«Amantes redimidos», parte 1 del capítulo 5, «Contacto humano»

Ups, he vuelto a enrollarme como una persiana ^^; Quería incluir otras escenas en esta primera parte, pero la de V y Butch salió demasiado larga. Además sé que vais querer asesinar a alguien –o a mí, en su defecto-, al final de este capi, pero tened paciencia…

Creo que este fic tendrá unos 7 capítulos, cada uno con varias partes, si no me desvío mucho del guión *silba disimuladamente* Y ESO que todas estamos esperando que ocurra *coflemoncof* pasará por primera vez o bien a lo largo de este capi o en el siguiente, según evolucione la cosa, y habrá varias repeticiones del asunto, para no dejar a nadie descontento :D…

En esta parte, Butch empieza a ponerse las pilas poco a poco. Reescribí la escena V/B de esta parte tres veces, de cabo a rabo. Yo tenía una idea pero Butch tenía otra, así que al final la cosa ha salido como insistía el personaje *suspiro* En principio, sus planes son tomarse las cosas con calma, pero digamos que los acontecimientos se precipitarán ^^.

En esta primera parte, y puede que también en la segunda, la pelota estará básicamente en el tejado del poli. El estado emocional de Vishous será protagonista (creo) en la tercera.

Espero que disfrutéis y, tanto si lo hacéis como si no, por favor decidme qué pensáis XD El título del capítulo, como sabéis, viene de la canción de Bruce Springsteen “Human Touch” y la canción que está recordando Phury también es del Boss. En este caso, “I wish I were blind”. Sip, vale, me ha salido la vena Bruce, qué le voy a hacer. La segunda canción hacía tiempo que no la escuchaba, pero recordaba la letra y, como veréis, es perfecta para Phury.

Podéis leer las letras y escuchar «Human Touch» en este post anterior. Podéis escuchar «I wish I were blind» aquí.

Para leer la primera parte de este capi 5 en Fanfiction,net, aquí.

Para leer el capi aquí, en el blog:

CAPÍTULO 5. CONTACTO HUMANO. PARTE 1

Butch O’Neil despertó con una sonrisa en la cara. Mucho antes de que sus neuronas conectaran para explicarle por qué sonreía, la estúpida mueca se había acomodado en sus labios. Se desperezó en una onda sensual, notando algo fresco y sedoso contra su piel desnuda ¿Qué…?

Su olfato le dio la respuesta mucho antes que sus ojos.

El olor de Vishous estaba por todas partes, rodeándolo como si el macho estuviera contra él. Estaba en las sábanas, en la almohada… y en su piel. Y, mezclado con aquel aroma a cuero y a tabaco venía el perfume del sexo. Aquello fue lo que hizo que Butch abriera los ojos, examinando el entorno. Libros… Libros por todas partes, en estanterías hasta el techo, con bolsas de gimnasio y de armas aquí y allá. Sábanas negras que olían a macho y a ciertos residuos corporales inconfundibles.

Y café.

Butch parpadeó, girándose hacia la mesita de noche de su derecha. Junto a la gorra de los Red Sox, manchada y sucia, había una bandeja de aluminio con un termo plateado que olía deliciosamente a café negro, con una taza. También un sándvich del tamaño de una torre de asalto envuelto en papel transparente y un donut. Parecía que V había pedido a los doggens el servicio de habitaciones completo.

Hablando de Vishous…

Él se había despertado en su habitación, pero al hermano no se le veía por ningún sitio. Un rápido vistazo a la almohada a su lado reveló que no había dormido allí o que se había levantado hacía mucho rato. Comprobación de rutina: las persianas metálicas aún estaban bajadas. Butch frunció el ceño y se incorporó en la cama, flexionando los brazos. No le dolían, la herida de bala estaba completamente cicatrizada. Una inspección rápida le dijo que la ponzoña en su abdomen volvía a ser del tamaño habitual… Lo que, por supuesto, conjuró la imagen de V resbalando por su cuerpo hasta abrir la boca sobre aquella mancha gris, mientras su erección le acariciaba el pecho. Y luego había bajado aún más…

El estómago de Butch llamó educadamente su atención con un rugido de diplodocus.

Bueno, paso a paso. Lo primero era comer. Butch se acomodó en la cama, sirviéndose una taza de café caliente mientras devoraba el sándvich de pavo, inhalando el perfume de V con cada respiración. El olor del hermano era muy fuerte aquel día, como si hubiera rociado las paredes con Eau de Vishous. Y para nada desagradable.

De hecho, hasta donde podía recordar -y recordaba todos los puñeteros detalles- no había habido nada desagradable en su último… encuentro. Aquella sonrisa estúpida volvió a hacer su aparición sin que Butch pudiera evitarlo.

Tío…. el sexo con Vishous era como… como… SEXO.

Guau.

Butch se acabó la primera taza de café y resopló, sonriendo, mientras se pasaba una mano por el pelo. Sintiéndose una nenaza, levantó las sábanas negras para examinar la parte inferior de su cuerpo. V debía haberle limpiado, porque, al margen de una leve película pringosa, su abdomen y su entrepierna estaban secos. Y lo último que recordaba era que habían estado muy mojados. Con varios fluidos distintos.

Atacó el donut y su segunda taza de café mientras repasaba a cámara lenta todo lo que había ocurrido en aquella cama. Madre del cielo… ¿Lo lamentaba? Nop ¿Le había parecido sucio en algún momento? Nop ¿Había sentido pánico masculino? Nop.

Había sido, simple y llanamente, la mejor experiencia sexual de su vida. También una sorpresa emocional. Nunca se habría imaginado que V pudiera ser tan generoso en sus talentos. Todo había girado alrededor de él, Butch. Sí, Vishous era un mamón dominante al que le gustaba hacer las cosas a su forma… pero sólo se había concentrado en darle placer a él. Piel a piel. Boca a boca. Totalmente entregado. Y eso le había hecho sentir bien. Aceptado. Deseado. Tal cual era, con todos sus defectos, sus complejos y sus líos mentales.

Libre en más aspectos de los que podía explicar.

Cuando Butch dejó la taza en la bandeja y se levantó para ir al baño de Vishous, sintió una emoción tan extraña que al principio no supo cómo identificarla. Había recuperado las fuerzas y notaba el poder de su propio cuerpo, convertido en algo sensual. La maldita sonrisa seguía pegada en su cara y todo parecía más nítido, más definido. Parecía que le habían ajustado unas gafas con las dioptrías necesarias para alcanzar el 100% de visión. Tenía ganas de aullar, de correr, de pelear, de reír…

Eso era: se sentía vivo.

Feliz.

Sobre todo, sentía el incontenible impulso de darle un abrazo a V que le partiera las vértebras, de decirle que era lo más bestia y sexual que había conocido nunca, de tirarse cosas a la cabeza, de perseguirse por la Guarida como dos imbéciles, de tirarle sobre la cama, besarse como maníacos y volver a sentir aquella piel tostada contra la suya.

Y devolverle el favor. Punto por punto.

Tío, quería estar con Vishous.

Sólo con pensarlo se echó a reír. Unas carcajadas que salieron libres de su pecho como si fuera un crío de quince años.

Aquella nueva revelación hizo que sacudiera la cabeza mientras se miraba en el espejo del baño de V. Recordando lo que habían compartido, giró la cabeza hacia un lado y se examinó el cuello en el espejo. No había marcas de mordiscos, lo cual tenía sentido. V sólo le había roto ligeramente la piel, no había hundido los colmillos profundamente, no había bebido de su cuello como un amante, probablemente porque le respetaba demasiado como para hacer eso. Al menos en la primera cita. Y, mira por dónde, le fastidió no poder ver las señales de que lo que habían tenido había sido real. Butch pasó la palma de la mano por sus pectorales, despacio. Notaba los pezones sensibles y eso le arrancó una risita. Por algún motivo, a V le gustaban. Su mano bajó por sus abdominales, recordando el trazo húmedo de su lengua.

Cuando llegó a su entrepierna dio un leve respingo.

Su pene estaba algo hinchado, de un rosa subido en la punta, y no necesitaba el espejo para saber que sus pelotas estaban igual. Oh, por Dios santo todopoderoso… No podía creer lo que V había hecho con sus colmillos. Había pulverizado el concepto de que el dolor es malo, el placer es bueno y las dos cosas no se mezclan. Con V, no había diferencia entre los dos. Su mitad inferior empezó a cobrar vida propia y su termómetro corporal subió un par de grados.

Momento de sacar las manos de ahí.

Se duchó y se aseó en el baño del hermano suponiendo que, teniendo en cuenta las circunstancias, no le importaría demasiado. Sopesó salir en toalla hasta su habitación pero cambió de idea. Sin pararse a explorar los porqués, abrió el armario de V y le cogió unos pantalones de cuero. Por una vez, se los puso sin bóxers, totalmente Vishous-fashioned. A quién coño iba a importarle. Sus ropas no se veían por ningún sitio, pero su cartera, el móvil y las llaves del Escalade estaban pulcramente dispuestos en una mesita.

Butch se metió su cepillo de dientes en el bolsillo, se puso la gorra roja y cogió la bandeja, saliendo del cuarto. Vishous no estaba en el salón de la Guarida. Llevó la bandeja a la cocina y frunció el ceño. Olía a café. Bingo. La cafetera de depósito de la esquina aún estaba caliente y encima del mármol había una caja de donuts, de donde faltaba uno. Butch parpadeó. Fritz nunca habría cogido comida de la minicocina de la Guarida para prepararle el desayuno, para eso tenía una enorme despensa bien surtida. El hombrecillo habría cogido una de sus bandejas de plata y… Butch miró lo que tenía entre las manos. Era la bandeja de aluminio abollada que V y él usaban cuando se querían llevar unos nachos al salón y comer mientras veían un partido.

Vishous le había preparado el desayuno con sus propias manos.

Una oleada de calor le recorrió de la cabeza a los pies mientras las alarmas esto-se-está-poniendo-serio zumbaban en su cerebro como el pitido de un submarino nuclear. Pero, pensándolo bien, las cosas siempre habían sido serias entre ellos. Desde que aquella… aquella cosa había empezado a explotar entre los dos, ambos se lo habían tomado muy, muy en serio. El hecho de que V le hubiera preparado comida, se hubiera esforzado tanto en darle placer, le hubiera traído de vuelta a la vida, cuidado de él…

Mierda, quería ver a V. Ya.

Y quería tenerle desnudo entre sus brazos. Y que la enésima vez maldita sonrisa de felicidad luciera en la cara del hermano… después de jadear un buen rato. Dios sabía que Vishous ya había sufrido bastante en esta vida, ya había visto demasiada violencia en las relaciones entre las personas y en el sexo. Era hora de que alguien le tratara como se merecía, como la persona que era…

Butch salió de la cocina sin darse cuenta de que su olor permanecía flotando largo rato en la pequeña cámara, como un efluvio fantasmal de la conclusión a la que ya había llegado su subconsciente.

V no debía andar lejos porque percibía su cercanía, probablemente estaría informando a Wrath, así que Butch tenía la Guarida para él solo un buen rato. Sintiéndose como el crío que va a ver una peli porno a escondidas mientras su madre juega al mus con sus amigas, revolvió todo el salón, levantando cojines y Sports Illustrated. Ah, ahí estaba. Sacó su portátil de debajo de unas sudaderas de un rincón, al lado de la tele de plasma. Vishous no dejaba que nadie, ni siquiera él mismo, se acercara a sus Cuatro Juguetes y a Butch ya le parecía bien. Dios no quisiera que saltaran todas las alarmas antihackers del Pentágono por tocar la tecla que no debía. Todos los hermanos tenían sus Dell que, mayoritariamente, se usaban para mantenerse al día de los resultados de la Liga. El cable de la batería tenía que estar… ahí, debajo de una caja de pizza vacía.

Dando un último vistazo nervioso alrededor, Butch puso en marcha el cacharro, iniciando un ritmillo con el pie sobre el suelo. Nunca había hecho lo que iba a hacer ahora… pero, claro, tampoco lo de hacía unas horas. Y aquel era el punto clave: Butch no quería sentirse como la virginal novia tímida que se dejaba hacer porque no tenía ni idea de qué iba el rollo. Claro, sabía besar y eso era básicamente igual con ambos sexos. Podía hacer esa… esa cosa con la lengua y los pezones. Ajá, fijo. Sólo tenía que imaginarse a V desnudo debajo de él y su imaginación le dibujaba un mapa muy claro. Pero, ¿una vez que llegara a la X del tesoro?

NPI.

Ni. Puta. Idea.

Cuando tu… tu… lo que fuera sabía hacer esas cosas más abajo del ombligo, había que equilibrar las tornas. Como con muuuuuucha información. Y no es que pudiera ir a pedirle a nadie que le diera un cursillo acelerado de sexo entre machos. Ni ganas. Internet era la forma más segura. Tuvo que reprimirse de morderse las uñas mientras el portátil se encendía y cargaba el navegador. Inspiró y, con dedos no del todo estables, tecleó “sexo hombres” -se negaba a escribir “gay”- en el buscador.

Joder.

Centenares de miles de entradas. Tragó saliva cuando abrió la primera web de porno homosexual que apareció en su lista.

Casi saltó del sofá. Los ojos se le pusieron como platos y sobrepasó los cuarenta grados de temperatura. La mayor parte concentrada en el rojo lava de su cara.

Virgen santísima… Vale, la santidad no tenía cabida ahí. Aunque la web era de pago, había un catálogo de imágenes lo bastante amplio como para que Butch completara en diez segundos el Curso Inicial de Sexo Gay, el Posgrado y el Máster. Parpadeó, sintiéndose como alguien que no había vivido una puta mierda a pesar de sus 38 años ¿Eso se podía hacer? Estuvo a punto a girar el ordenador para entender la postura ¿Y eso con la lengua en…? ¿Y lo del…?

Butch se pasó el dorso de la mano por la frente, sudando. Su primera reacción fue cerrar el ordenador, repelido por lo que veía. Hasta que cayó en la cuenta de que ninguno de los tíos que salían en las fotos tenía colmillos. Así que por muy mariquitas experimentados que fueran, a ninguno le habían chupado sangre de la polla y de las pelotas. Con perdón. A él le habían hecho algo más de lo que salía en aquellas imágenes y lo había disfrutado.

Puso en marcha el Photoshop mental y cambió las caras de aquellos tipos por la de V y la suya. Cerró los ojos, imaginando a los dos en la cama. O en el sofá. El olor de V, el guante… Haciendo aquellas cosas.

Tuvo que cambiar de posición cuando el pantalón le pareció de una talla más pequeña de la necesaria. De bragueta.

Arriesgándose a la lipotimia nerviosa, entró en la sección de vídeos gratis. No duraban más de treinta segundos, pero maldita sea si le hacía falta más para el infarto de miocardio, a juzgar por las “previews”. Hizo clic en el “play”.

Oh, joder, se había olvidado de que tenía activado el volumen del portátil.

Cuando la sinfonía de “ooohs”, “mmmm” y “aahh” pareció rebotar entre las paredes de la Guarida, Butch maldijo y trasteó con las teclas hasta silenciar la maldita cosa. Total, lo poco que había visto ya le había achicharrado las retinas. Suspiró, apoyando la cabeza hacia atrás en el asiento de cuero, con los ojos cerrados. Menos mal que estaba solo…

El móvil bailoteó como loco en el bolsillo de su pantalón y Butch se lió con el ordenador. El cacharro acabó en el suelo. Maldijo. El puto móvil siguió berreando.

-¿D-diga?- mierda, ¿por qué se sentía como si su madre le hubiera pillado haciéndose una paja?

-Poli… -la voz de Vishous era como un ronroneo-. La próxima vez que pienses en guarradas, hazlo más bajito. Me estás poniendo cachondo…

OOO

Era una lástima ser impotente, pensó M mientras encendía las luces fluorescentes del sótano de aquella granja infecta que la Sociedad usaba en aquel momento como cuartel general. Porque fijo que, sino, ahora estaría cachondo perdido.

Nada como la perspectiva de una matanza para cuadrar a su soldadito.

Sus botas viejas resonaron en los escalones de cemento y su nariz se llenó con el olor acre de los orines y el miedo. Siempre había sido invisible. El clásico crío escuálido del que su machista padre borracho nunca había podido enorgullecerse. Un inútil en los bolos, en el béisbol y en las peleas callejeras.

Un enclenque de mierda.

Caminó entre el mercadillo de objetos de tortura usados del sótano mientras oía gimotear al vampiro encerrado en el cuartucho.

Sí, nunca había sido Rambo. Pero tenía una puntería de cojones. Así que había sudado tinta china para entrar en el Ejército pero lo había conseguido. Y había matado más tipos cachas y duros a distancia, con una sola bala, que huesos había roto su padre con sus manazas, incluyendo los suyos.

