sobre el colchón como si hubiera caído de un ático, con los ojos azules observando sus movimientos.

-¿Dónde has estado?

Él se encogió de hombros, plantado al otro lado de la cama, mientras se desabrochaba los botones del tejano. Los ojos de Blay siguieron los movimientos de sus dedos.

-Atando algunos cabos pendientes.- su voz había bajado un poco, volviéndose más grave.

Qhuinn se bajó los tejanos por las caderas, liberándose con un bamboleo. Los ojos de Blay se pegaron a él como chinchetas.

-¿Y cómo te encuentras?- otro con el tono más ronco. La mano de Blay acariciaba las sábanas.

Pateó para sacarse las botas y dejó toda la ropa en una pila al lado de la cama. Completamente desnudo, apoyó las rodillas en el colchón, hundiéndolo con su peso. El olor de Blay, tan vivo y picante, era un señuelo que no podía eludir más tiempo. O tenía algo de su macho ya o estallaría. Incluso sin ropa, notaba su polla hinchada, tensa, y las pelotas pesadas con demasiada carga acumulada aquellos días.

-Lo bastante bien…- murmuró, colocando una rodilla a cada lado de las caderas de Blay para poder inclinarse sobre él.

La punta de su verga acarició la piel suave del vientre de su macho y Qhuinn siseó cuando el mero roce le dolió, constriñendo sus testículos. Las benditas manos de Blay fueron a su espalda y bajaron como seda hasta sus nalgas, apretándoselas para obligarle a descender sobre su cuerpo.

-No soy… como antes.- Blay levantó la cabeza, buscando su boca, mientras sus caderas hacían contacto. Su macho tampoco era indiferente a la abstinencia de esos días, estaba claro.

A pesar del gesto, había algo tímido en él. Blaylock mantenía la cara lejos de la luz de la mesita de noche, como si estuviera avergonzado de exhibir sus cicatrices.

-Eres exactamente igual que siempre.- ronroneó mientras lamía su labio inferior, balanceando las caderas con suavidad para frotarse con la erección de Blay a través de sus pantalones cortos-. Hermoso. Valiente. Y un guerrero. Mi macho… -permaneció con los labios apretados contra los de Blay en un beso casto, hasta que le sintió sonreír-. Vivo…

Recorrió con los labios la mejilla marcada de Blay, besándole con suavidad, hasta su párpado y vuelta a bajar, adorando cada marca de su coraje mientras sus caderas se acunaban muy despacio. Aguantó el peso de su cuerpo con el brazo sano mientras besaba lentamente el lado marcado de la garganta de Blay y obligaba a su mano mala a coordinar lo bastante como para quitarle los pantalones. Blaylock gimió en cuanto sus cuerpos se tocaron sin tela de por medio. En respuesta, una gota cristalina cayó de su punta sobre el estómago pecoso. Qhuinn dejó caer la cabeza con un gemido.

-No puedo hacerlo.- murmuró Blay mientras sus manos iniciaban un camino desde sus nalgas hacia delante-. Aún no estoy recuperado.

-Lo sé.- Qhuinn casi chirrió las mandíbulas. Joder que estaba a punto de correrse como un crío ahí encima de Blay.

-Pero puedo tocarte. Lo necesito. Déjame ayudarte.

La mano izquierda de Blay sostuvo sus pelotas, ciñéndolas con cuidado, y a él se le escapó un gemido largo.

-Las tienes calientes… y duras.- Blay sonreía cuando alzó la mano derecha, sin dejar de acariciarle con la otra.

-No tienes… ni puta… idea.- Qhuinn le cogió la mano para lamerle la palma sin dejar de mirarle, maravillado de que el destino hubiera estado a punto de arrebatarle a Blay hacía unos días y que ahora su macho estuviera vivo y caliente bajo él.

Gimió como un niño cuando Blay le tocó con la mano húmeda, que se le antojó fresca sobre su piel ardiendo. A horcajadas de su macho, agachó la cabeza, jadeando, para besar su cara y sus labios mientras balanceaba las caderas, follándose en las manos de Blay, despacio. Aquellas manos largas temblaban por el esfuerzo de coordinación, pero Blay acarició sus pelotas, apretando a la vez que lo hacía en su polla, soltando cuando el ritmo de fricción aumentaba. Volviéndole loco sólo con sus manos, con su presencia y su olor.

Blay esparció la humedad que brotaba, descontrolada, de su punta por toda su longitud, frotando la abertura con el pulgar, y Qhuinn gimió cuando el contacto le dolió. Apoyó la frente sobre la de Blay, temblando de pies a cabeza, con los músculos de sus nalgas contrayéndose y dilatándose, buscando alivio en las manos de su pareja. El olor de marcaje empezó a brotar de su piel en grandes oleadas tras días sin hacerlo y sus pelotas se contrajeron en la mano de Blay.

-Márcame.- susurró su amante, con la boca contra su oído-. Córrete sobre mí, Qhuinn, márcame.

-Joder…

Apretó las sábanas con los puños, arqueándose como los gatos cuando el orgasmo le dio una coz de mula a sus pelotas, enviando las descargas a su polla tan rápido que dolió… dolió como todo el sufrimiento de esos días, la angustia y el miedo. Blay soltó sus testículos para ceñirle de la nuca, con la mano temblorosa, y mantener sus labios sellados mientras él se derramaba sobre su estómago, imparable.

-D-duele… j-joder… duele…

-Shhh… no ha acabado, Qhuinn.

No, tenía razón.

En cuanto los espasmos cesaron, Qhuinn supo que iba a necesitar más de una ronda para que su entrepierna dejara de doler como una perra después de tantos días sin alivio. Abrió los ojos cuando sintió que Blay se movía debajo de él.

-¿Q-qué haces?

-Sentarme.

De rodillas como estaba en la cama, Qhuinn se encontró con su polla, todavía goteante e hinchada, justo a la altura de la boca de Blay, después de que éste se sentara con la espalda contra el cabezal de la cama. Quiso ser el macho sensato y decirle “no te canses, joder, todavía te estás recuperando”, pero Blaylock podía ser muy, muy persuasivo.

Como… húmeda y calientemente persuasivo.

-Mierda.

Qhuinn se cogió al cabezal de la cama con las dos manos, crujiendo la madera cuando Blay se lo metió en la boca, estrujándole las nalgas con posesión. La simple sensación de su lengua recorriendo sus venas gruesas y la reverberación del “mmm” de su amante cuando tocó su garganta con la punta le enviaron de cabeza a su segundo orgasmo sin que tuviera tiempo de advertirle.

Blaylock no paró.

-Yo… j-joder…

Acabó con los antebrazos sobre el cabezal de madera, la frente apoyada en ellos, sudando y follándose en la boca de Blay sin poder articular palabra. Sólo disfrutando de la bendición del calor, de los labios, de la lengua y los dedos de su macho cuando hacía unos días le creía muerto. Exprimiendo la vida mientras ésta durara. Las manos de Blay estaban en su culo, en sus pelotas bamboleantes y en la base de polla, apretando y acariciando mientras sorbía de su punta para tragarlo entero y volver a empezar. La vista se le puso en negro, empezó a ver chispas de colores y le importó cuatro mierdas si se estaba arriesgando a una conmoción cerebral o es que la Virgen le abría las puertas del paraíso.