Aún así, M seguía albergando rencor contra todos los armarios con patas del mundo. Contra los capitanes del equipo de rugby que se liaban con la jefa del equipo de animadoras. Contra los chulitos de la clase que se metían con el cuatro ojos de turno.

Contra las masas de músculos que aparecían de la nada para joderle un tiro, para enviar a la mierda la única cosa en la que M era superior.

Afortunadamente, tenía a uno de aquellos tipejos hormonados a su entera disposición.

No había podido cargarse al vampiro la noche anterior porque el señor D había vuelto a la granja antes que él y todavía le quería vivo. A saber para qué, teniendo en cuenta que ya le habían sacado todo lo que sabía. Luego, D había salido en busca de otros restrictores que pudiera sumar a su equipo de operaciones, ahora menguado. D le había inyectado a aquel vampiro una dosis adicional de K antes de marcharse a media mañana.

Mientras cogía un viejo punzón oxidado manchado de sangre reseca, M pensó que sería un auténtico fastidio que aquel vampiro estuviera completamente colocado. Le restaría agudeza sensorial para ser plenamente consciente de lo que le tenía reservado.

Miró por el ventanuco del trastero. Dios, apestaba. El crío debía haber vuelto a perder el control de su cuerpo. Unos ojos vidriosos intentaron enfocarle. Ah, espléndido. Suficiente droga como para convertirlo en inofensivo, pero inyectada hacía suficientes horas como para que hubiera recuperado parte de su sensibilidad.

Abrió la puerta con la llave roñosa que D había dejado colgada de un clavo. El crío encogió el cuerpo desnudo, pringoso con su propia suciedad, intentando instintivamente proteger las partes blandas con gestos descoordinados. M rió mientras se remangaba la camisa.

-No te esfuerces, hijo. No necesito abrirte las tripas para matarte.- M utilizó el punzón para rajarse la carne del antebrazo pálido en un corte largo. La sangre, negra y oleosa, brotó a la superficie como la putrefacción de un cadáver reciente. El chico rompió a temblar. A gemir como un cerdo- ¿Sabes qué es lo que menos me gusta de ti?- M untó cuidadosamente el punzón en su propia sangre, o en lo que fluía, pastoso, por sus venas, hasta impregnar la mitad del acero. La herida superficial empezó a cerrarse al momento-. Que seguro que has sido el niñito adorado de papá y mamá. La encarnación de su orgullo familiar.- contempló el punzón a la luz de los fluorescentes-. En realidad, apuesto mi culo a que has sido un chulo de mierda. Te reías de los débiles de tu clase, ¿verdad? Paseabas tu pasta, tus músculos y el amor de tus papás delante de los que no tenían esa suerte y les hacías la vida imposible junto con tus colegas, ¿a que sí? Pedazo de mierda.

Los ojos del vampiro se abrieron de par en par, con las pupilas dilatadas. Oh, sí, por supuesto que aquel imbécil había sido un cabrón abusador. Todos los de su calaña lo eran.

En realidad, pensó M, iba a hacer justicia.

Le cogió el pelo con la mano izquierda, tirando de él con todas las fuerzas que le daba la corrupción que inundaba su cuerpo, contemplando con satisfacción como, por una vez, él podía más que el machito de turno. Rahg sólo relajó su postura fetal durante un segundo, como acto reflejo al brusco tirón que recibió en su cabeza.

El tiempo que necesitó M para clavarle el punzón en los testículos.

Mierda, el vampiro gritó tan fuerte que M pensó que alertaría a todos los Jimmys y Mary Sues de las granjas de los alrededores. Retiró el punzón con un movimiento seco pero soltó la cabeza del vampiro con delicadeza. No era cuestión de que se la partiera contra el hormigón del suelo y pusiera fin a la diversión demasiado pronto.

M se apoyó en el umbral del cuartucho, limpiando el punzón en un trapo grasiento mientras el vampiro se contorsionaba, chillando. Sus brazos y piernas se doblaron en ángulos imposibles cuando los tendones y músculos se desgarraron de puro dolor y las costillas se luxaron con sus sacudidas desmadejadas. El vampiro se mordió la lengua, arrancándose la punta, y la sangre chorreó por su mandíbula. Los ojos se le pusieron en blanco y la baba espumosa que empezó a brotar de su boca le dio el aspecto de un perro rabioso.

Ah, era encantador ver los efectos que tenía la sangre de restrictor cuando se introducía en el torrente sanguíneo de un vampiro. Mejor que el veneno de escorpión que aún usaban algunas tribus de Afganistán para emponzoñar sus hojas. Aquel era un truquito que le había enseñado, cuando se había enrolado en la Sociedad, el entonces Restrictor Jefe, el señor X, superviviente de cuando la batalla contra los vampiros se libraba más con armas cuerpo a cuerpo que de fuego.

La sangre de los restrictores era la peor tortura para un vampiro.

M echó un vistazo a su reloj. Aquel desgraciado aún tardaría un rato en morir. Y, en el proceso, sus órganos internos se descompondrían, sus tendones se quebrarían fruto de los espasmos, su sangre herviría hasta brotar por todos sus agujeros, por sus ojos, orejas y todos sus poros, como sudor sangriento…

Ah, era un placer que su propio cuerpo se hubiera convertido en el depósito de un arma tan deliciosamente eficaz. Se sentó en un sofá desvencijado, contemplando el espectáculo.

OOO

En el sofá de la Guarida, Butch agarró el móvil con una mano mientras con la otra forcejeaba por apagar el ordenador. Mierda, ¿qué alcance tenía el radar mental de Vishous para haber captado sus pensamientos? Y, más aún…

-¿No decías que ya no podías oír los pensamientos de nadie?- contraatacó.

-Los tuyos sí. Sobre todo si casi los gritas.- se oía un fru-fru por el móvil mezclado con la estática, como si V se estuviera moviendo entre telas.

-¿Dónde estás?- por fin consiguió apagar el Dell.

Un instante de silencio. Luego, un arrastrar de palabras.

-En tu cama.

Yup, erección instantánea. Butch cogió el móvil con las dos manos, mirando hacia la puerta cerrada de su habitación. Se imaginó perfectamente a V apoyado contra sus almohadas, con el enorme pecho desnudo, los abdominales marcados, las sábanas azules tapándole de cintura para abajo…

Una risita a través del móvil.

-Diez mil puntos. Estoy justo así.

-¿Te importaría desconectar tu bat-radar, hermano? Es molesto.- Butch frunció el ceño. Por alguna razón, no fue hacia su habitación. Permaneció sentado en el sofá del salón.

-Lo siento, mi estación receptora sintoniza demasiado bien tu longitud… de onda.

-¿Por qué no has dormido en tu cama? Y no es que me moleste que estés en la mía.- aclaró Butch, recostándose contra el sofá ¿Fritz había subido la calefacción?

Un largo silencio.

-Estabas tú.

-No, ¿de verdad?- Butch enarcó una ceja con ironía, aunque Vishous no lo veía-. Era tu cama y, después de todo…- se miró las uñas-… creí que te encontraría allí.

Más silencio.

-¿Te habría gustado que me quedara contigo?

La voz de V sonaba cuidadosamente neutra. Demasiado.

¿Le habría gustado dormir al lado de V? Joder, habría sido raro de narices, pero…

-Sí.- Butch oyó que Vishous carraspeaba al otro lado del móvil y comprendió el por qué de su huida tan claramente como si el hermano hubiera proyectado el pensamiento en su cabeza. Demasiado cerca. Demasiado vulnerablemente cerca. El muy idiota. Su voz salió cálida-. V, no es que seamos precisamente dos desconocidos, ¿no te parece?

Una risotada y otra vez aquel fru-fru. Se imaginó al moreno moviéndose entre sus sábanas.

-Supongo que podemos decir que te conozco… bastante de cerca.- la voz de Vishous tenía una sonrisa que perdió al seguir hablando en tono grave- ¿Cómo estás?

-¿Te refieres a si se me ha pasado la anestesia, a si me arrepiento de lo nuestro o a si mis pelotas siguen en su sitio?- Butch se pasó la mano por el pelo, reclinado en el sofá con los muslos abiertos. Empezaba a sentir un calor sensual por todo el cuerpo.

V tomó aliento y Butch se dio cuenta de que sus respuestas eran muy importantes.

-A las tres cosas.

Los labios del poli se curvaron en una sonrisa.

-Estoy perfectamente despejado y en forma. No me arrepiento en lo más mínimo y mi Comandante y sus dos Capitanes siguen en posición. Algo hinchados, pero en posición.

V ladró una risotada y su voz recuperó parte de la confianza. Y del ronroneo sensual.

-Me alegro de que te gustara, poli.

Butch se levantó del sofá cuando fue incapaz de encontrar una postura lo bastante cómoda para su mitad sur.

-Y yo siento que me desmayara, V.- cuando el otro chasqueó la lengua, Butch dio gracias por no tenerle delante o no habría podido seguir hablando-. Hasta donde recuerdo, estabas… ah, ya sabes…

-¿Duro?

-Eso.

Más de aquel roce de sábanas. Más de aquella voz grave.

-Lo estaba.

-¿Qué hiciste? Cuando me desmayé, ¿qué hiciste?- Butch tragó saliva mientras contemplaba su puerta cerrada.

-¿Qué crees que hice, poli?

-¿Te… tocaste? ¿En la cama, a mi lado?- dio un paso hacia la puerta.

El aliento de V le llegó en forma de distorsión en el móvil. La estática aumentó.

-Tres veces…

V emitió un sonido peculiar, como si estuviera ahogando un gemido. Más sonido de ropas. Butch tuvo la certeza de que sabía qué estaba haciendo el hermano debajo de sus sábanas. Su cuerpo se puso totalmente duro.

-¿Poli?- la pregunta parecía un jadeo- ¿Qué estabas mirando en el portátil?

Salto al vacío. Aquella pregunta era el preludio de un salto al vacío.

Que Butch estaba más que dispuesto a dar. Al menos, hasta cierto punto. El hecho de que Vishous pareciera tan nervioso como él le ayudaba a reafirmarse. No iba a quedar como un imbécil confesando su falta de experiencia porque V se sentía aún más vulnerable que él. Otro paso hacia la habitación.

-Vídeos… de… hombres.- mierda, igualmente costó decirlo; casi se encogió por dentro.

Aquella vez, el gemido de V le llegó bien claro.

-¿Por qué?

-Para ver qué puedo hacerte.- Butch caminó hasta apoyar la mano en el pomo de su puerta-. Pero, ¿sabes qué? Prefiero aprenderlo sobre la marcha. Así que aparta la mano de tu polla ahora mismo.

-¿Por qué?- oyó el jadeo por el móvil y a través de la puerta a la vez.

-Porque quiero tocarte yo…

Butch abrió la puerta de su habitación.

OOO

Me encanta ver florecer el álamo

En la primavera temprana.

Me encanta el mensaje de amor

Que trae el azulejo…

Phury parpadeó, enfocando las luces incrustadas en el falso techo blanco de la habitación de la clínica de Havers. Despertar definitivamente de la muerte con aquella canción de Springsteen en la mente era un escenario que ni siquiera él podría haber previsto, pero allí estaba. La nostálgica tonada y la voz desgarrada del “Boss” se deslizaba entre sus neuronas, envolviéndolas en su perfume de lamento agridulce.

-¿Señor? ¿Podéis oírme?

Movió la cabeza hacia aquella voz como un autómata, sin auténtico interés. Ah, sí, Havers… Sus ojos tenían la clásica expresión de preocupación médica mientras le escrutaban. Odiaba a los médicos. Tenían la maldita costumbre de salvarte la vida. Se pasó la lengua por los labios resecos.

-Estoy… bien.

Una mentira como un templo pero, en fin…

-Parece que por fin han desaparecido todos los efectos de la anestesia. Os habéis estado despertando y durmiendo a ratos desde hace un par de horas.- más de aquella sonrisita humanitaria-. Voy a comprobar vuestras constantes, señor, precisaré de un poco de ayuda por vuestra parte.

-Sírvase…

Phury hizo de paciente modélico mientras el buen doctor le tomaba el pulso, comprobaba su respiración, le taladraba las retinas con la maldita minilinterna… Cuando la mierda acabó, Phury se volvió hacia su hombro derecho. Jooooooodeeeeer. Eso dolía. Sólo girarse activaba las conexiones de los músculos y los nervios, que le pasaron un puntual informe de los daños. Parecía que habían gastado todos los rollos de gasas de la clínica para envolver lo que le quedaba de hombro. A pesar de las telas, Phury distinguió que su forma no era la adecuada, como si aún le faltara un pedazo de carne por regenerar y, la que ya ocupaba el hueco, estuviera tierna.

Dolía como una auténtica perra.

-La operación ha sido larga, señor.- informó Havers mientras le tendía el historial a una enfermera y se guardaba la dichosa linternita en el bolsillo de la bata-. Tuvimos que concentrarnos en pararos la hemorragia y reconstruir los vasos sanguíneos dañados para ayudar a vuestro cuerpo a regenerarse. Afortunadamente, los de vuestra clase curan rápido, milord, y contamos con ayuda.- los ojos de Havers se desviaron hacia una esquina.

Phury siguió la dirección de su mirada. Una hembra, una Elegida a juzgar por su túnica imitación de toga romana, estaba sentada en la única butaca de la habitación. Llevaba el pelo castaño recogido en un moño y se mantenía con las manos cruzadas sobre el regazo. Había vendas en sus muñecas y la parte delantera de la túnica estaba manchada de sangre. Dios, la había dejado seca, ¿verdad? A eso se le llamaba transfusión de donante vivo, supuso.

Antes de que pudiera darle las gracias, llevado de la costumbre más que de la sinceridad, el buen doctor volvió a intervenir.

-Voy a avisar a vuestros acompañantes de que la operación ha sido un éxito.- Havers se giró hacia la puerta-. Han estado tremendamente preoc…

-No va a avisar a nadie hasta que no esté vestido y listo para irme.- Phury se apoyó en el brazo izquierdo para intentar incorporarse. El latigazo de dolor le dejó sin aliento.

Havers casi se propulsó sobre sus pies para volar al lado de la camilla.

-¡Señor, no podéis levantaros!¡Y menos iros! Habéis… habéis perdido mucha sangre, vuestra herida ni siquiera está totalmente sanada. Deberíais quedaros aquí lo que queda de tarde y toda la noche…

Phury apretó los dientes hasta que los oyó chirriar.

-Consejo… recibido. Ahora puede ayudarme a… vestirme o largarse… para que lo haga yo. Pero me voy.

¡¡¡Prueba superadaaaa!!! Nunca pensó que sentarse en una puta cama le haría sentir como si hubiera escalado el Agapurna. Havers palideció hasta hacer conjunto con las sábanas. La enfermera también. Y la Elegida no lo hizo porque ya estaba del color del lino. El doctor apretó los labios.

-Muy bien, vos mismo.- el mismo tono que para decirle a un niño que podía subirse al tobogán a riesgo de partirse los dientes-. Uno de vuestros acompañantes ha traído una bolsa con ropa de recambio.- señaló hacia la enfermera-. Ella os ayudará. Cuando estéis listo avisaremos a vuestra familia y tendréis que firmarme el alta voluntaria.

-Sin problemas.

Con tal de largarse a la mansión y poder encerrarse en su habitación para dejarse fuera de combate a base de rojos, firmaría lo que fuera. Por triplicado.

La enfermera le dedicó una mirada severa por un momento y luego empezó a trastear con la bolsa de piel, sacando mudas. Phury miró alrededor, en busca de un vaso de agua.

-Permitidme que os lo acerque…

La Elegida se levantó de la silla y Phury casi juró que flotaba en vez de andar, tal era su gracia. Le sirvió agua de una jarra de cristal y depositó el vaso en su mano izquierda con una pequeña reverencia. Después de beber, tuvo que devolverle el saludo.

-¿Cómo te llamas?- preguntó mientras dejaba las piernas colgando de la cama. Ups, la pierna. Le habían quitado la prótesis. Debería haberle importado, especialmente delante de dos hembras, pero Phury ya estaba más allá de eso.

La hembra ni siquiera parpadeó al ver su muñón, sólo mantuvo la mirada parcialmente baja en señal de respeto y aquella suave sonrisa de muñeca de porcelana en la cara.

-Elegida.

-Tu verdadero nombre. Me has dejado tomar tu vena y, probablemente, lo habré hecho de manera brusca e inapropiada.- se quedó mirando los vendajes de sus muñecas mientras la enfermera le ajustaba la prótesis-. Me gustaría poder disculparme y agradecerte el gesto llamándote por tu nombre.

La mujer sonrió y alzó la mirada. Rezumaba belleza clásica, como todas las Elegidas que Phury había visto.

-Me llaman Amalya, señor. Y en verdad ha sido mi honor poder serviros en vuestra necesidad. Veros vivo y recuperado es recompensa suficiente, no hay nada que agradecer.

Sus modales y su voz eran como un río fluyendo sobre piedras suaves. Aquella era la virtud de las Elegidas: criadas por selección genética para ser las más hermosas de la raza y con la suficiente fortaleza serena como para atemperar la violencia de los machos guerreros. Las neuronas de la ironía de Phury se preguntaron por un momento si una estancia en el Otro Lado rodeado de tanta calma apacible podría apaciguar la bestia de su frustración, algo así como unas minivacaciones en un balneario.

La enfermera le tendió su ropa interior, indecisa sobre si ayudarle a ponérsela. Y una mierda iba a necesitar que alguien le pusiera los calzoncillos delante de una Elegida, como un viejo inválido. Esperando no marearse, apartó las sábanas de sus caderas y apretó las mandíbulas para agacharse, subiéndose los bóxers por los tobillos. Mier-da. La punzada de dolor de su hombro parcialmente inexistente le arrancó un sudor frío.

La Elegida se había dado la vuelta, ofreciéndole una intimidad muy bienvenida. El gesto le recordó a Vishous o, más bien, a lo que V tendría que hacer. A Phury la perspectiva de ser el Gran Padre le seguía pareciendo un sinónimo del infierno, pero esperó que el hermano tratara a aquellas hembras delicadas con la gentileza necesaria.

Ya, claro… Como si las máscaras y las mordazas hicieran conjunto con los templos de mármol blanco.

Para cuando la dichosa enfermera lo tuvo completamente vestido, con la camisa abrochada sobre el brazo derecho en cabestrillo, Phury temblaba de pies a cabeza. Los dientes le castañeteaban de puro dolor, pero no iba a darle a Havers ni a la enferma la satisfacción de oírle decir que se quedaba. Simplemente, no podía soportar las atenciones durante más tiempo.

-Voy a avisar a sus acompañantes.- informó la enfermera con una última mirada de “está a tiempo de arrepentirse”.

Amalya se giró hacia él, con las manos enlazadas sobre la falda.

-¿Precisáis de mis servicios, señor?

Phury intentó controlar el temblor de sus mandíbulas.

-No. Puedes regresar al Otro Lado con mi agradecimiento e informar a la Madre de nuestra Raza de que en verdad has cumplido hermosamente con las tradiciones de las Elegidas.

Brilló. La hembra brilló al sonreír y hacer una pequeña reverencia.

-Siempre es un placer ser útiles a la Raza.

Phury suspiró cuando la Elegida desapareció en el aire. Era imposible no sentirse calmado después de tratar con una de aquellas hembras. Todo, desde su físico a sus modales, era como un baño refrescante en un lago apacible. Casi le ayudaba a olvidar…

La puerta de la habitación se abrió con un estruendo al golpear contra la pared y Phury arrastró cansinamente la mirada desde el punto dónde había estado la Elegida hasta la enorme figura de su gemelo, que ocupaba toda la puerta. Los ojos de Zsadist eran de un negro noche, pozos de ira fundida. Caminó hacia la camilla como si estuviera aplastando a enemigos agonizantes bajo sus botas, el aire tóxico a su alrededor. Cuando se detuvo justo delante de él, Phury lo miró como un hombre muerto. Sin expresión. Sin emoción.

-Mejor que esto no se vuelva a repetir.- Z curvó el labio superior. Habría sido una mueca escalofriante si Phury no hubiera visto que sus manos temblaban.

-No te preocupes. Aún me queda otro hombro.- murmuró, desviando la vista al suelo en cuanto percibió otra presencia acercándose a la camilla.

-¿Phury?- esa voz, esa hermosa voz de sirena…- Havers dice que deberías pasar la noche aquí.

-Estoy bien.- ni siquiera él entendió sus palabras cuando las masculló entre dientes.

-Nos has dado un susto de muerte…

El susurro de Bella pareció viajar a través de la distancia que les separaba hasta posarse en su piel. O, a lo mejor, sólo era su imaginación, pero le obligó a levantar la cabeza. Mala idea. Muy mala. En cuanto vio los enormes ojos azules de Bella fijos en los suyos, la melena rojiza enmarcando su rostro frágil, su pequeña mano desapareciendo en la de Z, aquella canción melancólica le volvió a la cabeza.

Ahora sabía exactamente por qué se había despertado con esa tonada en la punta de la lengua.

Me encanta ver tu pelo brillando

En la prolongada luz del verano.

Me encanta contemplar las estrellas en el cielo

En la noche de estío.

Suena la música y le coges de la mano

Veo cómo le acaricias cuando empiezas a bailar.

Y desearía estar ciego,

Cuando te veo con tu hombre.

Jodidamente perfecta para la ocasión, ¿no? Phury percibió a Rhage y a su shellan ocupando la habitación, pero no les miró. Era incapaz de apartar la vista de los ojos de Bella. Había vuelto por ella, había obligado a su cuerpo a sanar, había bebido de la Elegida casi hasta desecarla por poder seguir viviendo y verse reflejado en aquellos ojos.

Justo entonces, Bella desvió la mirada. Hacia Zsadist.

Cuando Bella le miraba, Z no se reflejaba en sus ojos. Más bien era como si ella le absorbiera en su ser. Phury vio cómo la hembra apretaba la mano de su gemelo con el alma en los ojos. “Podrías haber sido tú”, decían. “Esta noche, podría haber estado a punto de perderte a ti”.

En aquel momento, lo que quedaba del corazón de Phury se desmoronó, reduciéndose a polvo.

Bella jamás le amaría. Su mente racional se lo había dicho desde antes incluso de que se emparejara con su gemelo. Pero, ah, el corazón… Era mucho más difícil hacer que aquel órgano defensor de las causas perdidas lo entendiera y todavía más que lo aceptara. Ahora lo había hecho. En aquella habitación de hospital, con el hombro destrozado bajo el vendaje, el corazón de Phury abandonó toda esperanza. Bella lloraría si él moría, guardaría luto por él, rezaría por su alma… y seguiría adelante.

Jamás lograría de ella aquella mirada que le dedicaba a Zsadist.

Esos ojos, que una vez me llenaron con su belleza,

Ahora me llenan de dolor.

Y la luz que una vez entró aquí

Se ha desvanecido de mí

Todo lo que mi corazón ve, nena, es esta oscuridad…

En aquel momento, Phury deseó volverse ciego ante el amor que compartían Bella y Zsadist. Anheló encontrar un lugar desde el cual no tuviera que verla, ni olerla, ni sufrir la muerte en vida de tener que estar contento por ellos cuando agonizaba cada segundo que les veía juntos.

Sabía que tenía que seguir adelante con su vida, pero todo en lo que podía pensar era que quería irse lejos, lejos, lejos… Lejos del dolor, del no poder, de estar ante la puerta a su felicidad sabiendo que jamás se abriría para él.

Sólo que no existía ese lugar, ¿verdad?

Oh, desearía estar ciego…

Maldita canción.

OOO

En la Guarida, Vishous se quedó mirando a Butch cuando apareció en el umbral de la puerta sin moverse de donde estaba, en la cama del poli, donde había dormido todo el día. Había sido incapaz de quedarse con él en su propia habitación, totalmente incapaz. Lo que habían tenido le había dejado tan… expuesto, tan consciente de todo lo que sentía por el poli, que no había podido hacer otra cosa que poner espacio entre ellos.

Lo deseaba con tanta fuerza, en cuerpo y alma, que asustaba.

Después de ducharse en la habitación del poli, había dormido arropado con las sábanas de Butch, con su olor envolviéndole; la justa dosis de cercanía y distancia que dictaba su necesidad de autopreservación emocional. Y había dormido como un tronco, como cada vez que estaba con Butch. Cuando se había despertado, se había asomado a su habitación para encontrarse al poli en su cama, tapado con sus sábanas y durmiendo con una sonrisa en la cara. Luego sus manos habían enviado a la mierda a su cerebro lógico y habían actuado por su cuenta, preparándole el desayuno como una maldita recién casada melosa.

Las muy cabronas.

Había vuelto a refugiarse en la habitación del poli mientras le oía trastear en su cuarto, reírse, ducharse y salir al salón. Simplemente, no tenía ni puta idea de qué decirle, de cómo actuar. Llevaba horas sonriendo como un gilipollas y aspirando el olor de Butch en las almohadas y sentía impulsos de estrangularse con las manos desnudas. Hasta que le había oído teclear en el ordenador. Y había captado sus ondas mentales junto con el inconfundible olor a sexo.

Llamémosle reclamo ineludible.

O erección instantánea.

Butch cerró la tapa del móvil con una mano y la de la puerta con la otra. El poli era puro sexo, despidiendo calor por todos sus poros. Los ojos castaños recorrieron su pecho desnudo y siguieron la trayectoria de su brazo derecho bajo las sábanas. Por suerte, Vishous tenía una pierna doblada, así que la tela no revelaba lo duro que estaba. Colgó el móvil con la izquierda y lo tiró encima de la cama mientras Butch se acercaba.

El poli hundió el colchón cuando se tumbó a su lado, sin apartar los ojos de los suyos, después de tirar la gorra roja encima de las sábanas. Puso la mano derecha en su cuello, acariciándole la mandíbula con el pulgar y con los ojos castaños explorando su cara, como si ocultara algún secreto cósmico a desentrañar. V abrió la boca para decir algo, lo que fuera, pero se encontró con los labios de Butch contra los suyos, su lengua exigiendo que rindiera la suya. Jadeó, cogiendo la muñeca del poli con la mano mientras el irlandés le besaba lento y profundo. Con mucha saliva. Empujándole la cabeza contra la almohada.

Cuando Butch se separó, V parpadeó varias veces, muy rápido. Luego carraspeó.

-¿Es tu nueva forma de decir buenas tardes?- murmuró con voz afónica.

-Estaba haciendo una comprobación.

La mano de Butch se deslizó desde su mandíbula por el cuello hasta apoyarse en el centro de su pecho, cálida. Mierda, el poli parecía… sólido, con una especie de decisión que hizo sonar campanas en el cerebro de Vishous. No habría sido capaz de moverse ni bajo amenaza de bomba.

-¿Cuál?

-Que esto me seguía pareciendo tan… bueno como hace unas horas.- los ojos de Butch recorrían su cara, su pecho.

Gracias, Dios. Carraspeó, sin saber donde poner las manos. Mierda, ¿podría Butch dejar de mirarle? Si había algo a lo que V no estaba acostumbrado era a que lo miraran. Seguro, los humanos le espiaban de reojo por la calle, pero luego apartaban la vista, pensando que era un asesino de la mafia. Sus hermanos le miraban sin prestarle más atención que la normal cuando tenías a un tipo delante ocupando un espacio físico. Y sus hembras raramente le miraban a los ojos; no les dejaba. Se obligó a no desviar la mirada de Butch.

El poli paseó la mirada por todo su cuerpo, hasta lo que las sábanas ocultaban. Luego volvió a subir hasta sus ojos. V movió las caderas en una onda de anticipación. Aquello fue lo que hizo que Butch saliera de su modo “pausa”.

-Saca la mano de ahí.- murmuró con voz grave.- Y baja la pierna.

V lo hizo. Su excitación empujó las sábanas hacia arriba como si fuera el maldito mástil de un barco.

Butch se pasó la lengua por los labios y luego levantó las sábanas por una esquina, metiéndose bajo ellas. Lentamente. V no movió los ojos de los suyos mientras Butch rodaba despacio hasta apoyar la mitad del cuerpo sobre el de él, pasándole una pierna por encima de los muslos.

-¿Tú quieres…?- mierda, no le salían las palabras. Durante sus tres siglos respirando sobre el mundo, él era el que tocaba. Nunca al revés y no habría creído que Butch quisiera hacerlo.

Su compañero sólo levantó una comisura con una pequeña sonrisa.

-Sí. Quiero conocerte. En ese sentido. Es en lo único en que he podido pensar desde que me he despertado.

Dios, toda la sangre que le quedaba circulando por las venas huyó hacia abajo.

Dejó escapar un jadeo cuando la mano derecha del poli empezó a bajar por su abdomen, ondulando por el mapa de sus músculos. Cuando llegó al ombligo se detuvo, los ojos buscando su permiso.

-¿Puedo, V? No sé si voy a hacerlo bien, pero…

Joder, Butch no tendría que hacerle prácticamente nada. V ya notaba los latidos en su ingle. Estuvo a punto de cogerle la mano y guiársela hasta donde quería tenerla, pero se reprimió. Para Butch era importante hacer los gestos, reafirmar su confianza. Y, qué demonios, era un cambio tan enorme que, por una sola, jodida vez, alguien le tratara con esmero… Asintió, respirando fuerte.

Aquella ancha palma caliente siguió bajando, sin que los ojos castaños se movieran de los suyos en ningún momento. Cuando las yemas de los dedos rozaron su punta húmeda, V echó la cabeza hacia atrás. Mierda, ¿podría darse prisa?

No, obviamente quería freírle a fuego lento.

La mano de Butch se cerró alrededor de él por debajo de las sábanas.

Los dos gimieron.

-Cristo.- Vishous apretó la cabeza contra la almohada, dejando escapar el aire en una explosión, con el cuerpo entero en tensión.

Butch apoyó la frente en su hombro derecho, intentando llevar aire a sus pulmones. Su mano lo recorrió, vacilante, con los dedos explorando su longitud acerada, su relieve, el glande húmedo y suave. Vishous echó los brazos alrededor de los hombros del poli, necesitando el contacto, fusionando a ambos. No le importaba que Butch se limitara a tocarle con la mano. Todo aquello, el calor, la cercanía, el abrazo, la aceptación… Mierda, iba a ser la mejor experiencia sexual que hubiera tenido. Justamente porque no era sólo sexual.

-Dios, eres enorme…

V se arqueó con solo oír aquellas palabras. El movimiento de sus caderas impulsó su pene hacia arriba en la mano de Butch. Gimió. El poli le acarició un par de veces con cautela, arriba y abajo, con los ojos fijos en las expresiones de su cara.

-Te gusta…- murmuró cuando V empezó a retorcerse entre las sábanas.

-No… me jodas, Butch.- apretó los dientes cuando se humedeció en la mano del irlandés-. Soy… de carne y hueso.

El poli rió. El muy cabronazo. Como si no hubiera podido creerse que era capaz de darle placer hasta tener la evidencia en su mano y ver cómo se retorcía. Vishous le atrajo hacia su boca, aspirando su lengua y su aliento mientras sus caderas se movían al ritmo de la mano de Butch. Mierda, aquello era como estar soñando e iba a correrse, iba a…

-Shhh…- el maldito de Butch se separó de su boca, mirándole con una sonrisa-. Esto no puede acabar tan rápido, necesito practicar.

-Y una… mierda.

Intentó seguir acariciándose en la mano de Butch, moviendo las caderas, pero el poli le soltó. Vishous prácticamente rugió. Luego, Butch apartó las sábanas, dejándole al descubierto. V tuvo que recordarse que tenía los pantalones bajados justo hasta la base de su erección, así que Butch no veía lo que faltaba allí abajo, sólo los malditos tatuajes de su pelvis.

Oh, y su polla, claro.

El poli volvió a cerrar la mano a su alrededor. Una caricia muuuuy lenta… de la base a la punta. Acariciando el glande con el pulgar. Volviendo a bajar, arrugando la fina piel.

Vishous empezó a sudar aferrado a los hombros de Butch, la cara contra su pelo, jadeando como un alma en pena.

-Virgen… Eres elegante hasta ahí abajo. Mira cómo se curva.- el aliento de Butch le rozó el pecho al hablar. Otra caricia rodeándole con toda la mano-. Mierda, qué ancho…- los dedos del poli midieron su base.- No pensé que esto fuera a ser tan bueno…

Mordaza. La próxima vez que hicieran aquello, tenía que acordarse de amordazar a Butch.

El poli encontró un buen ritmo, abajo y arriba, su palma resbalando eróticamente, lubricada con todo lo que ya había salido de él. V casi saltó. Su cabeza se echó hacia atrás por impulso, mostrando el cuello mientras gemía. La boca del poli se acercó a su oído.

-¿Cómo te gusta?

Los ojos blancos se abrieron de golpe. V se quedó mirando a Butch como si fuera un Alien.

-¿Qué?

Butch desvió la mirada hacia abajo y luego movió la mano lentamente. Sensual. Ocultando y descubriendo la punta entre la piel sedosa. V se removió, jurando, abrazado a él.

-Es… la primera vez… que hago esto.- el poli estaba tan falto de aliento como él-. Quiero saber qué te gusta. Y quiero verte.- le soltó para coger la cinturilla de los pantalones.

La mano de V salió disparada para aferrar su muñeca.

-Eso se queda.