Le pareció oír un par de “cracs” pero en aquel momento la lengua de Blay estaba insistiendo en la base de su polla, donde sabía que le volvía rematadamente loco y a la puta mierda si se iba a preocupar por…

Cuando empezó a correrse de nuevo supo que sería lento y largo. Estremecedor hasta el final. Gimió con los ojos cerrados y acabó tan agotado que casi no se dio cuenta de que Blay le movía para tumbarle en la cama. Volvió en sí al escuchar una risita cansada junto a su oído.

-¿Qué?- murmuró.

-Deberíamos dejar que Manello inspeccionara la cama. Seguro que te daba el alta por tu brazo. Juraría que has recuperado toda tu fuerza.

Sin entender una mierda el comentario, Qhuinn abrió un ojo. Blay le miraba, acostado de lado, con una sonrisa y el azul más claro del mundo en su mirada. Señaló hacia arriba con un dedo y él siguió la dirección. Oh, vaya. Dos gruesas rajas partían del cabezal de madera, desde donde se había aferrado con ambas manos, hasta casi la mitad de la cosa. Qhuinn rió entre dientes, rodeó a Blay con los brazos y lo atrajo suavemente hacia él con las manos en su culo.

Algo muy duro y caliente se apretó contra su estómago.

-Comprobemos si también he recuperado la coordinación.- su lengua se enredó en la de Blay, tentándole con la bolita plateada que llevaba enganchada mientras metía la mano derecha entre sus cuerpos- ¿Cómo podríamos llamar a esta clase de… rehabilitación?

Blaylock jadeó cuando le rodeó con la mano y Qhuinn se grabó en las retinas el color subido de sus mejillas, de vida y de sexo.

-Psico-motricidad… fina.

Sonrió con los colmillos alargados mientras le empujaba para dejarlo tumbado boca arriba.

-Eso mismo.

OOO

Blay cerró los ojos en el preciso momento en que los labios de Qhuinn pasaron de su ombligo y se limitó a ponerse en sus más que capaces manos para que le hiciera cuanto quisiera. Todavía se sentía como si le hubieran rescatado bajo el derrumbe de un puente y complacer a Qhuinn le había costado su buen esfuerzo para que sus terminaciones nerviosas cumplieran las órdenes de su cerebro.

Pero estaba vivo, el sabor de su macho llenaba su boca, llevaba su olor enganchado en la piel y su cuerpo pedía todo el alivio que pudiera soportar después de su paseo por el limbo gris del coma.

Había sentido terror al despertar y enfrentarse con las zonas en blanco de su cerebro. Cada vez que intentaba recordar algún aspecto de la pelea y no lo conseguía le asaltaba el pánico a haber perdido también la memoria de lo vivido con Qhuinn. De que todo fuera un espejismo producto de las heridas. Pero no. Blay podía no recordar exactamente cómo se había roto la pierna, o por qué Lash consiguió acercarse tanto como para quemarle la cara. Pero recordaba segundo a segundo cada movimiento de Qhuinn en el maldito combate.

Y cada vez que habían hecho el amor antes de eso. Su olor, su calor  su fuerza. Las dudas, los celos, la frustración y la inseguridad. El amor, la madurez, la confianza. Sus nombres grabados en sus espaldas.

Nada, ni el hijoputa de Lash ni el maldito coma podrían llevarse los recuerdos de Qhuinn. Nada. Qhuinn era suyo, su cuerpo lo deseaba y, convaleciente o no, Blay iba a darse a él para lo que mierda quisiera.

Suerte que Qhuinn tenía más claros los límites de su cuerpo en recuperación que él mismo.

No intentó tomarle; joder, ni siquiera fue rápido. Ni mordió ni exigió. Fue lánguido, suave y le desquició yendo más lento de lo que Blay estaba preparado para asociar con Qhuinn. Le dejó sudando entre las sábanas cuando bajó con su lengua desde su ombligo, trazando senderos húmedos entre la semilla que antes había derramado sobre su vientre hasta su erección. Subió por ella a besos, mordisqueando la punta rosada con los dientes delanteros y haciendo que se separara del colchón como una cuerda bien tensada. Besó toda su longitud, bajando hasta sus pelotas, y Blay dobló las rodillas, abriéndose de piernas cuando se las chupó con delicadeza.

Qhuinn se hizo sitio entre sus muslos, humedeciendo bien la piel suave entre sus testículos y su entrada para luego masajearla con los dedos, apretando lo justo para estimular la próstata desde fuera. Blay empezó a murmurar incoherencias, rodando la cabeza lentamente sobre las almohadas. Se apretó la erección contra el vientre, dejando espacio a Qhuinn para que tomara lo que quisiera del resto.

A fe que lo hizo. Continuó con las malditas caricias circulares en aquel punto, presionando un poco más cada vez, mientras tironeaba de sus pelotas con los labios, ahora una y luego otra, para cambiar bruscamente el ritmo a uno de frenesí cuando bajó hasta su entrada, haciendo rodar la bolita de su lengua alrededor sin llegar a penetrarle.

Blaylock se levantó por completo del colchón, golpeándose la cabeza contra las almohadas, y se derramó a latidos salvajes, todavía sujetándosela contra su propio estómago. Seguía corriéndose cuando Qhuinn le apartó la mano para meterle en la boca, sólo la punta, ofreciéndole donde dejar su semilla. Blay pensó que la tragaría, pero no lo hizo.

Qhuinn esperó a que acabara para luego derramar todo su semen sobre su polla. Lubricándole. Entonces se lo metió entero en la boca. Subiendo y bajando con avidez, resbalando con su semilla tibia.

-Q-qhuinn, ¡Dios!

Su macho se lo sacó un instante de la boca para dispararle una sonrisa mojada.

-Gracias por el halago…

Blaylock procesó el juego de palabras con unos segundos de retraso y la risa que brotó de su pecho acabó por transformarse en un jadeo ahogado cuando su macho volvió a hundir la cabeza entre sus piernas.

Mierda, deseaba tanto volver a estar recuperado para sentirle dentro, para que Qhuinn pudiera llenarle y partirle y poseerle…

-Dentro… Sólo… un poco… dentro.- murmuró, con el rostro llameando.

Qhuinn no le hizo repetirse. Su mano derecha exprimió su polla de abajo a arriba en un solo movimiento enloquecedor y lo siguiente fueron sus dedos esparciendo el lubricante entre sus nalgas. Blay cerró los ojos, mareado de pura vida, cuando a la boca de Qhuinn en su polla se unieron dos dedos en su interior. No era todo lo que anhelaba, pero sí todo lo que su cuerpo podía soportar y bastó para hacerle retorcerse sobre el colchón, con sus manos abriéndose y cerrándose en espasmos, sin control alguno.