Butch frunció el ceño. Sus ojos se desviaron a los tatuajes de su pelvis. Volvió a mirarle con una comprensión que V habría deseado que no fuera necesaria.

-Muy bien. Entonces, tócate para mí, V. Enséñame.

Vishous abrió tanto los ojos como pudo ¿En sus sesiones? Ningún problema. Le gustaba excitar a sus sumisas tocándose mientras les hacía daño ¿Con Butch? ¿Así, en sus brazos, sin defensas?

-Y una puta m…

Butch lo empotró contra la almohada con la lengua en su boca. Cuando se separaron, a los dos les faltaba el aire.

-Necesito ver cómo te lo haces. Tócate.

V abrió la boca para enviar al poli a comer mierda, pero sus instintos de macho vinculado, los muy jodidos, evitaron que dijera una palabra. Tu pareja mandaba. Para lo que quisiera. A pesar de todo, una vena empezó a latirle en el cuello. Butch lo vio y lo pegó a su cuerpo, apoyando la frente contra la suya con los ojos cerrados, susurrando.

-Quiero esto, Vishous. Quiero seguir, pero tienes que ayudarme.- espiró en su boca-. Tienes que ayudarme. Por favor…

El pecho de V subió y bajó varias veces. Inspiró profundamente. Asintió y se separó un palmo de Butch.

Sus miradas se encontraron. Se entrelazaron.

Luego V se sacó el guante de cuero. Se lamió la palma. Poco a poco. La saliva brilló contra la luz blanca.

Bajó la mano hasta cerrarla alrededor de su longitud.

-Eso es Vishous, déjame ver cómo te gusta.

Los ojos castaños se clavaron en la acción entre sus piernas. V cerró los ojos. Se apretó con fuerza. Se acarició rápidamente. Con brusquedad, sin cuidado. Un gemido. El cuerpo de Butch se apretó contra el suyo, la mano ancha del irlandés en sus abdominales, su respiración acelerada contra su oído.

-Te gusta duro… Dime, V, ¿alguna vez te has tocado pensando en mí?

Vishous gruñó cuando una nueva humedad hizo el contacto más fluido. Sus abdominales se contrajeron bajo la palma de Butch. Más movimientos rápidos, fuertes.

-Sí…

Unos dedos se cerraron sobre los suyos, parándole. Butch le apartó la mano de la erección y la acompañó hasta su nuca, animándole a abrazarse a él. Lo siguiente fue la palma del irlandés alrededor de su polla. Rápido. Fuerte. Doloroso. Sin parar, tomándole. V se aferró a la nuca de Butch con ambas manos, clavando los pies en el colchón y elevando las caderas. Sus nalgas se contrajeron mientras sus movimientos frenéticos se acompasaban con los de Butch, impulsándose en su mano, arriba y abajo.

Mierda, estaba a punto, estaba…

El poli habló contra su boca.

-¿Qué imaginabas, V? Cuando te tocabas, ¿qué imaginabas… conmigo?

Apretó su punta delicada con tanta fuerza que Vishous gritó. El irlandés aprendía rápido. V sonrió con los colmillos extendidos y los ojos cerrados.

-Que entraba… en ti… Estrecho… caliente…

Los dos gruñeron.

Vishous empezó a brillar.

Caricias con el pulgar, presión en su base, arriba-abajo. La fricción se volvió insoportable, rápido, cada vez más rápido. Butch le lamió los labios.

-Algún día… tendremos que… discutir… quien va encima.- Butch le apretó contra su cuerpo mientras V jadeaba, temblando, y la mano del poli casi le sacaba fuego-. Porque yo… también he pensado… en eso.

Vishous rugió contra la boca de su compañero.

Le clavó los dedos en los hombros.

Empujó las caderas hacia arriba.

Y se corrió en la mano de Butch. Mojando su abdomen. El del poli. El chándal.

Gimió mientras seguía corriéndose, incapaz de pararlo.

Butch rió mientras le sostenía, acariciándole con suavidad, bajando el ritmo, acompañándole mientras se vaciaba. Poco a poco, besándole los labios, el cuello. Haciéndole aterrizar de nuevo en el mundo.

V se desplomó en el colchón, con la cabeza hacia atrás, los ojos cerrados, boqueando, entre los brazos de Butch. No pudo articular palabra durante un buen rato.

-Oh, Dios…

Un beso casto en sus labios. Los brazos del poli lo atrajeron hasta que V apoyó la cabeza en su pecho, los dos cuerpos pegados.

-Eres un espectáculo, ¿lo sabías?- la voz de Butch tenía una sonrisita de satisfacción masculina.

V inspiró fuerte, intentando que los pulmones hicieran el puto favor de volver a su trabajo.

El olor de Butch entró en su olfato, mezclado con el aroma del sexo y algo más… intangible, etéreo, casi imperceptible excepto para los sentidos de un vampiro como él, que tenía la nariz contra la piel del poli. Nada comparado con lo que sus propias hormonas habían segregado la noche anterior. Pero real.

Especias oscuras…

OOO

-Señora… – la voz de Fritz tenía una genuina calidez cuando le abrió la puerta de la mansión, sólo minutos después de que el sol se hubiera puesto-. Es un auténtico placer recibirla.

-Me alegro de verte, Fritz.

Marissa sonrió, con una carpeta de piel en la mano izquierda y el bolso colgado del hombro derecho, disimulando su nerviosismo. Tenía pendiente aquella reunión desde hacía días pero, sencillamente, le había costado reunir el valor para venir. Y no precisamente debido a Wrath, sino…

-¿Ha venido a ver al señor Butch? –los ojillos del doggen casi desaparecieron entre sus arrugas.

Justamente por eso había estado temiendo volver a la mansión. O deseándolo. Se mordió el labio un momento y negó con la cabeza.

-No, tengo una reunión con Wrath.

-Pero por supuesto.- Fritz hizo una pequeña reverencia y le abrió la enorme puerta con una floritura-. Permítame que me haga cargo de su abrigo, señora.- extendió el brazo en un gesto galante, colgándose la pieza de diseño que ella llevaba-. Por favor, sígame. La acompañaré al despacho del rey.

Hubo una época, breve, en que ella había deambulado por la mansión. Claro que, entonces, prácticamente había sido parte de la familia.

Espió las puertas que se abrían a ambos lados del recibidor, esperando oír voces retumbantes y botas contra el mosaico, pero la mansión aún estaba en silencio. Los hermanos probablemente estarían en el gimnasio o aseándose antes de empezar las obligaciones de la noche.

Mientras subía las elegantes escaleras hacia el primer piso, Marissa no pudo evitar preguntarse qué estaría haciendo Butch.

OOO

Vishous siguió los movimientos de Butch mientras el poli se levantaba de la cama y cogía una caja de pañuelos de papel de la mesita de noche, al lado de tres relojes de oro. No dijo una sola palabra cuando Butch empezó a limpiarle; primero su abdomen y luego, con una mirada rápida para pedir un permiso que no era necesario, su entrepierna. Torpe pero decidido, como si estuviera intentando hacerse a la idea de que todo aquello iba a ser normal a partir de entonces. Luego le subió los pantalones.

A V le pareció que Butch se fijaba en los tatuajes de su bajo vientre, pero tal como estaba el poli, con la cabeza agachada, no habría podido jurarlo. Esperaba que aún no hubiera aprendido a leer el Idioma Antiguo. V tampoco se movió cuando su Blackberry volvió a zumbar en modo vibración encima de la cama por enésima vez aquella tarde. Al cabo, el poli se dio cuenta de su mirada fija y le enarcó una ceja.

-¿Estás bien?

V esbozó una de sus sonrisas torcidas marca de la casa mientras se ponía el guante.

En la puta gloria.

-Más que bien. Podría acostumbrarme a despertar así…

Butch rió entre dientes, tiró los pañuelos a la papelera y paseó la mirada por V, su cama, su habitación, el techo… Vishous decidió que no mencionaría aquel sutilísimo aroma que había percibido por un instante demasiado fugaz; lo más probable es que Butch ni siquiera se hubiera dado cuenta. No era olor de marcaje… todavía ¡Puf! Otra vez la dichosa sonrisita en su cara. V se sentó y palmeó las sábanas, invitando a Butch a sentarse en su propia cama. El poli lo miró un momento de reojo antes de acceder.

-No voy a saltarte encima, Butch, aunque… -V desvió la mirada hacia la entrepierna del poli. Estaba claro que no era el único que había estado en firmes.

-¿Estás de coña? Aún tengo las pelotas como dos aguacates después de tu trabajito con los colmillos, muchas gracias.- las dos cejas castañas de Butch se enarcaron de golpe.

V rió, una carcajada que salió libremente desde la mitad del pecho. Butch lo miró con una sonrisilla y el aire pareció hacerse más ligero. Vishous se pasó las manos por el pelo, apartándoselo de la frente.

-¿Por qué reías antes? Cuando te has despertado. Te he oído reírte.

El poli se encogió de hombros y perdió la vista un momento en la habitación.

-Me vas partir la boca por cursi.

-Me portaré bien.

Butch se giró hacia él con una sonrisa.

-Estaba feliz.

Vale, sip. Era cursi. Hortera de la muerte. Pero todos los pesos que V había arrastrado en su alma los últimos meses desaparecieron. Con dos palabras de Butch. Se recostó contra las almohadas, mirándolo con una ceja enarcada y tardó un momento en hablar.

-Lo que has dicho antes… que tú habías pensado en tener sexo conmigo. Sexo completo.- mierda, otra vez con el calor interno. Tenía la sensación de llevar una estufa perpetuamente encendida en las tripas- ¿Desde cuándo lo has estado pensando?

Butch volvió a la rutina de mira aquí-mira allá y acabó con los ojos en sus manos cruzadas entre los muslos. Encogió un hombro.

-¿Honestamente? No lo sé. Ha sido una idea que se ha ido formando.- lo miró de medio lado-. Somos adultos, no críos. Cuando pasas de los veinte no te conformas con un morreo y hacer manitas. Si… -peleó con la palabra-…. deseas a alguien lo bastante como para pensar en sexo es… todo el recorrido. Pero… no sé, es… entre machos es… raro. Quiero decir… cualquiera ha oído cómo se lo montan los gays, pero…

La Black Berry volvió a vibrar. V la apagó con el ceño fruncido. El Fin del Mundo, el Ataque de los Clones, el de los Hombrecillos Verdes o lo que coño fuera podía esperar.

-Por eso estabas mirando vídeos gays, ¿no? Para saber cómo es.- mierda, volvía a tener la voz ronca.

Butch asintió.

-Pero no me sirven.- cuando V alzó una ceja, hizo un gesto con la mano-. Entiéndeme, muestran muy bien el… ah, sistema. De forma muy creativa. Pero pasa igual que con el porno hetero. Sólo cuenta la mitad de la historia.- Vishous seguía mirándole con interrogantes en los ojos. Suspiró-. Sólo te enseñan la polla, pero no esto.- se dio un golpecito en el corazón con los nudillos-. Y para mí es lo más importante ¿Lo haría contigo sólo por sexo? Ni muerto. Visto fríamente me parece… bueno, no es natural. Pero si me imagino cómo me siento cuando estamos… -señaló la cama con la barbilla, en referencia a lo que acababan de compartir-. Entonces creo que lo quiero. Pero no sé cuándo.

Vishous exhaló el aire poco a poco. El poli lo quería… pero se veía a sí mismo arriba. Conjuró la imagen mental de los dos juntos, completamente juntos, con Butch moviéndose contra él… y rompió a sudar. Apretó los puños hasta que los nudillos crujieron.

-He estado con machos. Pero nunca pasivo.- murmuró.

Butch elevó una comisura.

-Qué casualidad… yo tampoco. Parece que los dos somos blancas flores virginales en algo.

V sintió tentaciones de reírse, pero no lo hizo. Butch tampoco. Aquello era serio. Jamás se habría imaginado a sí mismo en una relación con un macho donde él estuviera en otra posición que no fuera arriba, tomando, marcando el ritmo. Cuando fantaseaba con hacerlo con el poli, él era el activo. Cambiar el papel suponía enfrentarse a los demonios de más de veinte años asistiendo a violaciones cotidianas en el campamento de su padre, viendo que ser el macho pasivo equivalía al vencido, al humillado, al abusado.

Era una imagen que no tenía nada que ver con el placer. Y todo con el pánico.

Pero Butch no encajaba en aquel cuadro. Butch era el piel a piel, el abrazo, la confianza, el que pedía permiso…

Hinchó el pecho respirando hondo.

-No sé si podría… dejarme hacer. No sé si sería capaz. Siempre que pienso en ello, me veo a mí arriba.

-Ya somos dos.

V volvió a respirar con fuerza.

-Iremos despacio, ¿sí? Cualquier cosa que hagamos, lo que sea… iremos despacio.

Y no sabía si lo decía más por Butch o por él. El poli podría no saber si sería capaz de ir más allá de lo que habían tenido algún día, pero él no sabía si aguantaría que Butch le viera si quiera sin pantalones. El irlandés abrió la boca justo cuando la voz de Wrath rebotó en toda la Guarida procedente del intercomunicador de la salita.

-¡¿QUÉ COJONES ESTÁIS HACIENDO?! ¡QUIERO VUESTROS MALDITOS CULOS EN LA MANSIÓN YA!

Los dos se miraron. Butch rió y V levantó las manos en señal de derrota.

-Será mejor que te asees y te vistas, amigo.- el poli se levantó de la cama-. Creo que el mundo Real nos espera.

Butch se dirigió al interfono mientras Vishous caminaba de vuelta a su habitación, desperezándose. Las persianas metálicas ya se habían alzado y ninguno de los dos se había dado cuenta.

-Me alegra oír que estás tan contento de que esté de una pieza, mi rey.- habló contra el micro.

-Alabada sea la Virgen, hay alguien al otro lado.- Wrath mascó las palabras-. Llevo horas llamando a V. No respuesta. He intentado entrar en la Guarida. Ha cambiado de clave ¿Quieres decirme qué COÑO está pasando?

Sip, verás, Wrath. Te cuento. Esta mañana V me hizo la mamada más bestia de mi vida ¿Sabes lo que se puede hacer con los colmillos en las pelotas? Bueno, pues yo acabo de hacerle la primera paja de mi vida a un macho, a V,  y, por cierto, hemos estado hablando de sexo…

-Todavía estaba recuperándome.- su voz era totalmente seria. El guerrero profesional reportando al alto mando-. He estado al día de todas las noticias. Me alegro de que Phury esté bien. Y los chicos. V se está vistiendo. Estaremos en el puente de mando en minutos.

Wrath gruñó al otro lado del intercomunicador.

-Dile a Vishous que venga a mi despacho. Él solo.

-Oído cocina, cambio y corto.

Para cuando Butch se hubo puesto una camiseta limpia –de su propio armario- y armado, V estaba ya en la salita, de cuero de los pies a la cabeza, con el cinturón de las armas en la mano.

-Wrath quiere verte a solas ¿Alguna información que quieras compartir conmigo?

Butch aprovechó para revisar los mensajes en el móvil mientras esperaba la respuesta de V. Aquella sonrisa estúpida reapareció en su cara. John había pasado la transición. Qhuinn estaba de una pieza, igual que Blay… y Phury estaría de vuelta en la mansión esa misma noche. Wrath prácticamente gritaba con cada SMS llamándoles a reunirse en su despacho de una puta vez. Joder, aquel tipo de “yupiiii” después del sufrimiento compartido era lo que les convertía en una familia, ¿verdad? En la suya, la que había querido tener siempre. La que peleaba, sufría y reía unida y a quien, probablemente, le importaría un pito si Butch y V tenían algo o si Butch bajaba a desayunar con un calcetín de cada color en vez de con un Zegna, siempre que salieran corriendo como perros salvajes a destripar restrictores en las calles.

Más de aquélla mil veces maldita sonrisa mientras enviaba mensajes diciendo que estaba bien y que en un momento se reuniría con todos.

-Un consejo de guerra por insubordinación, supongo.- Vishous contestó al final, encogiéndose de hombros, totalmente armado, y le miró de arriba abajo mientras tecleaba en el panel de control de la puerta de seguridad, restituyendo la clave anterior- ¿Cómo? ¿Y el traje? ¿Y la media hora probándote corbatas que hagan juego con el color de tus ojos para la reunión?

Butch se ajustó el cinturón.

-Estoy en familia. No creo que necesite tanta mierda.

V a duras penas reprimió la sonrisa de oreja a oreja mientras caminaban por el túnel hacia la mansión. Luego frunció el ceño.

-Esos pantalones son míos, te has vestido en mi habitación.

-¿Te molesta?

-Nop ¿Qué bóxers te has puesto?- todo el mundo sabía que V no usaba, no había manera de que Butch hubiera encontrado unos en su armario.