Debía estar sacudiéndose, porque Qhuinn tuvo que inmovilizar sus caderas echando un brazo sobre su vientre mientras él se corría con la sangre aullando, vibrante, por sus venas y el mundo suspendido en un instante único, perfecto…

-¿Blay? ¿Blay, estás bien? Joder, háblame, ¿cómo te sientes?

Abrió los ojos con un esfuerzo supremo cuando procesó que Qhuinn estaba preocupado de verdad por él. Aquel rostro moreno con su mirada bicolor, que Blay podría dibujar incluso siendo ciego porque se sabía de memoria desde que tuvo uso de razón, le miraba a un palmo, acongojado. Levantó un brazo tembloroso para poder cogerle de la nuca y besarle con toda la poca fuerza que le quedaba.

-Vivo.- tenía la voz ronca, pesada del cansancio, pero habló claro-. Muy vivo.

Joder, no se acostumbraría a esa sonrisa blanca de puntas afiladas aunque viviera mil años y todos ellos junto a Qhuinn. Repasó la cara dura de su macho con las yemas de los dedos, disfrutando de contemplarle en el silencio de su habitación, con el aire cargado de aromas y vitalidad del verano filtrándose desde la terraza. La brisa y la liberación que habían compartido se llevaron los últimos restos de enfermedad.

-No más culpas, ¿vale, Qhuinn? Aprovechemos la vida que tenemos. Cada momento, ¿sí?

-Trato hecho.

Apoyó la cabeza sobre el hombro de su macho, benditamente a gusto con quién era, con cómo se ganaba la vida, con quien compartía su futuro y con la familia que había escogido.

Si sólo… No, no pediría demasiado. Cuando uno escoge caminar por la vida de acuerdo a lo que es, a veces se pierden cosas en el trayecto. Por mucho que la espina doliera, Blay tenía que aceptar que no podía tenerlo todo.

El sonido de un móvil pitando como un demente les hizo saltar sobre la cama peor que una sirena antiaérea.

-Es el tuyo.- Qhuinn se llevó una mano al corazón mientras removían la cama y las ropas tiradas en el suelo.

Acabó por encontrar el dichoso aparato y se lo entregó después de mirar el número entrante.

-Ahora mismo no me apetece hablar con nadie.- gruñó. ¿No podía disfrutar un rato de paz después del sexo postcoma?

La cara de Qhuinn entró en su primer plano visual, meneando el aparato que se desgañitaba.

-Insisto.

Juró entre dientes, fastidiado hasta el infinito, y descolgó la llamada, llevándose el móvil al oído sin siquiera comprobar el número.

-¿Quién es?

-¿Cariño? Oh, cielo, cuánto me alegro de oírte.

Blay se sentó en la cama tan rápido que la habitación giró a su alrededor como devorada por un torbellino.

-¿Mah-mahmen?

No era posible. No después de que sus padres ya no le hablaran tras abandonar su familia. Blaylock justo empezaba a mentalizarse de que tenía que dejarles ir en su corazón, de que la vida te quitaba algunas cosas para darte otras, y entonces…

Mientras escuchaba las angustiadas preguntas de su madre, vio la sonrisa relámpago que cruzó la cara de Qhuinn y tuvo la lucidez de preguntarse dónde había estado su macho aquella noche.

O, más bien, con quién.

OOO

Qhuinn se estiró en la cama, cruzando los brazos tras la nuca y desperezándose con languidez, absorto en el espectáculo del rostro de Blay mientras hablaba con su madre.

Yep, leerle la cartilla a Rocke había surtido el efecto deseado a corto plazo. La mahmen de Blay era, ante todo, una madre normal. Al menos, según la idea que Qhuinn tenía de eso. Contaba con que, en cuanto su marido le dijera que su único querido hijo estaba gravemente herido, dejaría toda la mierda de lado para saber de él. Y, sip, al menos Qhuinn había acertado con su concepto de lo que era una reacción normal.

Blaylock no tenía por qué perder a su madre y esperaba que, con el tiempo, pudiera recuperar a su padre. Al menos, su respeto. Blay podía hacer ver que aceptaba su nueva vida como Warrior sin mirar atrás, pero él le conocía mejor. Las raíces familiares de Blaylock eran profundas, había crecido con amor y haber sido separado de eso de golpe y porrazo le impedía cerrar el círculo para seguir adelante.

Todo lo contrario que él.

Frunció el ceño con la vista en el techo, mientras Blay parloteaba con su madre.

Lash, el hijoputa que le arrojó de cabeza a una paliza de honor, que asesinó a sus padres y hermana, que le había metido en todo lo del ahstrux nostrum estaba muerto. En parte, a sus manos. Qhuinn siempre había sido un tipo que creía, digamos, en la venganza compensatoria. Te metes con mis amigos, te mato. Pero, tratándose de Lash, la venganza no tenía nada que ver. Eran asuntos de familia. Su primo se había convertido en una amenaza para la raza, para sus seres queridos, y él se había ocupado personalmente porque era su propia sangre. Una vez recuperado de las heridas, le había dejado una curiosa sensación de deber cumplido.

Pero, al contrario que Blay, su círculo no se había cerrado. A él le quedaba un cabo suelto, una pústula infecciosa, amoral y vil llamada Eckle. Qhuinn no le guardaba rencor porque se hubiera confabulado con Lash para matarle a él. El odio de Eckle había dejado de sorprenderle al comprender que no tenía motivos que lo sustentaran, que toda la mierda que le había arrojado siempre encima sólo venía motivada por los prejuicios y la envidia mal entendida. Lo que le roía las entrañas era que alguien de su sangre hubiera estado dispuesto a vender a media raza al enemigo y que ahora otros fueran a encargarse del tema.

Unos golpes en la puerta de la habitación le sacaron de sus pensamientos con un parpadeo. Hizo una señal a Blay para que siguiera al teléfono con su madre y se vistió rápidamente con los tejanos y la camiseta. Los dos eran muy cuidadosos de que nadie viera los grabados en su espalda hasta que tuvieran tiempo de ocuparse de ellos.

Butch estaba en la puerta, con una de sus camisas pijas remangada hasta los codos y pantalones de pinzas, oliendo a aftershave y colonia cara, como si saliera de alguna reunión de oficina.

-Hey, ¿ocurre algo?- Qhuinn se pasó una mano por el pelo, intentando arreglarse a pesar de que el olor que llevaba pegado y que flotaba en la habitación era como el titular de portada de lo que había estado haciendo.

Los ojos castaños del poli se desviaron un momento al interior en penumbra de la habitación, hacia Blay sentado en la cama tapado con una sábana y hablando por teléfono. Después volvieron a él como si fuera la cosa más normal del mundo abrir la puerta de un cuarto que no era el tuyo después de haber tenido sexo con otro tío.

-¿Cómo está Blay?

Uh… ¿Visita de cortesía?

-Mucho mejor. Oye, Butch, ¿hay algo que quieras hablar con él? Porque, ah, puedo decirle que vaya a la Guarida después de… ducharse.

Que no se dijera que Qhuinn no podía intentar ser diplomático. Butch hizo un gesto con la mano.

-Nah, será mejor que descanse unas horas. Pero, sí, después dile que venga a la Guarida. Vamos a tener mucho trabajo él y yo.

-¿Por qué?

Los ojos del poli se volvieron agudos al mirarle.

-Rehvenge ya ha convocado el Consejo del Princeps en nombre del Rey. Será dentro de una semana y Wrath quiere nombrar a Blaylock alguacil real para entonces. Tiene que poder presentar su proyecto de cuerpo de guardia.

Qhuinn miró de reojo a su macho un instante antes de volver a Butch. El irlandés seguía mirándole con esa mezcla de empatía y de seriedad tan… ¿humana? ¿Policial? Lo que fuera.

-Hay algo más, ¿no?

-Sí. Los nobles ya nos han hecho llegar los puntos que desean incluir en el orden del día.- hizo una pausa y luego carraspeó-. Eckle ha presentado cargos contra ti por agresión. Solicitará tu… ah, custodia y servidumbre. Creo que lo llaman así.

Qhuinn crujió los puños. “Custodia y servidumbre”. Bonita forma de decir que su hermano pretendía tenerle como esclavo a su servicio como manera de reparar la humillación de que un descastado hubiera osado romperle la nariz de un puñetazo.

No cejaría. Eckle no cesaría en su particular cruzada contra él mientras respirara, llevándose por delante a quien creyera necesario.

-Saxton dice que, teniendo en cuenta cómo va a ir todo, la sentencia no se ejecutará, claro.- Butch se rascó la barbilla-. Quiero decir, que nosotros le vamos a acusar a él de alta traición y…

-Hablaré con Wrath.- se oyó decir.

El poli enarcó las cejas.

-¿De qué? Él ya sabe que Eckle lo hace por fastidiarte, no tienes que darle explicaciones.

Qhuinn apretó los puños hasta hacerse daño.

-Eckle es mío. Nadie le pondrá un dedo encima si no soy yo, ¿entendido?

-Hijo, ya sabes cómo acabará si todo va como prevemos, ¿estás diciendo que…?

-Estoy diciendo que yo me ocuparé de mi hermano.

Hasta el final.

87 respuestas to “«Amantes liberados», parte 2 del capítulo 7, «Deja que sangre»”

  1. Cìceline Says:

    SIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, por fin. Gracias Vane. Saludos a tu mami, q siga bien

  2. ooooooohhh te quiero te quiero te quiero te quierooooo!!!!jajajaj es que me he metido en plan me meto todos los dias por si acaso y casi cierro la pagina sin darme cuenta de que habias actualizado!!!A leer!!! 😀 😀

  3. ultrawoman8 Says:

    No he podido ni esperar un momento para leerlo, así que ya lo he devorado, como siempre soy insaciable, me ha encantado pero quiero más, soy más mala que el demonio… me gusta como Qhuinn intenta superar todos esos celos e inseguridades y mi pobre Blay, ¿cómo iba Qhuinn a preocuparse por una cicatrices de nada? si sólo verle una de sus pecas ya hace que se ponga como una moto… ahhhh…. pobres tontos…

    Me ha encantado, estoy deseando leer el final y ver si haces alguna inducción a la hermandad o no, además me encanta la idea de que sea Qhuinn el que le corte la cabeza a su hermano, no se merece otra cosa el muy hijoputa, o al menos eso sigo esperando que pase desde que pusiste la foto de la espada y dijiste lo de la sentencia de muerte….

    Besotes grandes y enhorabuena, por cierto ya sólo me quedan 23 páginas de True…. BIEEEEENNN… así que parece que se me ha pasado el bloqueo… cruza los dedos… pero como ya dije en otro comentario el otro día si hay que traducir algo ni se os ocurra contar conmigo en una buena temporada, he quedado servida de traducciones… a menos que pueda engañarte para que escribas ese extra de Vishous y Butch que estoy deseando leer… Vishous llevando a Butch hasta el límite Humm….. Muhahahahahahahahahaha…. Besos.

    • Yup, ya sabes lo que decía la Reina de Corazones en Alicia, ¿no? ¡¡¡¡Que le corten la c……!!!!!^^ Y sip, eres mala, leches, no sabes lo que costó encontrar el tiempo para escribir esto ;P

      ¿Una inducción? Bueno, puedo darte un par de pistas. No hay una inducción. Y la respuesta está en la última parte del último capi, además de en la visión de V sobre las dagas 😉

      Y BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEENNNNN, True está más cerca^^ Las traducciones son agotadoras, mujer, después de esto, ni las guías turísticas, ya me lo imagino. ¿Extra de V y Butch? ¿Eing? ¿Cómooooorrrrrr? O.o

      ¡¡¡¡Ánimo, muchas gracias y un besoteeeee!!!!

    • Muchas gracias por currarte la traducción de True, ya tengo ganas de echarle el ojo pero como soy una negada con el inglés…
      Un extra de V y Butch!!!!????? SSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  4. AAHHHH!!!!!!….. Que bueno que ya esta colgado el capi….. Ya mismo me pongo a leerlo, así despuéspuedo traerte algún comentario.

    Besotes!!!!!

  5. purrita Says:

    Bueno, realmente pensaba en decirte que habias tardado mucho y eso, pero en vista de lo que has escrito bien merece la pena la espera y mas, FENOMENAL, !que capítulo!.

    Espero que los problemas familiares se hayan superado o al menos esten mejor.

    Un beso a esa inspiración tuya y un por favor ADELANTE sigue asi para ti, estoy muy emocionada, gracias, gracias, gracias.

    • Sip, tardé mucho porque la vida se me ha complicado y encontrar ratos largos que me permitan concentrarme para escribir algo como esto son un tesoro muy, muy escaso. Al menos, ya sólo me queda una parte por escribir porque el último capi está ahí preparadito para cuando toque^^

      ¡¡¡¡Muchas gracias y un besoteeeee!!!!

  6. BloodMoon Says:

    Una vez y como siempre…. Fantastico. Me encanta como escribes y lo bien que dekas plasmados a los personajes. ¿Parte favorita? yo creo que las conversaciones han tenido su gran puntazo. Estoy intrigada con la decision de Qhuinn por ocuparse de su hermano, pero es parte de su caracter. Y el alivio por que Blay recupere al menos a su mama es demasiado. Es genial.

    • Gracias guapa, me alegro de que te haya gustado. Tendrás una larga escena entre Blay y su madre a principios del capi 8 y verás los motivos de la decisión de Qhuinn con su hermano en la siguiente, y última, parte del capi 7.

      ¡¡Gracias y un besoteeeee!!

  7. Buenísimo como siempre Vane, eres una genial. Estos dos chicos son adorables, y como van superando todo poco a poco. Muy bien lo de Qhinn solo él tiene que ocuparse de su hermano, je, je. Espero que no pase nada que tenga que hacerle de esclavo, por dios. Que ya estamos cerca del final, eh?

    • Sip, muy, muy cerquita del final pero las cosas me gusta mostrarlas como un proceso, así que intento que los chicos, pese a que ya están juntos, sigan lidiando por superar sus cosas. Aunque, ahora, al menos lo hacen juntos^^

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeee!!!