El irlandés le dedicó una mirada oscura por encima del hombro.

-No llevo.

Butch salió corriendo como un gamo por el túnel a tiempo de evitar que V se le echara encima, riendo como un  maníaco.

OOO

A Marissa se le encogió el corazón al oír la voz de Butch por el interfono. Durante la media hora que llevaba en la mansión, despachando burocracia con Wrath, era algo que había temido y deseado a partes iguales, afinando el oído por si conseguía distinguirlo. La misma voz rasgada, pero con más acento irlandés. Era algo que siempre le había parecido curioso: cuando Butch estaba con ella casi no tenía acento, como si lo disimulara o se esforzara por suavizarlo. Cuando hablaba con los demás hermanos, las vocales desaparecían. Pero parecía estar bien, parecía entero. Profesional y vivo al mismo tiempo.

Como si hubiese superado lo de ella.

No prestó atención a Wrath mientras el rey estampaba su sello en los documentos que le había traído para que se los firmara –respaldo de la Primera Familia a las hembras maltratadas que necesitaban encontrar un empleo para reemprender su vida-. Wrath se había negado a explicarle qué había ocurrido para que Butch hubiera resultado herido, más o menos con el mismo argumento no verbalizado de que ella no era parte de la familia.

¿Cuántas veces habría resultado herido desde que no se veían? ¿Cuántas noches sus hermanos habrían estado sufriendo por él mientras ella construía su nueva vida, ayudando a reconstruir otras echadas a perder?

Vivían en dos mundos diferentes: él empleando la violencia, ella intentando rehacer las vidas de personas destruidas precisamente por eso. Era una violencia distinta, por supuesto: la de Butch necesaria para protegerlos a todos y la de sus víctimas, abominable. Pero era la ironía de sus diferentes trayectorias vitales la que ocupaba sus reflexiones.

-Has conseguido mucho tú sola, Marissa. Debes de estar orgullosa. Te mandaré la ayuda informática esta noche.

Dio un pequeño respingo al oír la voz de Wrath. El rey debía llevar un rato observándola, porque tenía las cejas enarcadas sobre las gafas. Su gesto, como casi siempre que estaba con ella, intentaba ser menos amenazador de lo normal, como si Marissa pudiera romperse como si elevaba demasiado la voz. Hubo un tiempo en que ella se había sentido como una frágil muñeca en su presencia, sí, cuando sus inseguridades y las crueldades de los demás le habían hecho sentir como alguien quebradizo. Ya no.

Sonrió, cruzando las manos elegantes sobre su rodilla.

-He tenido ayuda. Pero es cierto que hace un tiempo no me habría creído capaz de hacerlo. Me ha… ayudado mucho saber que puedo crear algo que ayude a los demás, que soy… lo bastante fuerte como para hacer frente a todas esas responsabilidades por mis propios medios.

Sin ningún macho a mi lado.

Aquella era la clave, pensó Marissa sin decirlo. Se había pasado tres siglos viviendo sólo con la perspectiva de esperar a que su hellren la llamara, la buscara, y recogiendo los pedazos de su autoestima cada vez que sólo obtenía un frío mordisco por necesidad antes de que Wrath volviera inmediatamente a la guerra. Había sido un hermoso jarrón olvidado en un rincón, anhelando que su amo le pusiera en el recibidor con flores y que sólo conseguía que le quitaran el polvo de vez en cuando, devolviéndolo a la alacena. Siempre vacía, siempre ignorada, siempre pensando que era culpa suya, que había algún defecto de fábrica que la condenaba a ese destino.

Había creído que sólo un macho que la amara podría conseguir cambiar esa percepción, soldar los añicos de autoestima y sanar una personalidad que Wrath y la glymera habían ahogado en complejos durante demasiado tiempo.

Había creído que sólo Butch podía sanarla.

Y, en parte lo había hecho. Butch le había dado una base de cemento sobre la cual reconstruir el edificio de su personalidad: la había amado, la había hecho sentir deseada y normal. Gracias a él, a esos cimientos, ella había podido sacar adelante su propio proyecto, el Refugio, y ayudar a hembras que, en parte, compartían los mismos problemas. Unas habían sufrido maltrato físico y otras, como ella, maltrato psicológico, pero la anulación de la personalidad, el aislamiento y los problemas de autoestima eran igual para todas.

Pero había sido ella sola la que había proyectado el Refugio, contratado al personal, diseñado los circuitos para que las hembras pudieran salir de su crisis. El Refugio no era sólo un bien para la raza, era lo que había sanado a Marissa, lo que la había convencido de que era una persona, alguien con capacidad para hacer cosas por sí misma, más allá de ser el refugio del guerrero cuando vuelve a casa. Y necesitaba concluir aquel proyecto, convertir el Refugio en algo más que una casa grande donde curarse los morados después de la última paliza. Necesitaba saber que, ella sola, sin macho a su lado, podía construir una red asistencial que diera a aquellas mujeres formación, empleo y las ayudara a vivir de nuevo por sí mismas, tal como ella intentaba hacer.

Necesitaba creer que ella era una persona lo bastante curada como para construir su proyecto, sin tener que sentarse a pasar las noches retorciéndose las manos de angustia hasta que le sudaran con la dependencia emocional de esperar a su macho.

No es que no tuviera fuerzas para hacerlo, es que… no quería.

Durante muchos siglos había rezado por no estar sola. Ahora necesitaba estarlo para sanarse descubriendo sus propias capacidades.

Aceptar a Butch, de nuevo un guerrero, como pareja, aunque él la amara con el alma, al contrario que Wrath, entraba en colisión directa con aquel Nuevo Mandamiento de su vida reiniciada ¿Era una persona egoísta por haber tomado aquella decisión después de tres siglos, tres siglos, de haber sido arrinconada sistemáticamente?

Quizás. Porque cuando había oído la voz de Butch, la necesidad de correr a sus brazos, de absorber toda la adoración y el amor que sabía que él le daría había sido tan fuerte como la primera vez que vio hasta qué punto ella podía afectarle. Marissa todavía le amaba.

Pero seguía sin saber si era por él mismo o porque lo que él le daba la curaba y, al mismo tiempo, era como levantarles el dedo del medio a todos los miembros de la glymera que la habían tratado como una apestada.

El pensamiento de que fuera por lo segundo seguía haciéndola sentir como una bruja infernal.

-Mierda, hace tiempo que quería decirte esto.- Wrath se masajeó el puente de la nariz bajo las gafas, como si estuviera luchando por escupir las palabras-. Lo siento. Yo… lo siento.

Marissa inclinó la cabeza a un lado ¿El rey disculpándose?

-¿Qué es lo que sientes?

Wrath masculló un juramento tan bajito que ella no lo oyó y, cuando habló, le pareció que desviaba la mirada por todo el despacho para evitar fijarla en ella.

-No haber sido el hellren que necesitabas. No sé si… joder, no quiero que me malinterpretes.- se dio golpecitos con los nudillos-. No sé si habría podido… amarte. Pero tendría que haberte tratado… mejor. Lo siento. A veces pienso que si hubiera estado más pendiente de ti tú podrías haber aceptado a un guerrero como Butch como hellren.

La última frase había brotado como piedras rodando y Marissa parpadeó, mirando a Wrath como si fuera la primera vez que lo tenía delante ¿Podría ser? ¿Si él no la hubiera arrinconado, relegándola a ser una transfusión de sangre esperando en un rincón a que volviera de la guerra, ella habría rechazado menos visceralmente que Butch recorriera la misma senda?

Sí. Era justamente así.

Pero, a fin de cuentas, ni Wrath ni ella habían escogido su vida. Se apartó un mechón rubio de la cara.

-No te culpes, Wrath, por favor. Yo te fui impuesta como shellan igual que tú me fuiste impuesto a mí. Fuimos el producto de unas circunstancias forzadas que ninguno estuvo en condiciones de cambiar hasta pasado demasiado tiempo.- se miró las uñas-. La aceptación obligada nunca conduce a la felicidad. Tú no habrías sido feliz esforzándote por cuidarme. Yo no habría sido feliz sabiendo que era fingido y sin amarte a mi vez. Y… Butch y yo no habríamos sido felices si él hubiera accedido a mi condición de dejar la lucha.- oyó la inspiración del rey y no se atrevió a alzar los ojos-. Las cosas han cambiado, sin embargo. Ahora tengo una fuerza que antes no tenía. Y no puedo… evitar preguntarme si… si aún estaría a tiempo de aceptar a Butch tal como es.

El reloj de pie de la pared marcó las horas en el silencio más absoluto.

-Has pensado en pedirle a Butch que volváis, sin que él tenga que dejar de luchar.- cada palabra pronunciada con mucho cuidado. Y no era una pregunta.

Marissa giró su elegante perfil hacia la ventana con sus cortinas de terciopelo azul.

-¿Cómo no iba a pensarlo?- murmuró- ¿Crees… que estoy a tiempo?

¿Crees que aún me ama?

Wrath inspiró y espiró varias veces. Removió su enorme cuerpo hasta hacer crujir el maldito butacón de madera. Se quitó las gafas y se frotó los ojos antes de volvérselas a poner.

-Eso… tendrías que preguntárselo a él. Rey o no, no soy quién para hablar. Esto es privado.- acabó por decir, en el mismo tono como si cada palabra pesara una tonelada-. Aunque lo primero que tienes que tener claro es… si no te estarías obligando a aceptarle sin condiciones. Como tú has dicho, la aceptación obligada no conduce a la felicidad.- el rey se quedó en silencio unos segundos, sopesando las palabras como si fueran de aplicación de algún contexto desconocido para ella. Al final, levantó la cabeza y la miró directamente, traspasándola con aquellos ojos medio ciegos-. Sois adultos, la decisión es vuestra. Pero una advertencia, Marissa.- frunció las cejas-. Cualquier cosa que hagas, tienes que estar segura de ella con tu propia vida. Nada de probar, nada de medias tintas. Porque si al final jodes a Butch, me joderás a mí. Y esta noche ya voy a tener que joderle la vida a alguien a quien quiero como un hermano. No voy a permitir que alguien de mi sangre también sufra ¿Entendido?

O todo o nada.

Wrath no había levantado la voz en ningún momento, pero no hacía falta. Sus palabras le recordaron a lo que le había dicho una vez el hermano Vishous, “si le haces daño a Butch, serás mi enemiga”. Y se lo había hecho. El rey acababa de legitimar moralmente una segunda y última oportunidad… siempre que ella estuviera dispuesta con todas las consecuencias. Con la sangre, con el dolor, con el sufrimiento perpetuo, con la destrucción… Si volvía con Butch –siempre que él la aceptara, claro- y al final no podía soportarlo, volviendo a dejarle, Wrath sería su enemigo, aunque ella fuera una hembra.

Asintió, demostrando que había entendido la letra pequeña, sin confirmar si acabaría pidiéndole aquello a Butch o no.

Parte de ella le decía que sí, que era lo que su corazón anhelaba, que sus dudas sólo respondían a la rabia de sus tres siglos de ostracismo forzado al lado de un macho frío. Pero otra parte de ella sostenía un enorme interrogante sobre sus verdaderos motivos para querer volver con Butch.

Wrath se levantó, dando la entrevista por concluida, y Marissa recogió todos los formularios, ordenándolos en su carpeta de piel. El rey le sostuvo educadamente la puerta del despacho para que saliera al pasillo de la primera planta, directamente al balcón que asomaba sobre el colorido recibidor.

Risas masculinas.

Graves y acampanadas voces de machos. Nudillos chocándose. Bromas sexuales. Crujir de cuero.

La Hermandad en pleno estaba en el recibidor, con Rhage, Mary, Z, Bella y Phury –con el brazo en cabestrillo y pálido- entrando por la puerta. La reina Beth recibía en la puerta, sonriente, junto con Fritz. Dos jóvenes reclutas, uno moreno y otro pelirrojo, flanqueando a un enorme… ¿John Matthew? Sin duda, debía haber pasado la transición recientemente porque tenía problemas para mantenerse firme. Su rostro, sin embargo, no mostraba ningún orgullo por su nueva condición.

Una familia unida. La que ella siempre había deseado.

Y, recibiendo a los recién llegados, dos hermanos con los brazos enlazándose por la nuca.

Vishous y… Butch.

OOO

-La próxima vez que queráis jugar a la ruleta rusa a ver a quién le vuelan los sesos, haced el favor de avisarme. Odio perderme una fiesta.

Rhage sonrió tanto, pasando la mirada entre Phury y Butch, que el poli creyó que se le desencajarían las mandíbulas. Butch tendió la mano derecha, apretando la de Hollywood, simplemente porque la izquierda la tenía alrededor de la nuca de V y, en lo que a él respectaba, ahí se iba a quedar.

-No sabía que te iba ese rollo, hermano. La próxima vez que zumben balas de restrictores me acordaré de usarte como escudo de carne.

-Me alegro de tenerte de vuelta.- por una vez, Rhage no devolvió la pulla. Se limitó a apretarle la mano hasta casi pulverizarle los huesos.

El cabrón había estado sufriendo por él. Butch asintió antes de soltarle.

-Phury, ¿cómo estás?- se giró hacia el hermano.

-Esta noche estoy fuera de rotación. Estaré bien mañana.- los ojos amarillos del hermano estaban fijos en sus zapatos, evitando contemplar a su gemelo y, más aún, a Bella. Carraspeó, buscando a los tres chicos con ojos apagados-. Gracias.- murmuró-. Me salvasteis la vida.

Los tres reclutas se removieron en sus pies y Butch juraría que alguno se estaba mordiendo el labio para evitar una sonrisa idiota. No todos los días un Hermano te daba las gracias, aunque habría apostado su placa, si aún la tuviera, a que Phury lo había hecho más por cortesía que por que realmente lo sintiera.

Butch extendió la mano hacia Blaylock, que se la estrechó con un sonrojo monumental. Ser pelirrojo tenía que ser una putada, pensó, había cosas que no había forma de esconder.

-Creo que Wrath tendrá que aprobarte la parte práctica de tu formación, hijo. En mi opinión, ya has demostrado que las maniobras se te dan bien.

Blay murmuró un “gracias” para el cuello de su camisa y, sorprendentemente, levantó la mirada hacia Vishous. Butch notó que el hermano sonreía a su lado y se preguntó qué habrían estado hablando aquellos dos. A primera vista, no parecía que tuvieran mucho en común. V asintió brevemente hacia Blaylock y el brazo que tenía alrededor de la nuca de Butch le ciñó más fuerte.

Vishous había sufrido realmente por él, pensó. Joder, V siempre sufría por él y Butch volvió a experimentar aquel impulso paranormal de borrar todo el dolor del hermano, pasado, presente y futuro. Al menos, por su parte. Lo que le había dicho a Vishous la noche anterior era totalmente cierto: no le gustaban los machos, pero le gustaba él. Le gustaba su inteligencia, su sentido ácido del humor, aquella vulnerabilidad oculta bajo capas de hielo. Le gustaba su faceta protectora, cuidadora y suave. Le gustaba su agresividad, su potencia, su corazón guerrero. Le gustaba cómo le tocaba, su mezcla de sexo duro y sensual generosidad…

Y Butch le quería en su vida. No sólo su cuerpo, también a él. El pack completo de Vishous atado con un lacito. Negro, claro. Tal como estaban, rodeados de sus hermanos y de su familia, los brazos enlazándolos, era tal como quería estar.

El poli se quedó totalmente rígido mientras las voces resonaban a su alrededor al comprender exactamente qué estaba pasando en su interior.

No es que V fuera sólo su mejor amigo, su hermano o que le pusiera a cien con sólo acercarse por su magnetismo animal… en realidad, había que admitirlo, Butch se estaba ena…

Un perfume fresco, limpio, a océano bajo la luz del amanecer, flotó en el colorido recibidor de la mansión.

El mundo, con los sonidos, los olores y las presencias físicas de sus hermanos, desapareció de los sentidos de Butch, volatilizándose hasta dejar sólo aquel aroma.

No se dio cuenta de que su brazo resbalaba de los hombros de Vishous.

No vio la expresión de V cuando se giró hacia la fuente de aquel perfume, haciendo que el hermano tuviera que retirar su brazo.

No oyó los carraspeos de los hermanos y sus shellans, recordándose unos a otros que había que dejarles intimidad.

No escuchó a Wrath llamando a V a su despacho.

Todos sus sentidos se focalizaron, con la agudeza de un láser, en la belleza rubia que había bajado las escaleras y se dirigía vacilante hacia él, con la gracia de un ángel, la cabeza algo gacha, mirándole entre las pestañas bajas.

Marissa.

Los enormes ojos azules eran los mismos, la piel de porcelana también, la melena rubia enmarcando su rostro dulce también. Pero la duda al acercarse a él era distinta y sirvió para recordarle que hacía más de un mes que no estaban juntos. Butch permaneció clavado en la baldosa, junto a la puerta, como si hubiera echado raíces hasta el sótano mientras ella se acercaba.