  8. TaigaBriareos Says:

    Yuupiiii!!!!…. Acabo de verlo, así que me pongo ese correo como preferente y me lo guardo porque ahorarrrrrgggggrrrrrrr no puedo leerlo de momento…
    Me encanta como escribes, hasta el post explicando el asunto me repaso jejjejejeje…
    No te preocupes por el tiempo, yo comprendo perfectamente la falta de tiempo para hacer nuestras cositas, es un asco, pero a veces inevitable y necesario, lo único que te pido es que por favor no lo dejes… ¡¡¡nosotras te esperaremos lo que haga falta!!!
    Espero y te envío mis mejores deseos para que tu madre esté mejor y mejorando.

    ¡¡ANIMOO!!

    • Hey, espero que ya hayas podido leerlo y que te haya gustado. Sip, últimamente voy fatal de tiempo, tengo algunos ratitos pero no ratos largos, de los que justamente necesito para poder meterme en la historia y concentrarme. Brrrrrr…

      ¡¡Muchas gracias y un besoteee!!!!

  9. Marie K. Matthew Says:

    Sabes? odio cuando la barra lateral derecha me dice que queda un buen espacio de la página y cuando me confío en eso me doy cuenta de que son reviews y me quedé con la historia en un punto cumbre…¬¬ eres cruel, vane…en serio lo eres…Un besaaaaaazo..como cosa rara este capítulo está de muerte lenta… XD

    • Bueeeeeeno, te queda otra parte de este capi y luego dos más del capi 8^^ Y bueh, tampoco lo dejé en un punto tan cruel… ¿no? 😉

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeeee!!!

  10. Hola…

    Waaa!!!! Muchas gracias por la el cap.!!!!! el anterior y este me gustaron mucho!!!!…lastima que ya falte poco para que acabe este fic ;O;….y no te preocupes, ya sabes que nosostras siempre te esperamos!!!!…

    Saludos!!!

    • Sí, ya falta poquito para acabar, pero a mí la parte que me queda por escribir me va a parecer la subida al Everest, porque últimamente me cuesta UN HUEVO poder sentarme un buen rato y concentrarme, brrrrrr

      ¡¡¡Gracias y un besoteeee!!!

  11. Siiiiiiiii…. ya me pongo a leer.

    Vane sabes que te quiero. 🙂

  12. DIOSMIOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!

    ¡¡¡¡Las 5:00 de la noche y yo aqui con las neuronas fritaaaaaaasssss!!!!

    No puedo pensar bien ahora mismo.
    Erm, sep, eso. Mejor me voy a la cama antes de que me dé por releermelo y se me terminen de achicharrar (que tengo ex el miercoles y las necesito enteritas. Mas o menos)

    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡VAAAAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNNNNEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    ¡¡¡¡¡¡¡¡TAILOVIUUUUUUUU SOOOOOOOO MAAAAAAACHHHHHHHH!!!!

    (Hasta ahi llega mi intelecto en estos momentos. Siento no poder decir nada mas coherente)

    (Mecachis…y el FB se me ha atrancado, no puedo comentarte alli hasta que el cacharro este me deje *lanzando una mirada digna de V a su ordenata*

    • Uy, la hora del blog me parece que no ha funcionado nunca pero NO la voy a tocar. Primero porque no sé cómo y después porque el blog está tonto (omite todas mis cursivas y sudo tinta para colgar imágenes), así que se va a quedar como está, vaya a ser que se escogorcie del todo^^;

      *leyendo el mensaje* OK. Sip. Vale. TAILOVIUUUUUU SOOOO MAAAAAACH YO TAMBÉEEEENNNNNNNNN!!!!!!! (Y no te preocupes por el Face, va como el culo la mitad de las veces).

      ¡¡¡¡Gracias y un besoteeeee!!!!

  13. Por cierto, me acabo de dar cuenta de que la hora del blog se ha escacharrado xDDDD

    Pone que son las 4:03 y en realidad es una hora mas xDDD

    (no te agobies Vane, mejor no le metas mano. La hora da igual xDDDDD)

  14. mikomi Says:

    te tardaste!!!!! pero valio la pena, como siempre =) espero con ansias el proximo capi…
    pfff que comentario mas malo, pero es que ya no me quedan neuronas, tengo jaqueca y a pesar de ello lei tu capi, espero que con eso te quede claro cuanto me gustan tus historias.
    besos y abrazos, espero que tu mami se este recuperando bien, artos mismos y todo el tiempo que necesite de ti.
    cariños
    mikomi

    • Ups, muchas gracias por hacerte el esfuerzo de leer esto con jaqueca, yo no sé si podría ^^; Me aelgro de que te haya gustado, aunque no sé si acabaste con más dolor de tarro que antes de empezarlo, pobreta.

      ¡¡¡Gracias y un besoteeeee, espero que ya estés mejor!!!

  15. Vane cada dia te superas mas me ha ecantado ………. Que ganas de poder leer el final. Un abrazo

    • Gracias guapa, el final está preparado, lo que me queda por escribir es la última parte del capi 7, vamos a ver si no tardo tanto^^; ¡¡¡¡Besotesss!!!

  16. Aaaaaah! En cuanto e entrado y e visto el capitulo me e puesto a dar saltitos de lo feliz que me e puesto.

    Que capitulo….Oh Dios mío que capitulo ….

    Sabes la pena que me da saber que ya se acaba la historia.
    Ahora mismo no estoy pensando con coherencia y me disculpo por ello pero es la emoción y las neuronas no me trabajan como me gustaría.

    Me encanta Rhage con la niña, es un padrazo en cuanto lo e leído me a venido la imagen del gigante rubio con su hija debajo del brazo estilo balón de fútbol.

    Layla me esta cayendo mejor, hay que decirlo, es como si hubiera madurado y me alegro por ella. La pobre parecía una muñeca de aquí para allá sin decisión propia.

    Lo de Qhuinn con Rocke¿? creo que e escribe así, me lo esperaba de que hiciera algo para que su macho tuviera algún tipo de relación con sus padres y también de que le cantara las cuarenta al viejo arcaico de la glymera. Tanto decir que modernos somos y al final tenia un palo en el culo «Made in Glymera»

    No se yo si el pobre Q va a poder cortarle la cabeza a su hermano, quieras o no es eso,su hijo puta,cabrón,traidor,bastardo, hermano así que algo le tiene que molestar ocuparse del ultimo miembro de su familia de sangre vivo.

    Muchas gracias Vane por el capitulo. Estoy deseando leer la tercera parte y sobre todo el capitulo 8.

    Un besazoooo enorme

    • Me alegro de que te gustara, churri, fue un esfuerzo poder escribirlo por falta de tiempo. Rhage, Ahna y Mary tendrán su larga escena (de despedida de esta subtrama) en la última parte del capi 7.

      Layla sí que ha madurado, aunque haya sido a base de hostias. Aunque,bien mirado, así es como solemos madurar todos, ¿no? La pobre sigue siendo casi una hoja en blanco, pero al menos tiene claro hacia dónde quiere que vaya su vida. La veremos más adentrada en su nuevo papel en el último capi, que tiene lugar cierto tiempo después de donde lo dejará el capi 7.

      Mmmm… lo de Qhuinn con su hermano lo verás en la siguiente parte y responde al viejo código de honor de un guerrero: tu sangre es asunto tuyo, desde el principio al final, por más que su hermano no lo vea así.

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeee!!!

  17. Victoriaf Says:

    Aun si haberlo leído seguro que es buenisimoooooooooooooooooooooooooooo.

    Mucho besos

  18. Me pongo a leer en este momento, Vane, estoy temblando, las dos partes anteriores, la de la lucha y la de casi todos en camillas me dejaron exhausta, sobre todo la parte de la lucha, fue desgarradora, no podia leer mas de dos parrafos seguidos por la angustia que me provocaba, los pensamientos de V, pensar que podia morirse me dejaba sin aire, el sufrimiento de Q y B, yo lloraba y pedia no mas por favor!!!, pero seguia y seguia, fue espeluznante para mi. Bueno alla voy, deseame suerte…

    • Bueeeeno, verás que esta parte es más calmada en ese sentido que las anteriores. Básicamente contiene conversaciones que eran importantes para dejar el camino de los chicos bien allanado. Volveremos a verles sufrir en la parte 3 del capi 7, pero será la última vez. Prometo que en el capi 8 no sufre nadie^^;

      ¡¡¡¡Muchas gracias y un besote!!!!!!

  19. bilbilico Says:

    Hija mía eres una joyita escribiendo, como siempre magistral, un abrazo.

    • Vaya, gracias, aunque no las tenía todas conmigo con esta parte. Me costó mucho poder sentarme a escribir y al final sólo veía frases sueltas, no sabía si era coherente o no.

      ¡¡¡Gracias y un besoteee!!!

  20. Hola vane, no habre sido la primera en decir lo mucho que aprecio tu historia, pero espero ser una de las muchas que te digan lo maravillosa que eres y lo estupenda escritora tambien, as dado tiempo de tu vida para crear fantasia que nos llene de alegria en esta realidad que a muchos nos cuesta, espero que todo lo inviertes en hacer feliz a los demas te sea devuelto por triplicado, en salud y prosperidad para ti y los tuyos, pero sobre todo mas tiempo para que puedas seguir creando maravillas, por que siento que con tus historias viajara a un nuevo mundo y la verdad es que estoy ansiosa de saber el final de este viaje y cuando seran mis proximas vacaciones JIJIJIJIJIJIi, cuidate mucho y un fuerte abrazo de mi parte.

    • Eso,más tiempo. Con tener más horas al día para escribir sería feliz peeeeero… se hace lo que se puede con el tiempo que tengo^^ Me alegro de que estés disfrutando con la historia, que ya se va acercando a su final (y eso sí que es una de las cosas más difíciles del mundo de escribir).

      Para no aburrirme (???) ya estoy liada con el fic roleado VUTCH en Facebook, así que sigo creando^^

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeee!!!

  21. YeyeiJones Says:

    Fenomenal, Vane me encanto de principio a fin todo no podría ser mejor, esa conversación de Q y el papa de B como debía ser sin palabras se nota que el noble esta sufriendo y no solo por B en el corazón ese hombre también esta Q y la escena de los chicos haciendo el AMOR XD …. Gracias , me alegro que estés mejor

    • Sí, en estas situaciones todos sufren, supongo: Blay por verse rechazado por sus padres y su padre porque el amor por su hijo choca con sus creencias o con su educación. Es triste pero, por desgracia, real :C

      ¡¡¡Muchas gracias y un besote!!!

  22. ohhh diiooooss!! digo diosa.. hmm digo musa de vane !! gracias otravez 😀 creo que definitivamente mi esposo cree que estoy fuera de mis cabales cuando está mañana habro tu blog y pego gritos y me pongo a saltar como una posesa… de verdad, sige así que esta espera siempre se justifica
    Un beso extra grande!!
    te Adoro !! ^^

    • Muchas gracias por la paciencia que demostráis, entre el poco tiempo que tengo y los mil líos que me meto de fics, traducciones y demás, la espera entre capis es larga^^; Ahora mi musa me está esclavizando con escribir unas escenas del fic VUTCH de Facebook y, cuando acabe con esas, seguiré con lo poquito que me queda pendiente de AL, ¿vale?

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeeee!!!!

  23. Vaneee!!! el capi esta genial!!! Imaginarme la cara de Quinn cuando V le da el acero para las dagas no tiene precio!!! Y esos celos que tiene….jajaja. Me ha encantado todo, sobre todo como expresas los sentimientos que tienen. Un beso guapa y a esperar el siguiente.

    • Hey, pues tendrás una larga escena de celos en el último capi, aunque será más bien al revés *moviendo las cejas* Y V… es que es un chulo sabelotodo, no puede evitarlo^^

      ¡¡¡Me alegro de que te haya gustado!!! ¡¡¡Un besoteeee!!!

  24. Se empieza a despejar la tormenta para nuestros chicos, yep. Se lo ganaron a pulso.
    Quin es lo más de lo más…esa conversación con su «ejem»suegro cof, cof…sabía lo importante que era para Blay; y como lo cuida…dan ganas de ponerse malita a proposito; y que le quiera hacer «sus» dagas…hasta le llegó a V!!!!
    Claro que el pelirrojo tambien tiene lo suyo…se ruboriza hablando con Layla o Saxton y luego se desboca cual percherón en la cama.
    Se hacen querer los niños…

    • Sip, poco a poco los negros nubarrones con los que empezó el fic van dando paso a un día primaveral (joerrrr, qué Teletubbie me ha quedado esto). Se hacen querer, ¿verdad? Cargados de defectos como están los dos, pero se van haciendo personitas^^

      Y lo de Blay desbocado en la cama…. aquí no se podía desbocar ni poco ni mucho, que el pobre está hecho unos zorros, pero espérate a verlo en el capi 8 *guiño*

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeee!!!!

  25. Ante todo Vane deseo que tu mami este mejor.
    Cada vez más me pareces la MUJER MARAVILLA, pues no se como haces para atender todo. El capitulo es simplente fantastico.
    Me encanta no puedo ni imaginar que cara se le quedara al hermano
    de Qhuynn cuando lo vea. Espero que cuando lo termines podamos
    descargarlo como hiciste conel V/B, solo si puede ser vamos. estoy deseando leer la historia de True¿se podra descargar?. Ejemm, ojala no se cierre en banda y haga alguna traduccion mas;las que
    no sabemos ingles lo agradeceremos. Ahorra a esperar ansiosamente el proximo capitulo.aaiiiins que me muerdo las uñas de impaciencia. solo queda volver a decirte que es fantastico.

    • Vamos por partes. Sí, cuando acabe de escribir AL lo editaré en un pdf bonito con una portada, igual que con el VUTCH, y lo pondré aquí para que lo podáis descargar.