-Marissa…- Dios, pronunciar su nombre ante ella era una heroicidad, teniendo en cuenta que la lengua se le había quedado pegada al paladar.

-Butch…- sus ojos le recorrieron con rapidez, como si quisiera calibrar posibles daños internos después de aquellas semanas.

Al momento, las manos de Butch se movieron solas, alzándose en un gesto instintivo para arreglarse una corbata inexistente. Al caer en la cuenta de que iba vestido de combate, las dejó laxas a ambos lados del cuerpo. Fue muy consciente de que parecía un asesino a sueldo de los bajos fondos, no el caballero con quien Marissa se mereciera tratar. Rebulló al recordar que no llevaba bóxers.

Con los ojos de Marissa recorriéndole, Butch se sintió como una imitación barata de un bolso de Prada.

-Me… alegro de… verte.- su voz rasgada perdió el acento de Boston al punto.

Marissa se colocó un mechón rubio tras una oreja.

-He venido a… traerle unos papeles a Wrath. Tengo que, ah…- señaló hacia la puerta-. Tengo que volver al Refugio. Mary va a venir, tenemos que trabajar. Y el sistema informático…- se mordió el labio, desviando la vista a la punta de sus zapatos de raso.

-Lo estás… haciendo bien.- más de aquel carraspeo- ¿Cómo…? ¿Cómo estás?

Marissa soltó una risita nerviosa, como si no pudiera creer que Butch fuera tan gentil como para preguntárselo cuando había sido ella quien le había dejado. Asintió y levantó la mirada hacia Butch.

-Bien… creo que… bien ¿Por qué… por qué no nos llamamos un día y… hablamos?- susurró, mirándole con los ojos muy abiertos.

El corazón de Butch casi se detuvo. El muy traidor. Se frotó el pelo de la nuca.

-Ah, claro… Te… te llamo.

Ella sonrió bajando las pestañas, como si no esperara aquella aceptación. Se apretó la carpeta de piel que llevaba contra el pecho, señalando hacia la puerta abierta con la barbilla. Butch estaba justo en medio.

-¿Puedo…?

-¿Qué…? Oh, claro.- Butch se hizo a un lado, cediéndole el paso con un gesto del brazo-. Cuídate… Marissa.

Aquellos labios de coral esbozaron una pequeña sonrisa.

-Tú también… Butch.

Marissa se desmaterializó en el aire, dejando una leve traza de aquel olor fresco.

Butch se quedó donde estaba mientras el mundo volvía gradualmente a enfocarse, como si le hubieran abducido y ahora regresara a su casa. No había nadie en el recibidor.

En aquel momento, Butch cayó en la cuenta de varias cosas.

Hacía casi un día que no bebía ni una gota.

Hacía un día, con sus 24 horas, que no había pensado en Marissa.

Y había otro olor flotando en el recibidor, más fuerte que el perfume de ella.

Penetrante, húmedo, como el ozono tras una tormenta.

El perfume de la tristeza de Vishous.

OOO

Wrath cerró la puerta de su despacho con más delicadeza de la que solía. V caminó, se acercó a una butaca y se dejó caer. No sacó un cigarro. No se acomodó. Se limitó a desplomarse con la vista perdida, como un hombre que se ha quedado ciego. El aire a su alrededor tenía un olor curioso a los agudos sentidos de Wrath. Una mezcla de tristeza devastadora mezclada con ira ácida… dirigida hacia él mismo.

El rey sintió serias tentaciones de empotrar el puño en la puerta hasta hacer saltar esquirlas.

¿Por qué coño la vida tenía que ser tan complicada para algunos? Él podía estar medio ciego, pero había percibido perfectamente la reacción de Butch al ver a Marissa. Y también la forma en que V se había dado la vuelta y alejado de él, como un hombre al que le han arrancado el corazón del pecho y, contra toda lógica, seguía moviéndose.

Lo cual no quería decir que estuviera vivo.

Y Wrath iba a acabar de rematarle, sin que pudiera evitarlo ¿Para qué ajustarle las cuentas por el numerito de insubordinación cuando había traído a Butch de vuelta? A fin de cuentas, iba a joderle la vida. Se apretó las sienes un momento, deseando que los estúpidos cuentos de hadas fueran ciertos y los reyes fueran todopoderosos para arreglar las cosas. No lo eran o, al menos, él no. Caminó hasta su escritorio, sentándose poco a poco en la butaca. Vishous seguía en la misma postura, los ojos blancos clavados en la ventana, sin parpadear, su expresión completamente congelada.

-V…

Ni siquiera pestañeó.

-Vishous, mi hermano…

La cabeza morena se giró hacia él como si fuera una marioneta teledirigida. La analogía le pareció tan malditamente adecuada, dadas las circunstancias, que Wrath sintió ganas de darse un golpe en la cabeza. Suspiró ¿Podía decirle algo? ¿Algo como “lo siento, tío. Siento que te hayas vinculado con el poli y que Marissa haya aparecido y que esté pensando en volver con él, pero, total, da igual, porque la Virgen Escribana te va a quitar de en medio esta misma noche”?

No, no podía decirle eso.

Se aclaró la garganta. V se había girado hacia él, pero ése había sido el único movimiento.

-Tenemos trabajo.- Wrath enlazó las manos sobre el escritorio, forzándose a seguir-. He hablado con las familias de Rahg y de sus tres mejores amigos. Oficialmente no tenemos nada, el chico sigue desaparecido porque no hay pruebas de que se lo llevaran los restrictores. Oficiosamente, les he pedido que se larguen de la ciudad. Sólo me ha hecho caso una familia, el resto se quedarán.- frunció las cejas-. Voy a necesitar que cablees esas putas casas para tenerlos controlados. Hasta entonces, haremos turnos de vigilancia.

Vihous parpadeó. Una sola vez.

-Ok.- su voz era rasposa.

-Y… -Wrath tomó aire-. Voy a querer que esta noche vayas al Refugio. Tienen problemas con la red informática y necesitamos que estén conectados con nosotros y con la clínica de Havers.

Los ojos de diamante se estrecharon a pesar de que Wrath había evitado cuidadosamente pronunciar el nombre de Marissa.

-Puede esperar.- el tono de V pasó a ser letal.

-No, no pueden.- Wrath tamborileó con los dedos sobre la mesa-. Mira, no te lo pido por ella. Esto no es personal. El Refugio es un servicio a la raza y ya tienen más de una docena de hembras acogidas. Necesitan empezar a funcionar de forma profesional, en red, y ahora es un caos. Ya están diseñando el proceso asistencial y toda esa mierda y no pueden tirar más tiempo como hasta ahora.- vio los labios fruncidos de Vishous y los ojos fríos, muy fríos, y se pasó la mano por el pelo, maldiciendo-. Lo harás en un momento, lo sé. No necesitas ser sociable. Coño, no tienes por qué pronunciar palabra. Sólo hazlo, ¿vale?

Vishous no dijo nada, pero asintió y empezó a levantarse de la silla, como si la piel le escociera de las ganas de salir de aquellas cuatro paredes.

-Una cosa más…- Wrath bajó la voz hacia el tono más suave que podía conseguir. V se detuvo a medio gesto, con las manos sobre los reposabrazos de la butaca, mirándolo entre los mechones morenos-. Tendrás que ir al Refugio esta noche pero… más tarde.

-¿Por qué?- dos palabras, dos lanzazos.

El rey masculló en el Idioma Antiguo, luego clavó los ojos en V.

-Porque la ceremonia de presentación de tu Primera Compañera es esta noche. Ahora.

Vishous dejó positivamente de respirar. Volvió a desplomarse en la butaca. Apretó los reposabrazos hasta que Wrath creyó oír crujir la piel de sus nudillos. Empezó a brillar.

-¿Qué?

-La Directrix estuvo intentando contactar contigo anoche, pero digamos que estabas fuera de cobertura. Tuvo que hablar conmigo.- siguió explicándose en voz baja-. La ceremonia está preparada y la Virgen Escribana te requiere ahora. Necesitarás un… testigo.- los ojos de V se estrecharon al mismo ritmo que aumentó su resplandor- ¿V? Coño, odio esto. Odio toda esta jodida y asquerosa encerrona-. Wrath estrelló la palma contra la mesa, haciendo saltar las plumas-. Si pudiera evitarlo, si pudiera hacer algo, lo que fuera, lo haría. Pero no puedo. No. Puedo.

Wrath oyó crujir sus propias mandíbulas en el silencio del despacho. Mierda, oyó su propia frustración en el maldito silencio. El crujir del cuero de sus pantalones. De repente, el resplandor que bañaba a V se apagó, igual que si le hubieran quitado las pilas. Sólo quedó un hermano con la mirada muerta y el aire helado a su alrededor.

Vishous se levantó.

-¿A dónde vas?- las cejas de Wrath se enarcaron.

-A prepararme.- la voz de V tenía la misma calidez que el hielo.

Wrath parpadeó. De todos los posibles escenarios para los que se había mentalizado cuando tuviera que darle la noticia a V, aquella resignada aceptación no era uno de ellos.

-¿Vas a… vas a llevarte a B…?- no llegó ni a terminar la pregunta.

-Me llevaré a Phury. Está fuera de rotación.- V caminó hacia la puerta, parándose con la mano en el pomo para mirar a Wrath por encima del hombro-. Ni una palabra de esto a Butch hasta que vuelva. Ni una ¿Está claro?

-Lo que sea, hermano.

Vishous desapareció del despacho como un fantasma o, más bien, como una sombra. De sí mismo.

Wrath recostó su enorme cuerpo en la butaca de su padre, apoyando un codo en un reposabrazos y la frente en su mano.

Lo odiaba.

En momentos como éste, cuando tenía que dar noticias como aquélla por cojones, odiaba tanto ser rey que sentía impulsos de reducir la puta butaca a serrín.

OOO

Pie izquierdo. Pie derecho. Pie izquierdo. Pie derecho. Inhalar. Espirar…

Vishous caminó por el túnel subterráneo entre la mansión y la Guarida sin ver, concentrándose en los gestos básicos de su cuerpo porque sabía que, si no lo hacía, perdería el control. Total y completamente.

Pie izquierdo. Pie derecho…

Llegar a la Guarida. Vestirse de seda negra, coger el collar de cuentas blancas. Recoger a Phury en su habitación. Desmaterializarse al Otro Lado. Postrarse de rodillas ante su jod… oh, no, nada de subjetividad. Postrarse de rodillas ante la Virgen Escribana. Responder a sus preguntas –sólo una respuesta aceptada, “sí”-, conocer a su Primera Pareja.

Volver a este Lado. Vestirse de cuero. Ir al Refugio. Mirar a Marissa a los ojos y decirle que podía quedarse con Butch porque a él acababan de obligarle a aceptar una violación a cargo de cuarenta hembras…

Paró en seco.

Mierda, habíamos dicho nada de subjetividad. Hielo. Piensa en hielo. Del que te has rodeado durante tres siglos. No recuerdes el calor, no recuerdes los abrazos, no recuerdes la confianza, no recuerdes…

V se tambaleó hasta apoyar la espalda contra la pared del túnel, los ojos dilatados, las manos abriéndose y cerrándose espasmódicamente cuando sus defensas se vinieron abajo.

Estaba atrapado. Atado ¿Qué era aquella mierda que le había dicho a Butch? Si no quisieras darme nada más, ya habría sido suficiente… Rió. Una risa seca de maníaco. Mentira, mentira, mentira… No era suficiente, nunca lo era con Butch. Porque lo quería todo con él.

Y no iba a tener nada.

Porque acababa de aparecer el verdadero amor de Butch. Y porque él no tenía nada que ofrecerle para equilibrar la balanza.

Ni siquiera su propia vida.

Había enviado su hielo a la mierda, había dejado que el poli viera lo que había en su cabeza y en su corazón, le había dicho que era su pyrocant, se había atrevido a soñar que, por una sola y jodida vez, podía abrirse a alguien y recibir algo a cambio…

Fin de los planes. Fin de la esperanza.

¿Era mucho pedir?

¿Era mucho pedir, maldita sea, que alguna vez en su vida pudiera tener lo que miles de millones de personas tenían cada jodido día sólo por respirar?

¿Era mucho pedir tener a alguien a su lado, alguien con quien hablar, alguien a quien abrazar, a quien amar?

Sangraba cada noche en las malditas calles. Se jugaba el pellejo todos los jodidos días. Protegía a su raza con su puta sangre. Estaba siempre al filo de la navaja en una guerra despiadada.

¿Era mucho pedir que la perra de su madre…?

V tomó aire con el pecho como un fuelle.

Sí, cualquier cosa era mucho pedir para una madre que había entregado a una criatura de tres años a un carnicero, que le había dejado sufrir palizas, hambre y frío, que no había hecho nada cuando lo habían sujetado contra el suelo para grabarle palabras de violación en su cuerpo que nunca podría borrar, que había visto desde su jodida fuente de mármol como le arrancaban un testículo con unas tenazas de herrero sin mover ni uno solo de sus augustos y divinos dedos, esperando simplemente a que expirara el plazo de su pacto y pudiera recuperar a su hijo para exprimir su semen…

Y, además, ¿qué importaba?

Butch acababa de reencontrarse con Marissa. Incluso si fuera libre, no podía luchar contra eso.

Así que sólo le quedaba un camino: someterse.

Vishous apretó los puños a los lados hasta que los tendones de los brazos casi perforaron la piel. Cerró los ojos.

Y gritó.

Hasta exprimir el aire de sus pulmones y la voz de su garganta en la soledad y el vacío del túnel.

Tal como había hecho, pero en silencio, toda su vida.

33 respuestas to “«Amantes redimidos», parte 1 del capítulo 5, «Contacto humano»”

  1. Daggher Says:

    *hiperventila*
    Oh Dios, Oh Dios, Oh Dios… ¡cómo acabas de alegrar mi mierda de día! Ahora mismo leo la entrada, ¡pero no he podido evitar dejarte un comentario antes de hacerlo!

    En unos minutos vuelvo para contar mis impresionessssssssssssssss

    • Daggher Says:

      *mueve los dedos al estilo señor burns*
      ¡Qué capítulo más jugoso! *babea un poco más de lo que ha babeado a lo largo del cap* ¿Por dónde empezar? Dios, nunca te encuentro un “pero”… y mira que lo busco XDD –es broma :P.

      Primero. Oh, dios, he adorado el modo en el que se ha despertado Butch, con el olor de V rodeándole… aaaah… grrrr… ggggg… ¿hacen faltan palabras? *pone la oreja* No, definitivamente, no. Me ha encantado que V le haya hecho el desayuno… es tan de macho emparejado *ñiñiñi*

      Dios, y la escena telefónica entre Butch y Vishous… ¡arde! Es tan jodidamente caliente y erótica… no sé cómo los móviles no han ardido por combustión espontánea. No sabes cuanto me he acalorado leyéndola… y después con lo que ha venido *se abanica con la mano* ¡INCREIBLE! Butch sabe cómo tomar el jodido mando… sabe cómo hacerlo.

      Ainsss, la parte en la que V percibe cierto aroma de especies en Butch ha sido… *suspira emocionada* me ha puesto la piel de gallina.

      Segundo. Phury nunca ha sido santo de mi devoción –si soy sincera. A estas alturas le he llegado a tener algo de cariño, pero… *sacude la cabeza* Aún así, debo decir que su libro me gustó muchísimo *asiente de forma efusiva* Sé que a poca gente le gusto Amante Consagrado, pero a mí sí que me gusto. Bueno, a lo que iba… pobrecillo, siempre me ha dado una pena. Si hasta llegué a cogerle tirria a Bella! Que mujer más pesada por dios… ¿no ves que te quiere, qué coño haces hurgándole en el corazón con una puta aguja roma? Has plasmado perfectamente a Phury… es tan él. Tienes el don de hacerlos taaaaan ellos ^^ es fantástico, porque es como tener una Ward a la española. Eres un valioso tesoro *más de movimiento de dedos señor Burns*

      Tercero. La parte de los malos genial, como siempre. No se hace pesada ni aburrida ni monótona. Disfruto leyéndola.

      Cuarto. Nena, eres una genia con los diálogos. Son geniales! Creo que ya te lo he dicho alguna vez, pero es que… joder! Increíble.

      Quinto. No he podido evitar esbozar una sonrisa de “jodete, mona” cuando ha aparecido Marissa en escena y se ha preguntado mentalmente qué estaría haciendo Butch en ese momento. Eso, eso, que se pregunte qué está haciendo… XDDD

      Sexto. Dios, como me he enrollado… quería terminar con una selección de citas, me ha costado hacer la selección porque lo hubiese puesto todo lololol. He aquí las citas ESPECTACULARES:

      “Y eso le había hecho sentir bien. Aceptado. Deseado. Tal cual era, con todos sus defectos, sus complejos y sus líos mentales.” (Eh, Marissa, ¿te has por aludida?)