      En cuanto a True, justo acabo de hacer un post para deciros que Ultrawoman ha acabado de traducirlo^^ Ahora yo acabaré de editarlo, le daremos una última miradita para que esté perfecto y lo pondré en un post, listo para que lo descarguéis (pero no le nombréis más traducciones que la pobre hinca el pico del pasmo^^;)

      El siguiente capi de AL tardará un poco. Mi musa me tiene obsesionada con escribir tres escenas del fic VUTCH roleado que tengo entre manos. Cuando las haya escrito, me pondré en intensivo a acabar de AL.

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeeeeeeeeeee!!!

  26. CAPITULAZO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    Vane cada día te superas a ti misma. Ha estado genial, las conversaciones de Blay con Saxton y Layla, las de Qhuinn con V y Rock, a cual mejor, por cierto con lo de las dagas me mataste!!!!

    Me mato ver como Blay intentaba esconder la cara para que Q no le viera las cicatrices, como si ese simple hecho lo fuera hacer correr despavorido de su lado. Me gusto que a pesar de estar juntos aun estan saltando todos los obstaculos para creerselo realmente.

    La conversacion de Q con Rock fue espectacular, como da la cara y se arriesga a ser humillado y despreciado para que su chico vuelva a recuperar a sus padres es un acto de lo más noble y muy Qhuinn!!!!

    Como final solo decir que la frase final del capitulo lo dice todo, xa me tarda leer lo que va ha pasar en le reunión de la Glymera… ojala sea Q quien acabe con Eckle, aunque no se como se quedaria el despues.

    Besos guapa y animo para seguir escribiendo siempre asi de bien 🙂

    • ¡¡Holaaaa!!! Perdona el retraso en ir contestanto, me voy repartiendo por los sitios, como los pulpos^^; Sí, no quería acabar el fic justo cuando los dos se emparejaran, en plan cuento de hadas. Creo que una pareja tiene un largo camino antes de consolidarse, sobre todo estos que tienen más problemas que FReud. Así que quería darles un par de capítulos desde que se emparejaron para que acabaran de lidiar con sus historias y para mostrar los primeros pasos de su convivencia en común.

      En cuanto a Qhuinn con Rocke, la clave está en que Qhuinn ya ha alcanzado (¡¡¡¡por fin!!!) ese punto en que no ofende quien quiere sino quien puede. Rocke no puede ofenderle ni humillarle porque Qhuinn ya ha asumido que estar con otro tío y tener ojos raros no es motivo para agachar la cabeza. Ha sido un largo camino, pero ya entiende que quien tiene un problema es Rocke, no él, y eso le da fuerza.

      En cuanto a la siguiente parte, tendrá escenas muy duras y muy oscuras junto con otras nostálgicas y felices. ¡¡¡Un popurrí para que no os aburráis!! ;P

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeee!!

  27. lilo lopez Says:

    AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH!

  28. lilo lopez Says:

    PERDON!! ,QUE NO ERA A A A A A ,,, ERA ¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!!

  29. WOW! Más que genial! Me ha encantado. Poco a poco se cierran circulos y se atan cabos. Sabes aún estoy un poco reacia a creer que Qhuinn ejecutará a su hermano, aunque el muy desgraciado se lo ha ganado a pulso.
    Me ha gustado mucho la manera en que Blay a quedado en paz con Sax y Layla. Que puedo decir de Rhage y Anha *_* más dulce no se puede ser.
    Espero con ansias la siguiente parte!!

    • Sep, vamos cerrando el círculo, ¿verdad? Da gusto (o al menos a mí me lo da) ver cómo este par va encarrilándose, después de cómo empezó el fic, con tanta rabia y tanta frustración.

      Verás lo de Qhuinn y su hermano en la siguiente parte y la cosa se basa en el antiguo código de honor de un guerrero noble: tu familia es cosa tuya, les haces un honor acompañándoles hasta el final porque nadie más tiene derecho a ponerles un dedo encima. Aunque Eckle no lo vea así.

      Y sí, Blay ha quedado en paz con Layla y Saxton, aunque aún veremos un poco de estos dos en el último capi, donde también empezarán a encarrilar sus nuevas vidas.

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeeee!!!

  30. delphine Says:

    Me llamo Delphine y soy Belga. Adoro tu historia magnifica y pefecta con mis heroes favoritos. Espero que en los ultimos capitulos, Qhuinn y Blay se deciron muchos «te quiero» y que hay muchas escenas sexuales !!!^^^^
    Vane, tu eres la mejor ! Te adoroooooooooooooo !!!!!
    Desolada para mis fotas !
    Muchos besos y muchas muchas gracias !!!!!!!!!!!

    • ¡Hola, guapa! Muchas gracias por animarte a escribir, tengo que decirte que tienes muy buen español^^ En el último capítulo, el 8, tendrás dos escenas sexuales muy largas y muy diferentes una de otra. ¡Espero que te gusten! No sé si se dirán muchos «te quiero», no soy demasiado partidaria de poner esas palabras en una historia entre dos chicos. Ya se lo han dicho antes y prefiero no abusar, sino me suena demasiado… ¿femenino? Son tonterías mías.

      ¡Muchas gracias a ti y perdona el retraso en contestarte! ¡Besos!

  31. Ayer eswtuve a punto de flagerlarme…literalmente cuando vi que habías subido el capi nuevo y yo ni me habia enterado *facepalm* Estoy desconectadísima con esto de los exámenes, pero ya me queda poco!

    Bueno, qué decrite, Vane. Creía que era imposible que esta parte me gustara más que la anterior XD No es tan emotiva, pero se echaba de menos la tensión sexual entre los chicos. Seeeeeh!

    Dios, la escena de V u Qhuinn en la forja me arrancó sonrisitas estúpidas todo el tiempo. Qué cabrón, V, jajaja martirizar al pobre Q de esa manera XD

    Lo de siempre, nena: MAGISTRAL. Amo como escribes y tus capis siempre dejan buen sabor de boca y hambre de más!

    Sólo una pregunta sobre la escena de Blay y Sax: Alguien con quien, daba igual lo que él dijera, siempre estaría en deuda por haber frenado su sangría de autoestima cuando había estado a punto de perder la última gota.

    Es una referencia velada a tu fic BlayxSax «Torniquete» o yo soy una paranoica? JAJA

    BESOTES, HERMOSA!

    • Joer, churri, mira que hablamos últimamente por el Face pero no había manera de encontrar un buen rato para ponerme a contestar comentarios, ‘dita sea ¬¬

      Noooo, no es tan emotiva como la parte anterior, que parecía un capítulo de «Urgencias» mezclado con una telenovela sobrenatural^^; Pero había conversaciones y asuntos que se tenían que resolver y éste parecía el momento. Tensión sexual en sí la tendrás en el capi 8, que vergüenza me da recordar las escenas que tengo escritas, ainsss.

      Y V…. para qué hablar de él, ¿verdad? Sep, mejor me callo.

      Jajajajajaa, síiii, ese pensamiento de Blay era una referencia velada a Torniquete, es lo que pensó de Saxton la noche que perdió la virginidad. Pero también creo que es lo que Sax representa para Blay en los libros. Alguien que le hace sentir deseado y deseable, que le mira, que le presta atención, que le mima… después de años mirando la espalda de Qhuinn.