      “Había pulverizado el concepto de que el dolor es malo, el placer es bueno y las dos cosas no se mezclan. Con V, no había diferencia entre los dos.” (Mi querer V *babas*)

      “Mordaza. La próxima vez que hicieran aquello, tenía que acordarse de amordazar a Butch.” (No veo el momento!!!! lolololololol… aunque siempre puede acallarlo llenándole la boca con otra cosa *silba y se mira una uña*)

      “Mentira, mentira, mentira… No era suficiente, nunca lo era con Butch. Porque lo quería todo con él.” (Ainnns, que ganas de achuchar a V… :_(… *V sale por patas*)

      • *risita* Nena, tendrás que explicarme de qué va el gesto ese a lo señor Burns. Debe haber un gap generacional entre nosotras o que yo no veo la tele excepto para pelis Disney ^^; Me alegro de que haya aliviado un poco tu día de mierda, la verdad es que tendría que haber colgado el capi hoy en vez de ayer y darle otra relectura, porque tiene palabras repetidas y tal, pero mira, al final me metí prisa…

        *carcajada* Bueno, los móviles no ardieron por combustión espontánea, pero te aseguro que yo casi sí. Hay algo increíblemente sensual en estos dos contándose guarradas por teléfono. La idea inicial era que V se acabara él solo recibiendo instrucciones telefónicas de Butch, pero por algún motivo, la escena… no salía. A la tercera, estaba claro: Butch no estaba de acuerdo en absoluto y no colaboraba. O entraba él a coger el toro por los cuernos ^^ o no había más que hablar 😀 Sí, Butch sabe como tomar el mando, y lo hará a medida que coja más confianza.

        ¿Sabes? A mí tampoco me gustaba Phury y su libro (sorry) me pareció un coñazo monumental, pero a fuerza de meterme en su cabeza ahora le entiendo un poco más, pobre hijo. Y Bella no es que meta el dedo en la llaga, es que cualquier cosa que diga o haga será una puñalada para Phury. Menudo papelón.

        ¿Te gustaron los malos? *da palmitas* Tiene su razón de ser, puedo prometértelo *sonrisa sáaaaaaaadicaaaaaaaa*

        Los diálogos se escriben solos, de verdad. Hablan en mi cabeza… *pone cara de la niña del exorcista* OIgo voces en mi cabeza….

        Ajajajaja, yo también me reí al escribir lo que estaba haciendo Butch cuando Marissa se lo estaba preguntando^^

        *otra carcajada* Um, sí, a parte de una mordaza hay algo más que le meteremos a Butch en la boca… *huye taimadamente del porrazo de Butch con el mando de la tele*…

        ¡¡¡Muchas gracias y ya digo, enrollaros todo lo que queráis, total, si yo me quedo enganchada a la tecla en cada puto capi, pues vosotras os podéis explayar con libertad!!! ^^;

        ¡Besoteeeeeeeeeeeees!

  2. Vale, vi primero el aviso de FF de capítulo nuevo, pero me aguantas por el blog que me hace más ilusión XDD

    Vale… lo primero: me ha desconcertado MUCHO la manera de despertar de Butch porque, incomprensiblemente, no recordaba el final del capítulo ocho *Nela ha corrido a toda pastilla a releerse el citado capítulo y ha empezado a leer el nueve con una taquicardia*

    *Nela corre en forma chibi por toda la ciudad gritando «B ve porno en la Guarida! B ve porno en la Guarida!» mientras los transeúntes huyen de ella y alguna que otra abuelita escandalizada grita llamando a la policía* Llegó la escena… no me lo puedo creer, pero era el principio del capítulo! *leyendo la parte de la mini-conversación por teléfono… muerta de risa* Pobrecito… le pillaron! *ataque de risa, luego sigue leyendo y llega a la parte interesante* ¿Sabes? Nunca creí que leer una conversación así entre dos hombres/machos podría resultar tan sensual. De acuerdo que es puramente sexual, pero me ha parecido casi un baile… de esos lentos y suaves que crean expectación y acaban con fuegos artificiales.

    Cambiando de tema… ¿no era que Bella tenía la melena caoba? De no ser que mi idea del caoba sea un poco rara, yo juraría que es un color marrón cobrizo que… vale, se puede considerar rojizo *Nela pide perdón con una reverencia*

    *interrumpe su lectura de La Escena porque cae en la cuenta de algo* ¡Oye! ¡Tu Butch también es un bocazas! La Ward siempre se quejó de que nunca se había ruborizado tanto como B, que no se calla ni un momento cuando… en fin, ya sabes… *desconecta y sigue leyendo*

    *termina de leer la escena a punto del paro cardíaco* ¿Sabes qué me ha salvado de la muerte? Imaginar a Butch huyendo por el túnel mientras le decía a V con sonsonete burlón «¡Me he puesto tus pantakas y no llevo gayumbos! ¡Chincha, rabiña!». Vale, lo sé. Mi mente hace asociaciones extrañas pero eso es lo que me mantiene feliz día a día XDD

    *lee el nombre tabú (Marissosa) y le da un cólico* Caca… De todas maneras, es bastante curiosa la interpretación que haces del rechazo de Marissa hacia Butch. Que sea una reminiscencia del maltrato psicológico al que Wrath la tuvo sometida resulta casi lógico, si señora. *modo conspiración mundial paranoide ON* ¿No será que pretendes hacer un trío con ellos? Digo… si en tu versión de los hechos sigue siendo Phury quién se va a hacer de semental al Otro Lado, Vishous se queda… y está Marissosa… y está Butch… vale, no me hagas ni caso U^_^

    ¡JOOOOOOOOOOO! Ahora me has dejado sufriendo por V. Pobrecito mío, que tiene el corazón roto después de atreverse a soñar que había esperanza para él *va a por V y lo abraza con cariño, él gruñe* ¡Pobrecito, mi niño! *le acaricia el pelo y a V le palpita la vena de la sien* ¡¡POBRE DE MI PEQUEÑO!! *V se harta y la vuelve a encerrar en el armario… y para evitar que Vane la sace, se atrinchera frente a la puerta, apoyando una silla, mientras se fuma un cigarro*

    ¡VIIIIIIIIISHOUS! ¡Deja que yo te consuele! ¡No soy Butch, pero soy rubia y llevo gafas como Jaaaaaaaane!

    • ¡Hola! Ains, qué pocas ganitas de currar hoy. Mejor responder comments, que es más diver *y luego complejo de culpa, claro ^^;* No te aguanto en absoluto, me encanta irnos de la olla aquí, en FF o donde quieras 😀

      Jijiji, ¿no te acordabas de cómo acabó el capi anterior? Con fuegos artificiales, diría… *agarra a Nela y la amordaza con un pañuelo de la Hello Kitty para queno grite obscenidades por la calle* Uy, bueno, estaba claro que Butch necesitaba información *risita* Lo de que un hermano vea porno… bueno, como todos los tíos del mundo mundial, ¿no? La diferencia es de qué tipo *Butch intenta estrangularla con el cable de la batería* San Google es una gran fuente de información sexual, ya se sabe, pero creo que el tema le ha convencido para, simplemente, dejarse llevar…

      Um, a mí lo de estos dos llamándose varias veces por teléfono, según dicen en los propios libros, siempre me pareció muuuuuuuuy subido de temperatura. Er, o es mi imaginación enfermiza, claro. Pero cuando no ves a una persona en directo es más fácil decir las cosas, luego sube la temperatura y, claro…

      *enorme carcajada* Ostras sí, Butch le saca los colores a cualquiera con esa manía de estar hablando hasta cuando está… ocupado^^ Tenemos que probar si es capaz de hablar con la boca llena *huye cuando vuela una botella de Lag vacía* Es la gracia que tiene y también el contraste con V: a Vishous sólo me lo imagino hablando mientras tiene sexo si es para dar órdenes. A Butch. comentando la jugada en directo ^^

      Er… ¿caoba=rojizo=cobrizo? *se rasca la nariz* Verás como ya le hemos echado L’Oreal a Bella, porque ella lo vale…

      ´¡¡¡¿Un trío V-Butch-Marissa?!!! ahora eres tú la que quieres matarme de un cólico. Por amor de Dios, jamás se me ocurriría interponer a una hembra entre V y B *asiente con la mano en el corazón y expresión solemne de juramento americano*

      Pero lo del maltrato psicológico me parece evidente que es lo que le ha ocurrido a Marissa, tanto por parte de la glymera, como de su propio hermano y, sobre todo, de Wrath. Lo que salva a Wrath es que él tampoco tuvo opción a la hora de decidir a su shellan, los dos fueron víctimas de un sistema injusto que se cobró un precio mayor en Marissa. Ponte en el lugar de una mujer maltratada: ¿querrías que tu siguiente pareja tuviera el mismo oficio que a quien consideras, por el motivo que sea, tu maltratador? Probablemente no, pero MArissa sigue amando a Butch por los motivos que sean.

      En la siguiente parte entrará en escena Mary en una conversación con Marissa.

      Pues sí, el pobre V está hecho mierda, sobre todo porque no le ve solución al tema por ningún lado. Lo vamos a ver sufrir mucho en este capi, sip *Vane se pone en su papel de Máster Torturadora Psicológica de Personajes*

      *arranca a correr junto con Nela tras V* ¡¡¡Espera, niñoooooo, que yo también te consuelooooooo!!!!¡¡¡¡Ni soy rubia ni llevo gafas como Jane ni me parezco a Butch pero te puedo hacer muchos mimiiitooooooooooossssss!!!! XD

  3. Black Says:

    Oh!!!!!!!!!!!! Me has mejorado la noche ya me puedo ir a dormir feliz ^^.
    Vamos por partes : El despertar de Butch a sido mmm una maravilla ese poli despertando con una sonrisa después de estar con V me a gustado un montón. La incursión del poli del porno entre hombres por internet a sido genial y la conversación con V por móvil,chica me encantan las conversaciones que tienen.
    La escena de V en la cam de Butch y él haciendole una paja O////O,los klennex han volado.La forma de la que han hablado después del sexo sobre sexo emmm completo entre ellos me a gustado porque han dejado las cosas claras y quieren tomar las cosas tal y como se presenten.
    Y claro el momento del túnel dirección a la mansión cuando le dice que no lleva boxers debajo del cuero la ultima frase me a partido de risa.
    La aceptación que a tenido Butch respecto a la relación con V y ese poco aroma de vinculación a sido fantástico.

    Phury….que vy a decir de él me da pena el pobre no se que decir.

    Lo copio de Nela * Nela te pido permiso para usar el apodo de esa hembra* . Ejem vamos como esa Marissosa a jodido todo.A sido salir ella en la trama e irse todo a la mierda pienso hacer un pedido de firmas para que le caiga un piano encima o se caiga en agujero y no aparezca nunca más o claro que V la chamusque hasta las cenizas con esa mano suya,yo le ayudo.

    Ahora estoy entre matar a la sosa esa,darle a Butch un zape en todo el cogote por hacerle ese daño no intencionado a V o ir a consolar un poco a Vishous.Pobrecito lo has matado con la ultima trama yo creo que el macho está muerto por dentro en estos momentos excepto por su dolor.

    Chica no se si darte un beso o estrangularte por dejarme así. Pero aún así un besazooooo

    • ^^; ¡¡¡Hola!!!!! Empezando por el final, creo que te pediría que no me estrangularas, básicamente porque con falta de oxígeno no podría escribir la siguiente parte… ¡¡pero entiendo el impulso!! 😀 Ya dije que durante este capi rabiaríamos (todas, yo la primera) muuuuuucho.

      Lo has dicho muy bien: V está muerto por dentro en estos momentos y Butch le ha hecho daño de forma no intencionada. Veremos más de las reflexiones de Butch en la siguiente parte y también *se pone la armadura completa*… más de Marissosa (los créditos y la patente por el apodo van a DAfnelita).

      Sólo diré que tendrá una conversación muy aclaradora (si consigo escribirla bien, claro) con Mary ^^ ¡¡¡Aguantadme a Marissa viva hasta final del fic y luego podemos hacer lista para ver cómo acabamos con ella!!!

      Efectivamente, la intención inicial de V y B es tomarse las cosas con calma en tema sexo. Los dos tienen claro que hay algo seio en marcha entre ellos (Vale, V ya lo sabía), que quieren seguir con eso (esto ahora lo sabe Butch), pero que ambos tienen serios obstáculos que vencer, así que mejor paso a paso… pero, claro, eso es lo que ellos pretenden ^^

      Aún estoy decidiendo dónde exactamente irá el primer lemon completo, creo que dependerá de cómo vaya saliendo el redactado. A veces prevees las cosas para un momento y o se retrasan o se avanzan.

      ¡¡besoteeeeeeeees!!!!

  4. Ahora mismo no soy capaz de escribir nada coerente asi que mañana cuando no se me pasen la ganas horribles de gritar, haré un comentario digno de la gran escritora * se vá corriendo con lagrimas en los ojos, al sentido contrario al de Marissosa para evitar rebanarle el pescuezo*

    • *ofrece empáticamente caja de kleenex* Lo creas o no, a mí también me duele hacerle daño a V, pero el guión lo requería *se une en llanto compulsivo porque, qué demonios, no aguanta que nadie haga daño a su querido pichurrín*

      Grita todo lo que quieras, mujer, que eso desahoga *asiente, con cara solemne* y ya me comentarás lo que quieras cuando se te hayan pasado las ganas de asesinar a Marissosa…er, si eso es posible ^^;

  5. Lifheith Says:

    Cometario relámpago antes de volver a nadar en acrílico: le debes una sexcapada a Vishous después de esto. Seriously. Y no te odio, pero podría ser peor xD.

    Ya te dejaré algo decente luego.

    • Lifheith Says:

      «Tal como había hecho, pero en silencio, toda su vida».

      Ya, doble post, pero esa frase me ha matado y me llegó hasta el alma. Obviamente que la abstraje del contexto, que así se significa, pero la cosa es esa, que he llorado al imaginarmelo todo roto, gritando solo, como siempre.

      Vas a matarme, mujer ;_;

      • ¡¡¡¡¡HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!! SAL DE TU MUNDO DE ACRÍLICOS Y PILAS INTERMINABLES DE TRABAJOOOOOOOOO, QUE ECHO DE MENOS NUESTRAS IDAS DE OLLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA…

        Ale, ya me he quedado más descansadita *se arregla la bata de estar por casa y la diadema, la mar de digna*

        Nena, me alegro de oírte, como siempre ^^ Pero me has dejado temblando, «y no te odio, pero podría ser peor» *escalofríos* Dios, ¿podría ser peor… el capi? ¿la forma de mover los personajes? ¿la forma en que tienes pensado asesinarme mientras duermo apaciblemente chupándome el dedo? O.O

        *se muerde las uñas* Aún no he podido adivinar si el capi te ha gustado o no, pero dudo haber conseguido que lloraras y espero no haberte matado ^^; Yo casi grito con V al escribir eso, maldita sea, ¿por qué coño torturo a los personajes que más me gustan?

        Sí, le debo una sexescapada a V *asiente* O muchos mimitos. O un buena pelea… o una larga y sudorosa sesión de sexo con Butch ^^ Aún estoy pensando en cómo ordenar todas las escenas que tengo planeadas para este capi 5, porque no sé si esa primera vez de los dos irá en este capi o en el siguiente. Pero todo se arreglará, ¡lo prometo!

        *se desmaterializa hasta el otro lado del Atlántico a darte un achuchón* ¡¡¡¡A ver si te oigo más, mujer, y no necesariamente con reviews, por interesantes que sean siempres!!!!!!!

        ¡¡¡Un enorme besoteeeeeeeeeee!!!!!

  6. magola Says:

    hola chicas!, por fin me decido a escribir un comentario, uuff. me ha costado. debe de ser porque la tecnología no es lo mío. vaneee… me tienes cautiva de tus escritos y buen hacer. Vishous es mi hermano preferido, y casi me da algo cuando la Ward ,decidió que B y él no quidaran juntos. (todavia duele). pero un afortunado día me di de bruces con tu bloc, (aun siento el dolor y el asombro).y descubrí este fic tan taaannn..(suspira) estupendo que estás haciendo de V/B. me hiciste la mujer más feliz de la tierra. ( lo que me mata es la espera entre capi y capi, pero siempre siempreee… merece la espera). gracias por tu ingenio y porque lo compartas con nosotras. un besote y abraza.