      ¡¡¡Besotes guapetonaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!

  32. por favor podrian decirme como hago para ver los caps anteriores? T_T…

    • Tienes que ir a la página de inicio del blog, y arriba a la derecha hay un apartado que pone «archivo del blog» con una pestaña desplegable. La abres, eliges «amantes liberados» y te aparecen todos los capítulos por orden.

      • Eso mismo, muchísimas gracias por responderos las dudas entre vosotras, que a veces no me da tiempo a responder los comentarios de forma puntual.

  33. precioso! te luciste vane!!!!!

  34. *** alzando las manos al cielo***
    gracias Vane lo esperaba taaaanto……..sos mi idola realmente si q sabes darnos una montaña rusa de emociones….realmente es mucho lo q te quiero decir pero me quedo muda de la impresion ..solo te digo q sos una de mis personas favorit6as adoro tus fic..pero claro e n altarsito a AR y a AL.. esperand impaciente el prox cap …gracias s os lo mejor… apesar de las montañas rusas q debes sortear en tu vida encuentras un lugarcito para escribir a labado sea Dios ?? …o el destino … no se cuales son tus creencias solo tengo q decirte gracias.. desde el o mas profundo de mi corazon sigue asi y te deseo lo mejor te lo mereces…:)….cuidate muxo…*** esperando el proximo cap..*.*…aunque ya se terminaT.T ..pero tomate tu tiempo nina..nosotras somos fieles a t i:)

    • ¡¡¡De nada, mujer, es un placer que alguien se distraiga con las paranoias que escribo!! ^^ Mira, la siguiente parte tardará un poco porque estoy escribiendo a la vez un nuevo fic roleado VUTCH, «AMantes Prohibidos», y mi musa me está obligando a escribir tres escenas de ese fic. Cuando las tenga, me pondré en intensivo con AL para acabarlo, ¿vale?

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeeee!!!!

  35. Hola!! Descubrí tu blog no hace mucho para leer tu fic de V&B y hasta ahora no había visto el de Qhuinn y Blay, y lo que me estaba perdiendo! me lo he leído en día y medio :D, y estoy encantada.
    Solo te escribía para felicitarte por tu trabajo, es realmente genial, desde mi punto de vista todo libros para publicar así que enhorabuena! espero ansiosa el final de Amantes Liberados, espero que no tarde mucho 😛
    Un beso y saludos desde Sevilla!

    • Hola guapa!!!! Disculpa el enorme retraso en contestar, ando metida en mil líos por aquí y por Facebook y me tengo que repartir, así que siempre ando pidiendo perdón a alguien^^;

      Me alegro de que haya gustado AR y también AL. Creo que alguien me ha dicho que llevo más de 1.000 páginas. Yo no tenía constancia de estar enrollándome tanto pero, si es así, ¡¡que sepas que es eso lo que te has leído en día y medio!! 😉

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteee!!

  36. Melanie Says:

    Muy bueno el capitulo me gusto, el que Blay y Quin esten juntos, sabes si Saxton no fuera gay lo recomendaria de pareja para Layla XD ambos meresen una pareja que les quiera, y Eckle dios ese tio es odioso -_- y V que malo torturando a Quinn con lo del sofa XD

    • Uy, no creo que Saxton y Layla pegaran como pareja ni que él fuera hetero. Saxton no tiene paciencia con alguien que es una hoja en blanco sobre el mundo, como Layla. Y síp, Eckle está pensado para ser odioso¬¬

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeeee!!!!!

  37. Por fin, lo lei el dia que lo colgaste pero en el curro y solo por encima, (estaba desesperada por saber más)
    Ahora lo he vuelto a leer y puedo decirte: ¡¡¡Oh, oh, te quiero, me encanta como escribes!!!
    Hala, ya está todo dicho, espero como agua de mayo la continuación.
    Muchos besitos

    • Bueno, ya ves que yo no me he podido poner a contestar hasta hoy *penitenciagite* así que tranqui^^; La continuación, que irá junto con el final, tardará un poquillo. EStoy liada con unas escenas de Amantes Prohibidos, el fic roleado que tengo entre manos, y mi musa no me dejará volver a AL hasta que las acabe¬¬

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteee!!!!

  38. Alejandra belikov de Zsadist Says:

    hola Vane, como tu madre????espero q bien tengo una duda. hasta el otro dia por. facebook pedi en tu grupo que me pasaran Amantes liberados y lo coverti en pdf q estaba en docx y se hicieron no. te. miento 1.339pag y queria saber hasta q capitulo tengo asi me oriento lo baje el viernes y ya voy por la pag 380 mas o menos y devo decir que amo la historia! !!!!!!!
    sos terrible mujer!!!!!

    • ¡¡¡¡CÓMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO??!!!!!!!!!! 1.339 páginas???? O.o *muerta* Juro que no tenía constancia de que estuviera quedando tan largo, a mí me sale que llevo unas 700, madre del cielo^^;

      Sí, esta parte en la que has comentado es la última que hay escrita. En cuanto avance un poco más con Amantes Prohibidos, seguiré escribiendo lo que me queda para acabar esta historia.

      ¡¡¡Muchas gracias y un besoteeee!!!!

  39. bilbilico Says:

    eres una artisstaza..oyes una pregunta qué pasó con la traducción del fic TRUE por ultrawoman? Yo me lo leí en inglés pero me gustaría tenerlo en castellano porque a veces con el lenguaje coloquial pierdo cosas xDD. Besos

  40. Hola me llamo Ada quería saber si ya has escrito el capítulo 23 de amantes prohibidos y si es así donde lo puedo encontrar
    Gracias un saludo
    Ada

    • Hola guapa, no sólo está la escena 23 sino que en el grupo del Face donde actualizo semanalmente la historia puedes leer hasta la escena 27 (incluida). Este es el link al grupo: http://www.facebook.com/#!/groups/215442805210570/

      Estoy esperando a escribir más o menos hasta la 30 para subir aquí en el blog el siguiente paquete para las que no tenéis cuenta en Face 😉

      • Hola!!!
        Gracias por contestarme, ya he podido leer hasta el capítulo 29,me a encantado y me he quedado con ganas de leer más asique espero que escribas pronto más capítulos jejeje
        1 beso

    • Ada??…eres mi Adita??

  41. «Hasta el final», dice….

    Hasta el final me voy yo contigo. Me ENCANTA.

    • Gracias, guapa!!^^ sé que tengo comentarios tuyos pendientes de responder en otros capis, a ver si en los próximos días puedo ponerme a ellos. Ando a cuatro manos con el fic VUTCH que hago en Facebook^^; ¡¡Besotess!!

      • Jeje, tranqui, tú sigue escribiendo, que yo tengo que tener algo que leer en cuanto se me termine esta droga… XDDD

        Besotes!!

        P.D. por cierto, me encanta que te gusten Linkin Park, yo tengo un ‘cuelgue’ enfermizo con Chester B. (Ufff)

  42. ¿Quién es «el muñeco» que aparece casi desnudo con el calzón jalándoselo, modelo «Adonís»?

  43. Thanks for sharing your thoughts on schools.
    Regards

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