    • ¡¡¡Muy buenas y bienvenida!!!! ^^ Gracias por haberte animado a dejar un comentario y únete al club La P*** Tecnología no es lo Mío. A mí el blog me hace las cosas más raras que puedas imaginarte. Aún estoy sopesando cómo puedo crear una barrita a la derecha con acceso directo a capis anteriores del fic y no me aclaro *snif*

      ¡¡¡Síiiiiiiii!!!!!!!!!! Otra fan de V y otra con retortijones con Marissosa (Dafnelita se nos va a forrar a royalties por el adpodo) y que hubiera deseado un Butch para él ^^ Yo todavía tengo la lanza clavada, maldita sea.Sigo pensando que, en gran parte, fue porque la Ward no sabía cómo iba a aceptarlo el mercado y se hizo atrás hasta ver que la peña enloquecía por QHAY *ondea su propia banderita de estos dos* Al menos, escribiendo/leyendo fics nos quitamos un poco esa espinita.

      Ups, siento la espera entre capis pero la verdad es que no puedo ir más rápido. Mi único tiempo libre son el viaje de ida al trabajo en tren por la mañana (el de vuelta lo duermo): aprovecho para escribir en un portátil. Y algún ratito en casa después de que se duerme la peke. Necesito mínimo una semana por capi (entre 30-40 páginas), siempre que no me encalle en ninguna escena (cosa que sueeeeeeele pasar). Aing, ya me gustaría tener más tiempo, ya… ^^;

      En fin, encantada de compartir lo que sea con todas ^^ Siempre lo digo: si ves cualquier cosa en el fic que no encuentras coherente, creíble, lo que sea, por favor no te cortes en decirlo que aprendo mucho XDD

      ¡¡¡Un abrazote y un besoteeeee!!!

      Vane

  7. magola Says:

    referente a este último capi uuff.. todavía siento tristeza y rabia por el dolor y la soledad desvastadora que transmite V en la escena del tunel. guau!. y la tristeza cuando aparece marissosa( con permiso de DAfnelita)pero es el adjetivo adecuado para ella.(sonrisilla malvada). estas sensaciones flotan en el aire y casi se pueden tocar, al leer estas escenas. no te preocupes V que vane va arreglar todo esto, (V la mira entre esperanzado e incrédulo). y el despertar de B cuando empieza a recordar. el sexo con V es como …SEXO. ( AY! no podia ser de otra manera.! , phury me da bastante pena creo que la Ward no lo ha tratado con demasiado cariño. amante consagrado me gustó sobre todo por la escena de Q/B, ni que decir tiene que soy team quay. (se limpia las babas y vuelve al tema principal del comentario). en fin que me ha encantado a pesar de lo que he sufrido en algunas escenas, excepto cuando sale a escena la susodicha. no puedo con ella. bueno que me enrrollo. a la espera la siguiente parte,jeje. tu tranqui vane, dale los repasos que quieras a las escenas, (vane la mira con ojos asesinos). (magola sonríe inocentemente). vale vane vale. entendido. un besazo.

    • ¡¡Hola de nuevo!!! Siento haberos hecho sufrir con el capi pero dicen que el que algo quiere algo le cuesta, ¿no? *huye de V que la quiere freír como un escarabajo pelotero* Sí, la verdad es que V está destrozado por completo. Totalmente. Lo que me consuela (¡a mí también!) es que al final se arreglará todo, sino estaría gastando yo misma la caja de kleenex, maldita sea.

      Um, a mi Phury ni fu ni fa. Su libro me pareció soso de narices y Cormia a la altura de Marissosa, la verdad. Pero creo que voy entendiendo cómo funciona su cerebro^^

      Uy no, no te miro con ojos asesinos. DEBERÍA darle más repasos a las escenas porque después de colgarlo lo releo y encuentro trillones de expresiones mejorables ¡GRrrrr!

      Estoy escribiendo la siguiente parte, sin saber exactamente en qué orden irán aún las escenas que tengo en mente, lo que cabrá y lo que no. Trabajo todo este fin de semana y el lunes (que donde vivo, en principio, es fiesta). Hay que joderse. Lo bueno es que el martes y el miércoles siguiente los tengo de fiesta con la casa para mí y mi ordenador, así que supongo que la siguiente parte irá para el martes por la noche o el miércoles, según vaya la cosa.

      ¡¡¡¡Gracias de nuevo y otro besote!!!!

      Vane

  8. stiletto Says:

    Mujer!!!!….*corre y le da un abrazo y un beso a Vane*….muchas gracias por la conclusion de la escena que pusiste como prevew…ahora….porque tanto sufrimiento con mi V???? pobrecito* aqui llora y llora a moco tendido* y el poli…ains que ganas de darle un zape haber si asi reacciona*pone los ojos en blanco*….ok es verdad le de debe una sexcapada con el poli…una muuuy larrrga..* risa malvada*….ahora me entro curiosidad…¿como se va a tomar el poli la noticia de que fue a ver a su novia….por lo menos le da dolor de barriga…minimo…aunque tambien estaria biien que se transportara al otro lado …les mostrara los dientes a todos en especial a su suegra…agarrara a V como costal de papas y dejara muy en claro que es de su propiedad…pero bueno no se puede tener toodo en la vida no??* aqui reza y reza para que vene se apiade de V y deje de sufrir…
    esta de mas decir que espero con ansia la prox parte….saludos nena…y gracias de nuevo!!!* le manda un abrazo a vane y otra chela para que se anime y se ponga a escribir*

    • *se tambalea por el beso*^^ ¡Hola, de nada por la conclusíón de la escena! Fue un placer escribirla, aunque al final como a Butch le dio la puñetera gana, eso sí.

      Sí, a V le toca sufrir en este capi, lo siento muchísimo, créeme ^^; La parte positiva es que las personas somos tan imbéciles que sólo solemos darnos cuenta de cuanto queremos a alguien cuando estamos a puntos de perderle, así que, a lo mejor…Butch acaba reaccionando^^

      Veremos las reacciones de Butch a lo largo del capi, también tened en cuenta que NO sabe que la Virgen Escribana es la mami de V… pero lo sabrá. Y, sí, llegará un momento en que Butch se vinculará con Vishous, dejándole bien clarito a la gente de quién es el chico de la mano de fuego.

      Estoy escribiendo la parte 2, que tendrá una larga escena de Mary y Marissa. SÉ QUE ODIÁIS A ESTA MUJER, lo sé, pero esa escena es muy necesaria para el argumento y para conocer más de la relación Butch-Marissa. A partir de esa escena, y de otra V-Marissa, estoy estructurando la parte 2. Me da la sensación de que tengo que redactarla junto con la parte 3 para que todo sea coherente, así que, please, tened paciencia si tardo, ¿OK? Trabajo todo el finde y el lunes (que aquí es fiesta) y luego tengo descanso (con la casa EN SILENCIO y sin niña) del martes al jueves.

      Así que le daré a la tecla esos días de forma intensiva, a ver si acabo la parte 2 y puedo dejar encarrilada la parte 3^^

      *brinda con la chela* ¡¡Gracias nena, ahora sí que empieza a hacer calorcito por aquí!!!

  9. Dafnelita Says:

    *grita* MUERTEEEEEEE DEFINITIVAAAAA A MARISSOSAAAAAAAAA!!! *agitada*

    Uffff lo dije… bueno ahora si me desahogue un poco… y saludo como es debido….

    Holaaaa Vane *abrazo rompe costillas*…

    Te cuento, con esta parte del capi me paso *dedos juntos* que lo exprimi al maximo y releei varias veces, especialmente cierta escena que me encanto *risa pervertida*… y en donde muchas veces Dafne estuvo participando activamnete en ellas *levantando cejas picaronas* Seeeeee… y me te puedo decir que las otras chicas no te hayan dicho….me ha encantadooo Mujer… que buena parte tuvimos porque comparti varias emociones con los personajes (rabia, deseo, felicidad, tristez)… pero si te digo *mira a Vane fijamente* me debes un teclado nuevo por el mar de babas que regue *babea de nuevo al recordar* y una pantalla nueva por los golpes que me di al leer sobre Marissosa y lo que ocasiono entre mi V y mi Butch… *se acuerda de la sosa* desgraciada!!!… *silbar* tengo buenas ideas que darte Vane para desaparecer a la rubia-sosa en el final de fic *risa perversa*

    Bueno… espero con ansias la segunda parte y por fa no me hagas sufrir tanto a mi hermoso V *ojitos llorosos* se me parte el corazon ver a mi niño triste… quierooooooooo consolarloooooooooooo…. buahhhhhh!!!….sacude a Butch de mi parte… Reacionaaaa Hombre!!!…

    Besos,
    Dafne 😀

    • ¡¡¡AAAAAAARGHHHHH!!!!!!! *intenta respirar con las costillas magulladas* Hola, muchas gracias ^^; *intenta recuperar capacidad pulmonar*

      Sip, vale, te debo un teclado nuevo. Lo acepto. Y lo de la pantalla vamos a dejarlo para cuando actualice la siguiente parte, a ver si consigo que MArissosa te caiga un pelín menos mal… o, al menos, que se entienda su psicología. Joder, debo ser masoquista para haberme obligado a mí misma a meterme en su cerebro.

      Siento decirte que V va a sufrir en este capi. Sip. Horrores. Peeeeeero… al final todo saldrá bien, ¿verdad? Porque para historias con final horrible ya tenemos los informativos de la tele y los periódicos.

      Por cierto, espero que tu cuenta corriente vaya subiendo con el copyright de «Marissosa» *risita*

      ¡¡¡Aguanta, cielo, que al final todo se aclarará!!!! Y, si Marissosa no te caer un poquito mejor, pues la borramos del mapa entre todas y arregadito. Aquí paz y allí gloria.

      ¡¡¡¡Besoteeeeeeeeees y muchas graciaaaaaaas!!!!

  10. Daggher Says:

    *levanta la nariz de los libros y alza un dedo a lo Colón*
    ¡¡Me muero por leer la escena V-Marissa!!
    *desparece de nuevo*

    • ¡¡Hola!!! *aparece con ojeras y hielo en la frente para el dolor de cabeza*

      He estado trbajando a ritmo negrero todo el finde y el lunes (que en Barcelona era festivo para el común de los mortales) ¿Hora a la que me ha sonado el despertado estos días? 05.30 de la madrugada.

      Reportando estado mental: equivalente al de una ameba.

      Por suerte, tengo fiesta en el curro hasta el viernes. Descontando el tiempo necesario para volver a tener una casa y no una cuadra, hacerme dos tatuajes en los tobillos e irme a comprar trapos para el verano…¡¡¡haré lo que pueda por escribir la segunda parte y lo que pueda de la tercera!!!!^^

      Vale, fin del momentazo autocompasivo.

      Tengo escrita una conversación MArissa-MAry y ahora voy a por Marissa-V *bufa, hace estiramientos, se cruje los nudillos y se ahoga en Coca-Cola*

      ¡¡¡¡¡Ánimo con los libros!!!!! Actualizaré lo antes posibleeeeeeeeeee…..

  11. Sissi Says:

    Marissosa… que buen apodo!!!!!

    • Créditos par Dafnelit por ello^^ Claro que también lo podría comaprtir Cormisa, en mi opinión… Aún no he conocido a nadie que le guste esta chica como shellan =.=

  12. Monika Says:

    hasta que me digno a pasar por aca *negando con la cabeza* soy una mala amiga y loca seguidora de leste fic *se apena* perdon por no pasar es que tengo mil cosas que hacer y el trabajo me tiene aturidida, con decirte que hasta los domingos trabajo!!!!! *llora desconsoladamente* de hecho a esta hora (10:44 aca) ya deberia estar dormida……. bueno dejando a un lado mis quejas *sonrie*

    *corre a abrazarte y hacer volantin* me dejaste medio desmayada de los mil sentimientos que me provocaste con este capi… se que sabes que lo lei cuando lo publicaste… este fic es irresistible… asi como esos dos machos que me hacen suspirar *babas*

    espero que B se presente ante la escriba y le de unas cachetadas y se lleve a V cargando y le deje en claro que es de su propiedad y de nadie mas ¬¬ jajajaja me sono bien telenovela

    me voi que tengo que dormir *entrecerrando los ojos de sueño*
    besos y un abrazote *se va con una megasonrisa*

    • Niña, no te me estreses, que todos hacemos lo que podemos con el tiempo que se nos ha dado… Er, vale, acabo de tener un crossover con esa frase de Gandalf en El Señor de los Anillos…

      Yo también trabajé el finde y el lunes (que aquí era fiesta). La suerte es que sólo tengo guardias cada seis semanas, así que no me puedo quejar. Espero que a ti te den días de descanso luego, porque sino eso se llama esclavismo y se abolió hace siglos.

      *carcajada* Sí que eso sonó de telenovela, sí. Ha´brá alguien que se presente ante la Virgen Escribana a decirle lo que opina, pero aún no puedo decir quién será (sólo que no es V, que ya se lo dice en el libro).

      Duerme, mujer, duerme… *apaga la luz y canta una nana con lo cual Monika empieza a gritar aterrorizada creyendo que es la niña de «El exorcista» o algo peor. OK, me callo…*

  13. Susan Says:

    Vane kerida! Que puedo decir que no te hayan dicho ya!?
    como ves estoy retrasadisima, lo bueno, es que no sufro por la espera del siguiente capitulo 8) leo hasta que la vista se me nubla y dice basta! entonces ya paro y me voy a dormir obligada (siempre leo por las noches cuando todos en casa estan acostados, porque mi madre es un poco cotilla ¬¬) xD
    Bueno nena como siempre un Genial capitulo. Y como a Lifheith a mi tambien me llego al alma esa ultima frase! :_( … Pero luego se me paso un poco leyendo los comentarios (Si, me leo hasta eso), que por cierto ME PARTO DE RISA con todos xDD sois Geniales!
    Vane muchos animos con AL!
    Un abrazaco de oso y un beso!!

  14. Melanie Says:

    Te odio en este mismo momento quiero cojer a la sosa de marrisa y destriparla y darle tremenda ostia a mi amado butch. Mi pobre V, T.T tan hot que empeso el capitulo *o* y tan jodido que acabo por marrisa que se vaya a china y no estorve a mis machos, fue una mujer jarron por que quiso y una mierda la criansa a Bella la criaron igual y es mas mujer que la marrisosa -_- vale vale ya respiro es que estoy cabreada mi pobre V T.T tia segura que no eres la ward disfrasada? Por que escribes de puta madre haces que te ame y te odie en cuestion de minutos eso es talento XD

    • ANda, voy respondiendo a tus comentarios marcha atrás, como los cangrejos^^ Yup, siento la intervención de MArissa, pero V y Butch no podían ser felices tan rápido, ¿no? *ve venir a Melanie con un martillo ASÍ de grande* ¡¡¡¡¡¡Valeeeeeeeeeeeeee, comentario inadecuado, sorry!!!! Pero a ver, Butch, habiendo arrancado la historia en el punto en que lo ha hecho, no podía escoger a V tan rápido. Tiene unos sentimientos muy fuertes por MArissa con los que tenía que lidiar.

      Y, por mucho que Marissa me siente como una patada en el culo, tengo que hacer una pequeña defensa de ella: no creo que sea cierto que fue criada como Bella. Bella tuvo la libertad de tener sus novietes y no tuvo que cargar con el complejo de estar bajo la atención pública sabiendo que es la mujer despechada (e intocada) del rey. Eso es lo que hizo a MArissa como la hizo.

      Aclarado este punto, vuelvo a mi estado normal de «Marissaaaaaaaa, lárgateeeee para que el poli pueda quedarse con V» 😀

  15. Vampire.Alias-NikoLe Says:

    Vaneeeeeeeeeee!! joooooooo…mi cap fav n todooooooooo L fanfic!! s km *hiperventiLaacion* km …km uuuf no ai paLabras!! y aiiiiiiii k me nkntaaa k Marissa ntre en juegooo *ñaka ñaka* a ver si me expLikooo asiiiiiiii L amor d V y Butch se fortaLeceraaa o aLguna cursiLeria asiii jajaja…ers una makinaaaa Vaneee ya sabs!! ;))) graxx x dejarnos madntrarnos m st mundooo hermoso d V y Butch!! besos 😀

    • ^^ ¡¡¡Graciaaaaaaaaaaaaas!!!!!! A ver, es que Marissa tenía que entrar, es un cabo suelto que el poli tiene que analizar y tratar… lo cual va a joder a V cosa mala, pero así son los triángulos. Siempre sale alguien herido^^;

      ¡¡¡Un besoteeeeeee!!!

  16. Camilaloto Says:

    Te encontre ya llegue hasta aki y sufro como una maniatica, que se me aprete el corazon el estomago y no puedo respirar, np kiero q sufra V aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa lloro lloro lloro y creo que en el siguiente CAP no mejora esta vaina lo presiento. Un abrazo de una colombiana. No se que mas decir cierro mi pico y tiro la llave. Y.Y

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